Más allá de las diferencias discursivas, hay elementos para sostener que los candidatos a la presidencia de Estados Unidos guardan similitudes que se harán visibles a la hora de gobernar. Foto: Especial

La cruel paradoja de México y las elecciones presidenciales en Estados Unidos

Gracias a la dependencia que sostiene el país con la economía más grande del mundo, los próximos comicios solo confirmarán al personaje con el que México tendrá que sortear la revisión del T-MEC y diversas exigencias

Más allá de las diferencias discursivas que existen entre los candidatos a la presidencia de Estados Unidos, las acciones que tome la persona que resulte vencedora de los comicios no registrarán una variación significativa en la estructura de dependencia y subordinación que México tiene con la considerada economía más grande del mundo.

El país que conserva el liderazgo económico, comercial y hasta geopolítico global se prepara para celebrar uno de los procesos electorales más tensos que ha vivido, ya que la polarización que genera entre su población sugiere un verdadero choque entre dos proyectos totalmente antagónicos; aunque para su principal socio comercial no figura así en lo sustancial.

Y es que, cuando 80 por ciento de las exportaciones que produce México tienen como destino a Estados Unidos y más del 40 por ciento de la Inversión Extranjera Directa que ha llegado al país proviene de la considerada economía más grande del mundo, de acuerdo a los datos de la Secretaría de Economía, poco margen de maniobra queda para la nación respecto a la estrategia económica, comercial y  política que pueda tomar cualquier líder político estadounidense al llegar al poder, explicó a Reporte Índigo, Raúl Ornelas, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la  Universidad Nacional Autónoma de México.

“En general, los gobiernos mexicanos no se han dado a la tarea, como sucedió en otros periodos de la historia económica del país, de tratar de crear bases propias. Ahora por necesidad se tendrá que buscar incentivarlas en temas como el alimentario y el energético, por ejemplo, pero es en ese contexto de gran dependencia hacia Estados Unidos que si la actual administración intenta fomentar un cierto nacionalismo en el desarrollo de industrias, va a chocar con los intereses geopolíticos del hegemón”, advirtió el académico.

De lo anterior que, más allá de que Estados Unidos impulse la agenda demócrata o republicana durante los próximos cuatro años, la postura de Claudia Sheinbaum, presidenta de México ha sido clara al subrayar que: “Va a haber coordinación, siempre. Como lo hemos dicho, es coordinación sin subordinación, coordinación, diálogo y trabajo conjunto para poder atender, sobre todo, los temas que nos competen a ambos”.

Una actitud que toma sentido si se considera que, aunque actualmente México figura como el socio comercial más importante de la economía más grande del mundo, la coyuntura estadounidense proyecta un escenario en donde el liderazgo nacional debe buscar afianzarse ante personajes que pese a que figuran diametralmente distintos, coinciden en la búsqueda de crear las mejores condiciones posibles para que el liderazgo global de Estados Unidos perdure.

Los candidatos a la presidencia de Estados Unidos: dos caras de una misma moneda

 Un empresario conservador  y una abogada progresista poco pueden llegar a tener en común y menos cuando representan a las facciones históricamente antagónicas de la política estadounidense; sin embargo,  cuestiones como el pronunciado endeudamiento de su gobierno, la amenaza de su liderazgo global ante el avance de China y hasta los flujos migratorios han provocado que las prioridades de ambos candidatos, más allá del contraste discursivo, atiendan a las mismas necesidades de su nación.

Por ello, aunque la candidata demócrata proponga renovar el liderazgo estadounidense, mientras que el candidato republicano prometa mantener al dólar estadounidense como moneda de reserva, ambos buscan preservar el lugar preponderante de su país en temas como la producción de tecnología y el fortalecimiento de sus fuerzas armadas, por ejemplificar.

“Las políticas del nuevo gobierno de Estados Unidos hacia México afectarán en el tono y la profundidad del diálogo diplomático, influyendo en los acuerdos bilaterales y en temas estratégicos compartidos, por lo que la dirección comercial de dicho país influirá directamente en la implementación y fortalecimiento del T-MEC”, destacó al respecto Xochitl Pimienta, directora regional del Departamento de Relaciones Internacionales y Ciencia Política del Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México.

Diversas voces consideran que se podría negociar mejor con Kamala Harris

Ambos analistas consultados por este medio coincidieron en que la presidenta de México podría encontrar una ventana de oportunidad para trabajar en conjunto con Kamala Harris gracias a factores como una postura no tan agresiva como la que caracterizó a Donald Trump cuando fue presidente de Estados Unidos.

No obstante, todo queda en incertidumbre ante el hecho de que, pese a que la candidata del Partido Demócrata, Kamala Harris, conserva una ligera ventaja en las encuestas, los mercados comienzan a descontar en sus escenarios base la llegada, de nuevo, del candidato republicano Donald Trump a la Casa Blanca, con todo lo que pueda llegar a significar para México y sus planes a mediano y largo plazo.

