Pronto dejará de ser el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, pero lejos de tener un descanso, Marcelo Ebrard no deja de buscar cargos y nuevas responsabilidades.
A partir de 2013 tendrá que supervisar que las ciudades del mundo sean más seguras, luego de aceptar la presidencia del Comité de Ciudades Seguras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el periodo 2012–2016.
A la par, velará por el éxito de los partidos de izquierda afiliados a la Organización Internacional de Partidos Socialistas, Socialdemócratas y Laboristas, organismo del que es vicepresidente.
Pero quizá la labor más complicada que le depara su futuro político será la de reorganizar –sin tribús– al Partido de la Revolución Democrática. Eso si es que resulta elegido como su presidente.
Ebrard cree que es necesario una “reforma mayor en el PRD, tiene que ser un partido cada vez con menos peso de las corrientes famosas, abierto y representar a lo que es hoy: la segunda fuerza nacional”, según difundió Notimex.
“El cambio de dirigencia se hará en 2013, a fines. Entonces, no pretendo yo acelerar que haya un cambio ahorita”, declaró ayer por la mañana Marcelo Ebrard. Todo llegará a su debido tiempo.