El Peribús de Guadalajara, un sistema de BRT (bus rapid transit, por sus siglas en inglés) que atravesaría una de las avenidas más importantes de la Zona Metropolitana de Guadalajara, podría tener afectaciones ambientales importantes.
Según un diagnóstico de las propias autoridades en la cuenta de inversión ante la Secretaría de Hacienda, se prevé que esta obra impacte en el ciclo del agua subterránea por el que pasaría.
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También advierte la repercusión en el arbolado que hay en los 41.5 kilómetros de vía que atravesaría el Peribús, pues su retiro va a ser necesario para poder dotar de infraestructura física a las estaciones y los tramos especiales.
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El documento titulado Diagnóstico socio ambiental “Sistema Integrado de Transporte Peribús”, elaborado desde 2015 por el Instituto de Movilidad y Transporte del Estado de Jalisco, advierte la generación de alteraciones ambientales durante dos tiempos: la fase de la obra y cuando entre en operación, siendo la primera la que arroja mayor preocupación.
La limpieza o el retiro de obstáculos que impidan las obras del Peribús llaman la atención, pues se detalla que será necesario retirar superficies de jardín, con arboles y arbustos, para poder ampliar los carriles y para la construcción de las estaciones centrales.
En el mismo documento se contabiliza la existencia de 27 mil 757 arboles, donde la mayoría son grandes; se trata de 12 mil 304 ejemplares grandes, 7 mil 517 pequeños, 6 mil 570 medianos y mil 366 palmeras.
De ahí que el dignóstico explique de forma clara que algunos de los principales impactos por el retiro de estas áreas verdes serán la pérdida de suelo fértil, de vegetación, alteración del paisaje, riesgo de incendios, pérdidas de hábitats faunísticos, incremento en los niveles de ruido y de la contaminación atmosférica.
Además de los problemas con el arbolado, el documento oficial agrega que una afectación importante por el movimiento de la tierra que generarán las obras será el impacto en los ciclos y la calidad del agua de la zona. Se advierte en una de las líneas expresamente ‘la modificación de la calidad de las aguas subterráneas y del suelo’.
Esta alteración puede tener lugar como consecuencia de ‘malas prácticas’ en las operaciones de mantenimiento de maquinaria y vehículos así como al acopio de materiales y estacionamiento en zonas no acondicionadas para ello
En concreto el proyecto de inversión ocupa dos subcuencas derivadas del Río Santiago, como son la del Río Verde-Presa Santa Rosa y el Río Corona-Río Verde, se describe en el diagnóstico. Así, las obras atravesarán cuerpos de agua intermitentes, principalmente en la zona sur de la urbe.
También se menciona la existencia de corrientes de agua canalizadas de pequeña envergadura y su cercanía con una laguna a la altura de Las Pintitas, al sur de la ciudad. Se destaca el paso del periférico al extremo de los ríos Atemajac, San Juan de Dios y en el afluente de la Barranca de Oblatos.
“Todos ellos desembocan en el Río Santiago pocos metros adelante. Los dos últimos, por su relevancia ecológica y conexión con el Río Santiago, cuentan con figura de protección hidrográfica que se tendrá en cuenta en la elaboración de estudios de impacto ambiental”, agrega el Instituto de Movilidad en el diagnóstico.
Advierten daños al agua por Peribús
El riesgo de inundación es uno de los principales impactos que podrían provocar las afectaciones al agua y a los afluentes cercanos a la obra, por lo que tiene un apartado específico dentro del documento de estudio socio-ambiental.
Ya desde el análisis de permeabilidad del territorio, es decir, la capacidad del suelo para poder absorber el agua, se explica que tiene registros muy bajos debido a la presencia y naturaleza de la propia avenida del periférico. Por ello el riesgo de inundación es altamente posible.
“Debido a la pavimentación de la zona y la insuficiente gestión de aguas grises, el área del proyecto presenta problemas de escorrentías superficiales que generan riesgos de inundación”, agrega el documento de estudio.
A pesar de estas advertencias, el Instituto de Movilidad señala en el documento a las autoridades oficiales que las obras del Peribús estarán mayoritariamente en zonas de baja fragilidad ambiental por los asentamientos humanos, media fragilidad ambiental por el uso predominantemente agrícola y apenas una parte de un área natural protegida.
Tampoco las autoridades estatales han hecho mención de estos detalles sobre la obra, a pesar de que a inicios de este mes el secretario de Transporte, Diego Monraz, anunció que las obras arrancarían antes de octubre.
El proyecto de Peribús será una obra que podría estar lista para el 2021, como lo ha expresado el gobernador.
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Su trazo será de 41.5 kilómetros y atravesará cuatro municipios: Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque y Tonalá. La preocupación es poder ofrecer nuevas opciones de transporte para los 364 mil 716 viajes diarios calculados en 2016 que podrían elevarse hasta 400 mil en 2021, de acuerdo a los documentos presentados ante Hacienda.
Según el proyecto presentado a Gobierno federal el costo total será de 4 mil 931 millones 722 mil 932 pesos. Actualmente ya se dieron algunos recursos para algunas obras y recientemente la Secretaría de Infraestructura y Obra Pública lanzó tres licitaciones para 13 tramos de vía con un monto total de 239 millones 998 mil pesos.