Prepararse para lo que sea, incluso para el peor escenario luego de las elecciones en Estados Unidos

Senadores de la República, así como la gobernadora de Guanajuato opinaron a Reporte Índigo sobre el próximo proceso electoral en Estados Unidos, en donde republicanos y demócratas tienen proyectos opuestos, pero que gane quien gane no afectaría a México, sobre todo en la parte económica, aunque el país debe estar preparado ante cualquier señal adversa.

Al respecto, Claudia Anaya, senadora del Partido Revolucionario Institucional, consideró que los países siempre tienen que estar preparados para choques económicos externos, pues finalmente son cosas que no se pueden controlar.

Explicó que la manera de prepararse es teniendo “colchones de contención”, como en su momento tuvieron los Fondos de Estabilización, motivo por el cual “tenemos que tratar de prepararnos con fortalecimiento financiero interno para que los choques externos no nos causen mucho daño”, sostuvo.

La mejor forma de enfrentar el resultado de la elección presidencial más importante del mundo es alistarse para cualquier escenario y así minimizar la incertidumbre. Foto: Especial

En ese tenor, la gobernadora de Guanajuato, Libia Dennise García Muños Ledo destacó que, más allá de las diferencias discursivas entre los candidatos a la presidencia de Estados Unidos, “nosotros hemos sido espectadores respetuosos de lo que está ocurriendo”.

Aunque reconoció que Guanajuato aporta muchos migrantes “siempre estaremos trabajando porque ellos tengan las mejores condiciones y, sobre todo, que puedan tener dentro de sus comunidades desarrollo y buenos proyectos”, puntualizó.

Subrayó que independientemente del resultado, se tendrán los acercamientos necesarios para que a nuestra gente le vaya bien y, por supuesto, impulsando desde Guanajuato que sus familias se encuentren seguras y con proyectos en sus comunidades.

A nivel nacional, la gobernadora opinó que al final tenemos que esperar cuál sea el resultado de manera muy respetuosa y, a partir de ello, trabajar y construir acuerdos anteponiendo el respeto a los derechos humanos de los migrantes.

Por su parte, el senador regio por el Partido Verde, Waldo Fernández González planteó que no espera que se registren grandes cambios gane quien gane la próxima elección en los Estados Unidos.

Sin embargo, reconoció que habrá momentos álgidos, sobre todo en el tema de la revisión del del T-MEC que, hasta el momento, ha sido benévolo para México, Estados Unidos y Canadá al generarse intercambios de mercancías y conocimiento.

Ejemplificó que, hasta un contrato de renta tiene sus momentos complicados y sus momentos serenos: “Yo estoy seguro de que el equipo de la presidenta de México y los secretarios de Economía y de Relaciones Exteriores, van a defender ese tratado comercial trilateral en beneficio de millones de personas.

Tensión generalizada por los resultados de la elección

Aunque el país se mantiene en incertidumbre por lo que pueda suceder luego del cinco de noviembre próximo, sucede lo mismo para el sistema financiero internacional, inversionistas y hasta otras regiones que ante la necesidad de Estados Unidos por reafirmar su liderazgo, se han visto perjudicados ante las acciones que dicha nación ha tomado.

No resulta novedoso observar que la política económica y comercial mexicana se subordine a los intereses de Estados Unidos por la influencia que tiene la gran nación norteamericana; sin embargo, no se trata solo del país, ya que los conflictos bélicos en Medio Oriente y Europa, además de las inversiones que se están proyectando ante la tendencia de la relocalización de las cadenas de incertidumbre dependen del resultado de la próxima semana.

México no es el único lugar en el que podrán hacerse visibles las consecuencias de la decisión electoral que tomen los estadounidenses, ya que a nivel internacional también hay mucho en juego. Foto: Especial

“En las últimas semanas, tanto las encuestas nacionales como las de los siete estados decisivos se han mantenido técnicamente empatadas dentro del margen de error muestral. En el promedio de consensos de encuestas, la tenue ventaja de la demócrata, Kamala Harris, ha perdido algunas décimas de punto porcentual en las últimas dos semanas. Ciertamente nada que resulte indicativo de un cambio en el estado de empate total de la contienda. En las cada vez más sofisticadas encuestas de los estados decisivos, ambos candidatos siguen cruzándose como punteros o a décimas de punto porcentual. En rigor, todos estos datos de encuestas son indicativos de un rígido empate. Y, sin embargo, hace algunos días que los mercados y las predicciones comenzaron a abrirse a favor de Trump”, destacó recientemente la dirección de estudios económicos de Citibanamex.

Al respecto, ha destacado que Donald Trump se ha pronunciado en contra de seguir aportando recursos económicos para que Ucrania sostenga el conflicto que mantiene con Rusia y destinar ese dinero para otras cuestiones; anuncio que no ha sido recibido con agrado por diversos inversores y  hasta representantes europeos.

En ese mismo sentido, Kamala Harris también ha declarado que Israel tiene derecho a defenderse ante agresiones externas, avalando los ataques que dicho Estado ha llevado a cabo en toda la región; lo que ha incomodado a gran parte de la opinión pública internacional que ha exigido el alto al fuego.

Así, proyectos de inversión, guerras, y hasta tratados comerciales se encuentran a la expectativa del impacto que pueda generar, no solo en la región, la decisión que tomen millones de estadounidenses al acudir a las urnas.