Pena de muerte ¿mensaje racista?

De acuerdo al politólogo Fredy Guzmán López, el sistema de justicia de Estados Unidos parece estar diseñado para castigar más severamente a las minorías raciales, pues las estadísticas marcan que es mayor el número de ejecutados de origen latino, afroamericano, asiático y de Medio Oriente
J. Jesús Lemus J. Jesús Lemus Publicado el
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La ejecución del mexicano Rubén Cárdenas Ramírez ocurrida la semana pasada en la cárcel de Walls, en Huntsville, Texas, no sólo vuelve a cuestionar la política interna de Estados Unidos sobre el uso y aplicación de la pena de muerte para disuadir el delito, sino que pronostica un arreciamiento de esta medida judicial en la política xenofóbica del presidente Trump.

Rubén Cárdenas Ramírez es el primer reo mexicano ejecutado en EU en lo que va de la administración de Donald Trump, pero a la fecha otros 54 mexicanos se encuentran a la espera de la pena capital, en tanto que otros 75 enfrentan procesos penales que podrían derivar en una sentencia de muerte.

De acuerdo a un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México, de los 54 connacionales que ya recibieron un fallo en firme sobre su sentencia de muerte, 33 de ellos han sido reconocidos por la Corte Internacional de Justicia como objetos de un proceso viciado.

“No se les permitió a los acusados tener acceso desde un inicio a asistencia jurídica y consular por parte del gobierno de México”, apunta.

Con base a estas cifras, el presidente Donald Trump podría ser el máximo ejecutor de mexicanos, según lo considera el coordinador de la licenciatura de derecho internacional de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Raúl Vásquez Lara Cisneros, quien estima que la mayoría de las sentencias de muerte pendientes se podrían ejecutar en la actual administración, lo que sería un claro mensaje de racismo hacia los mexicanos.

Desde 1993 hasta el año pasado, de acuerdo al informe del Death Penalty Information Center de Estados Unidos, el sistema de justicia norteamericano ha impuesto 3 mil 934 sentencias de muerte, de las que 23 de ellas se han ejecutado cabalmente en lo que va de la actual administración del presidente Donald Trump.

Del total de las sentencias de muerte que se han dictado en EU, sólo del 2000 a la fecha, mil 150 de ellas han sido dictadas contra reos de origen mexicano, de los que mil 14 de ellos han sido librados de la pena capital gracias a la intervención de la asistencia consular que ofrece el gobierno mexicano en aquella nación.

Sobre la asistencia consultar a los mexicanos sentenciados a muerte en Estados Unidos, el subsecretario para América del Norte de la SRE, Carlos Manuel Sada Solana, explicó que este Programa no pretende condonar delitos, sino promover que todos los mexicanos tengan acceso a un debido proceso legal.

Pero el sistema de justicia de Estados Unidos parece que está diseñado para castigar más severamente a las minorías raciales, dijo el politólogo Fredy Guzmán López, quien recalcó que las estadísticas marcan que es notablemente mayor el número de ejecutados de origen latino, afroamericano, asiático y de Medio Oriente, frente a los reos de raza blanca asesinados por el estado norteamericano.

“No se trata de que las minorías raciales sean más concurrentes en la comisión de delitos graves en Estados Unidos, sino que estos grupos étnicos son castigados más severamente por el sistema de justicia penal, el que al final termina por mandar un mensaje de odio hacia los grupos raciales que no son blancos”, explicó el politólogo.

Esta visión empata con la que institucionalmente reconoce la organización no gubernamental Amnistía Internacional, la que revela que a nivel mundial la pena de muerte es una forma de discriminación.

“Si eres pobre o perteneces a una minoría racial, étnica o religiosa, tienes más probabilidades que el resto de personas de ser condenado a muerte”, dice en su informe “Condenas a Muerte y Ejecuciones 2016”.

“Si eres pobre o perteneces a una minoría racial, étnica o religiosa, tienes más probabilidades que el resto de personas de ser condenado a muerte”
Amnistía InternacionalEn su informe ‘Condenas a Muerte y Ejecuciones 2016’

Fondos para presos

Para su defensa en EU, el Gobierno federal ha destinado un fondo a ejercer para el 2018:

190
Millones de pesos para su atención, protección, servicios y asistencia consulares
1.4
Millón de pesos para la defensa de cada uno de los 54 reos sentenciados y de los 75 en riesgo de ser condenados a muerte
54
Mexicanos esperan actualmente la pena capital en EU
33
Connacionales de los 54 son objeto de un proceso viciado, de acuerdo a la Corte Internacional de Justicia

Demócratas, con más ejecuciones

Las estadísticas del Death Penalty Information Center revelan que han sido los últimos presidentes demócratas los que más penas de muerte han decretado en Estados Unidos.

Bill Clinton, en sus ocho años de gobierno permitió que 2 mil 265 personas fueran sentenciadas a la pena capital, registrando el mayor índice de esas sentencias en el año de 1996, cuando se tocó el máximo histórico con 320 penas capitales autorizadas.

Durante la administración de Clinton la mayoría de los reos sentenciados fueron de minorías étnicas, principalmente afroamericanos, latinos y asiáticos.

Durante la administración del demócrata Barack Obama fueron dictadas un total de 559 sentencias de muerte, otra vez la mayoría contra el grupo de minorías étnicas, principalmente latinos y afroamericanos.

En lo que va de la administración Trump ya ha han sido ejecutados 21 reos que contaban con sentencia de muerte anterior al año 2016, de ellos siete han sido de raza afroamericana, dos latinos, incluido el mexicano Rubén Cárdenas Ramírez, y los otros 12 son de raza blanca.

Mexicanos en proceso

Los connacionales presos en EU por el delito de homicidio y en riesgo de ser condenados a la pena de muerte se encuentran en cárceles de:

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En la lista de espera

De los 54 mexicanos que actualmente esperan fecha para ser ejecutados en Estado Unidos, luego de haber sido sentenciados a la pena capital, la mayoría de ellos se encuentran en prisiones de California y Texas, hasta donde el gobierno mexicano ha extendido sus servicios de protección consular, con la finalidad de ayudarles a salvar la vida.

De acuerdo a la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Programa de Asistencia Jurídica a Casos de Pena Capital en Estados Unidos, que se instituyó desde el 2000, a la fecha también apoya en la defensa de otros 75 mexicanos que aún están bajo proceso penal y que podrían recibir como sentencia la pena de muerte.

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