Los emplazamientos a huelga y levantamientos obreros registrados en el país durante el primer trimestre del año no son precisamente una señal de buena salud para el sindicalismo en México. Al menos así lo consideró el senador de Morena, Pedro Haces Barba.
El integrante de la comisión de Trabajo y Previsión Social de la Cámara alta, compartió con Reporte Índigo que la docena de huelgas –algunas de ellas aún activas– que estallaron desde mediados de febrero en diversos estados de la República pueden tener connotaciones negativas para la democracia sindical y los derechos, tanto de los trabajadores como de los inversionistas de México, pues ponen en riesgo la estabilidad económica de las regiones.
“Yo no estoy a favor y rechazo tajantemente esa forma de actuar en el sindicalismo. Hoy lo que buscan algunas centrales obreras es desestabilizar al gobierno del presidente. Lo que buscan es hacer ese sindicalismo antiguo, añejo y apestoso que han venido haciendo, amenazando a los empresarios. Se les olvida que si no hay empresarios que inviertan, que arriesguen sus capitales, no habemos trabajadores. Tenemos que armonizar los factores de la producción para que ese tipo de cosas no pasen”.
Haces Barba, quien también funge como secretario general de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), aseguró que las huelgas en la ciudad industrial de Matamoros son un ejemplo del aprovechamiento que tienen algunos sindicatos, forzando a las maquiladoras a ceder ante las presiones
“Tú no puedes utilizar que, de buena voluntad, el presidente aumenta el 16 por ciento de salario mínimo sin afectar la canasta básica ni el producto interno bruto, y el doble del salario mínimo en la frontera norte del país, para pedir 32 mil pesos por cada trabajador para cada maquiladora (…) Ojalá fuera para los trabajadores, pero eso se lo chingan (los sindicatos)”
“Tenemos que revisar perfectamente bien quiénes son ese tipo de sindicatos que están haciendo esas cosas y enfrentarlos como se debe. Los empresarios no se deben dejar espantar ni amedrentar; ya México es otro, cambió el primero de julio”, aseguró.
En otro aspecto, el senador de Morena insistió en la necesidad que se tiene de impulsar una Reforma Laboral que excluya la figura de las Juntas de Conciliación, desde donde se construyen negocios que perjudican, desde su punto de vista, tanto a trabajadores como a patrones de todo el país.
“Yo voy a impulsar la reforma que se está haciendo. Es muy importante que se acaben las Juntas de Conciliación locales, que se vaya todo al Poder Judicial, que es el poder juzgador, ya que hoy tenemos el grave problema histórico del ‘coyotaje’ de los personajes de afuera de las juntas con los funcionarios de adentro, que ‘despluman’ a los trabajadores cuando llegan a una conciliación con el empresario”, una actividad que, insistió, perjudica a ambos actores.
De igual forma, desde la comisión de Trabajo y Previsión Social, el dirigente de la CATEM aseguró estar trabajando por el cumplimiento de la democracia sindical, con la construcción de perspectivas modernas que impidan la corrupción al interior de las centrales obreras.
“Hoy los sindicatos debemos tener transparencia en todo momento. Forzosamente tienen que transparentar sus finanzas y hacer sus elecciones limpias. Hoy, todos los trabajadores pueden escoger a su líder; que ya no sean líderes de dedazo, sino una auténtica democracia sindical es lo que se busca”.
No invitan a Deschamps
El presidente Andrés Manuel López Obrador, celebró este lunes el 81 aniversario de la expropiación petrolera en un evento desde la ciudad de Tula, Hidalgo. Un festejo en donde se dejó sin invitación al líder del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps.
De acuerdo con la oficina de Presidencia, para los eventos que tuvieron lugar en la refinería Miguel Hidalgo, no se consideró a ningún dirigente sindical de la República para conmemorar dicho aniversario. Un festejo en donde la presencia del polémico líder petrolero se mantuvo como una tradición a lo largo de sexenios anteriores.
