Humberto Medina Ainslie, padre del gobernador, dejó su Notaría Pública Número 18, ubicada en Río Mississippi 51, de la Colonia del Valle, en San Pedro.
Por segundo día consecutivo Reporte Indigo acudió a las oficinas del asesor jurídico del ex gobernador Natividad González Parás para que exponga su versión sobre sus inversiones millonarias en desarrollos de San Antonio, Texas.
“No hay nadie disponible”, respondió una voz femenina a través del intercomunicador de la Notaría.
-¿No es una Notaría?, se le cuestionó a la persona.
“No, ahorita no es… No está en funciones. Entonces no te puedo ayudar”, respondió con titubeos.
El artículo 55 de la Ley del Notariado de Nuevo León establece que los notarios podrán separarse del ejercicio de sus funciones o ausentarse de su residencia mediante un escrito dirigido a la Dirección del Archivo General de Notarías.
En caso de incumplir con este requisito, según la Ley, el fedatario puede ser suspendido de sus funciones por un año.
Se contactó vía telefónica a esta Dirección, a cargo de Reynold Banda Cantú, para conocer si Medina Ainslie cumplió con el requisito para ausentarse, pero el personal consultado negó cualquier información relacionada con el tema.
E insistió en que se acudiera personalmente con el director para conocer si se había cumplido con el trámite.
Por otro lado, el artículo 181 de la misma Ley establece que cuando un notario incumple con los horarios de servicio al público es causal para una amonestación.
También indica que cuando el fedatario se niega al ejercicio de sus funciones sin una causa justificada es motivo para una multa de 400 a 800 cuotas.
Y además contempla su suspensión por un año si éste se separa de sus funciones sin dar aviso previo.
No sería la primera vez en la que Medina Ainslie tuviera problemas con la ley.
Hace años la PGR giró una orden de aprehensión en su contra debido a una acusación de robo cuando era Procurador de Justicia de Coahuila, pero solicitó un amparo y fue cobijado en Nuevo León por el ex mandatario Natividad González Parás.
Así comenzó su constante operación dentro de la administración estatal, mientras su hijo Rodrigo Medina era secretario de Gobierno y luego gobernador de Nuevo León.
