Paro virtual contra el acoso en Facultad de Química
Las estudiantes de la Facultad de Química exigen con una suspensión de labores que se atiendan todas las denuncias de violencia contra las mujeres y se deje de encubrir a los agresores
Montserrat SánchezLa pandemia por COVID-19 orilló a la comunidad estudiantil a crear nuevas formas de lucha contra la violencia de género que sigue presente aún en las clases vía remota. Colectivas feministas de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) iniciaron un paro virtual de actividades para exigir que los acusados de violencia sexual, y quienes ya cuentan con un proceso en su contra, sean suspendidos de manera temporal para que así no se le obligue a las alumnas a compartir espacios con sus agresores.
Desde el 14 de octubre, la colectiva separatista Toffana anunció la toma de instalaciones del plantel para ejercer presión sobre las autoridades con el objetivo de que se deje de encubrir a los que cometieron acoso y la voz de las víctimas se tome en cuenta.
El 19 de octubre la Facultad de Química informó sobre su decisión de restringir el contacto de los profesores Mario Chin y Arturo Zentella con los alumnos, después de que se viralizaron videos en los que ambos lanzan comentarios misóginos durante sus cátedras.
En entrevista, integrantes de la colectiva Las Semillas de Curie comentan que gran parte del movimiento inició para reclamar la resolución al caso de la alumna de Ingeniería química, Yazmín, quien denunció ser violada por parte de Alberto, estudiante y profesor adjunto.
“Éramos novios cuando me violó dentro de las instalaciones. Al principio tenía miedo pero en febrero me decidí e interpuse la denuncia en la Facultad, la verdad es que pensé que mi caso estaba olvidado porque ya no me habían dicho nada las autoridades, parecía que no tenían avance”, detalla Yazmín.
De acuerdo con la estudiante, tras la publicación de su denuncia en redes sociales, la Facultad y gran parte de la comunidad estudiantil, le brindaron apoyo.
“La exigencia en mi caso es que se proceda con la expulsión de mi agresor aunque esa decisión no la puede tomar el director sino que debe ser del Tribunal Universitario pero con la pandemia aún no dan soluciones a este tipo de casos. Lo que mi escuela sí hizo fue suspenderlo pero él infligió su sanción y siguió con la impartición de clases aún de manera virtual”, menciona.
Tras divulgarse el caso, la Facultad de Química informó a través de un comunicado que sí atendió y dio respuesta efectiva a la queja que la alumna presentó en la Unidad Jurídica.
“El 10 de febrero del año en curso la estudiante acudió con una de las personas orientadoras contra la violencia de género, el 24 de febrero se dictaron medidas urgentes de protección en favor de la alumna y el denunciado, el pasado 17 de marzo, se le notificó suspensión provisional de sus derechos escolares como alumno hasta el 10 de enero de 2021, tiempo suficiente para que el Tribunal Universitario sesione y tome la decisión definitiva. El proceso continúa, pero ya no al interior de la Facultad”, informó la Universidad.
Peticiones a la autoridad de la UNAM y Facultad de Química
Las integrantes de Las Semillas de Curie afirman que no se oponen al paro virtual de clases, comentan que les gustaría poder ser tomadas en cuenta junto con toda la comunidad para trazar una línea política que les garantice una vida escolar libre de violencia de género.
“Queremos participar todas las colectivas, todas las mujeres denunciantes debemos ser tomadas en cuenta porque ya sabemos que nos cuidaremos entre nosotras si la autoridad no lo hace. No centralizaremos la lucha en un caso particular, queremos justicia y atención para todos, que los agresores no sigan ejerciendo pero sobre todo queremos pasar de lo individual a un beneficio colectivo”, aseguran.
Para lograr dichos objetivos, las alumnas consideran que es urgente reanudar actividades en el Tribunal Universitario y que las audiencias de los casos de violencia de género sean transmitidas en línea para así tener la garantía de que no se ignora ningún caso.
Además, solicitan que se hagan esfuerzos en materia de prevención de agresiones contra la mujer, pues aunque hace un año se implementó una asignatura enfocada en educación sobre género, lamentan que esta no sea obligatoria y no hayan tenido participación en la elaboración del plan de estudios.
En el pliego petitorio publicado en redes sociales por la colectiva Toffana se explica a las autoridades que la toma de instalaciones será hasta que se dé una resolución completa a los puntos más importantes tales como la suspensión temporal a los imputados de haber violentado a alguna alumna o que se encuentran en algún proceso de investigación, se presione al Tribunal Universitario sobre sus acciones con respecto a las demandas, se informe de los hechos llevados a cabo para resolverlas y que no haya represalias contra cualquier estudiante que participe en el paro o la toma de instalaciones.
Sobre la atención psicológica, exigen que se mejore la calidad de los servicios y se cuente con personal especializado y esté a la disposición de la comunidad estudiantil.
“Se pide que se otorguen 14 sesiones para los alumnos que lo necesiten sin costo, que el personal de la Facultad deba presentar exámenes psicológicos al menos una vez cada dos ciclos, así como recibir capacitación en temas de género, también se pide contar con una psicóloga con experiencia en el trabajo de atención a víctimas”, expresan.
Con respecto al tema de género, se reclama una implementación de la materia introducción a estudios de género de forma obligatoria o bien como capacitación para comenzar la carrera, contar con un curso de perspectiva de género de manera obligatoria para profesores y personal de la Facultad y que se tome en cuenta cada colectivo existente.
Las alumnas piden conocer el total de denuncias por agresiones sexuales de años anteriores y que las resoluciones de la autoridad universitaria sean públicas
Para el seguimiento de los casos demandan asesoramiento legal efectivo en el que se le explique a la víctima los protocolos que sigue su denuncia y si es necesario dirigirlo al Ministerio Público; e informar a la comunidad sobre el número de carpetas por acoso sexual abiertas en años anteriores contra personas que laboran o estudian en la Facultad de Química y la resolución de éstas.