El Parián, ejemplo de lucha comunitaria por el derecho a la ciudad en CDMX

Tras más de 20 años de abandono, El Parián, en la alcaldía Coyoacán, será un espacio de la comunidad. Esto, gracias a la lucha vecinal que, a la postre, servirá como ejemplo de esfuerzo comunitario en la CDMX
David Martínez David Martínez Publicado el
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El caso del predio El Parián, en la alcaldía Coyoacán, es un ejemplo de la importancia de la lucha comunitaria en la Ciudad de México (CDMX), cuya victoria vecinal llegó cuando el pasado 9 de mayo, el Gobierno capitalino informó sobre el proyecto de rehabilitación para el predio que estuvo abandonado por más de 20 años.

Sin embargo, dicho anuncio se logró a través un proceso de lucha de los habitantes del Barrio de San Lucas, quienes pugnaron porque El Parián se convirtiera en un espacio comunitario, a pesar de que su historia alberga diversas polémicas.

En el 2002 El Parián fue sede del Banco del Atlántico; no obstante, dicha entidad financiera quebró y el lugar quedó abandonado. En ese lapso se acusó a la entonces delegación Coyoacán por la compra del predio a sobreprecio y, más recientemente, se buscó convertir el espacio en un cuartel de la Guardia Nacional.

La rehabilitación

El 8 de mayo del año en curso, el jefe de Gobierno de la CDMX, Martí Batres Guadarrama, confirmó el inicio de las obras en El Parián para ser rehabilitado y convertirlo en un Punto de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (Pilares), que brindará a la comunidad del Barrio de San Lucas un espacio participativo para la cultura y la recreación.

“Es un momento muy importante de regeneración del espacio y de reconquista del espacio por las comunidades, aquí, particularmente, por las comunidades de Coyoacán”, aseveró Batres.

El mandatario capitalino afirmó que el predio cuenta con 10 mil metros cuadrados de superficie, más de 15 mil 566 metros cuadrados de construcción y tendrá casi 4 mil metros cuadrados de áreas verdes, por lo que será intervenido en dos etapas que contemplan el desmantelamiento, la readecuación y la rehabilitación de distintos espacios.

“Lo que aquí estamos haciendo y vamos a hacer, va a ser totalmente participativo, totalmente comunitario, de la mano de la gente, ¿cuál es la idea? Que aquí tenga un lugar la población y que nos diga qué tipo de talleres, qué tipo de actividades, qué acciones quieren que se desarrollen aquí”, indicó.

Comunidad y procesos democráticos

Miguel Ángel Ramírez Zaragoza, investigador del programa universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), refiere que El Parián es un ejemplo de la importancia de las luchas comunitarias en la Ciudad de México, y de cómo ejercer el derecho a la ciudad.

“Los casos exitosos han sido precisamente porque han logrado recuperar parte de la memoria de las luchas históricas. Han logrado tejer solidaridades con otros actores que les permite tener mayor fuerza”, indicó.

Asimismo, el especialista de la UNAM señaló que El Parián es una muestra de que la comunidad puede usar los recursos públicos para mejorar su entorno y su espacio público, así como para la dignificación de las luchas sociales.

“Podemos ver luchas contra megaproyectos, la gentrificación, contra esta idea de la ciudad como mercancía, esta urbanización salvaje que está presente”, abundó.

Por otra parte, Ramírez Zaragoza considera que los movimientos sociales como el que se organizó alrededor del Parián, ayudan a crear un sentido de pertenencia entre los habitantes de las comunidades y a pugnar por mejores condiciones para vivir.

Empero, explica el especialista, para que estos movimientos sean exitosos tienen que enfrentarse a diversos obstáculos.

“Están los factores externos, enfrentarse a un poder político que tiene muchas instancias que, al final de cuentas, pueden ejercer la represión y pueden estigmatizar las luchas, convencer a la opinión pública de que su lucha no tiene legitimidad”, subrayó.

El académico también hizo énfasis en que la mayoría de las veces se impone la visión mercantilista de la ciudad; no obstante, hay bastantes procesos donde las luchas detienen proyectos e inician procesos organizativos, otro ejemplo, además de El Parián, es el del Corredor Cultural Chapultepec que, en el sexenio pasado, se rechazó por medio de una consulta.

Un espacio para todos

La lucha por El Parián ha sido larga y se remonta a ocho años atrás, dice Mariel Pepin, vecina del Barrio San Lucas que ha buscado que el predio se convierta en un espacio comunitario.

Pepin relató a Reporte Índigo lo difícil que fue encontrar a las autoridades a cargo del lugar porque diversas instancias habían negado su responsabilidad en el predio y, también, se opusieron a escuchar peticiones de la comunidad hasta 2024.

“Ha sido un calvario saber de qué oficina depende, nos han salido con cuentos muchas veces”, afirma la coyoacanense, quien detalló que en el sexenio de Miguel Ángel Mancera (2012-2018), se le otorgó un permiso a el Hospital de la Ceguera para ocupar una parte del predio, pero no ha existido otro proyecto que busque aprovechar el espacio.

“Nosotros como vecinos queremos hacer algo, queremos que sea un centro comunitario, que la gente del barrio pueda participar en su creación, que tenga actividades culturales y artísticas, que sea un espacio verde, abierto y que los niños tengan donde jugar”, sostuvo.

La vecina del Barrio San Lucas recalcó que el predio es muy grande y puede mejorar la vida de la comunidad, visitantes y pacientes del Hospital de la Ceguera.

“Puede hacer una presencia más amigable, para nosotros los del barrio, los pacientes y la familia que no tienen donde estar. Las áreas verdes son algo fundamental, nosotros mismos queremos participar en el cuidado”, reiteró.

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