El papa Francisco ha creado una comisión para estudiar si las mujeres pueden oficiar como diaconisas, una función hasta ahora reservada para los hombres.
El Vaticano dijo ayer que Francisco “después de intensas oraciones y madura reflexión” resolvió crear la comisión de 12 miembros, que incluye sacerdotes, monjas y legas.
El comunicado señaló que en mayo reveló a las superioras de órdenes de monjas su intención de “constituir una comisión especial para estudiar la cuestión” del diaconato de las mujeres “sobre todo con respecto a los primeros tiempos de la Iglesia”. Algunos historiadores sostienen que había diaconisas en la Iglesia primitiva.
Los hombres casados que son diáconos pueden predicar y oficiar en bodas, bautismos y funerales, pero sólo los sacerdotes pueden celebrar la misa.
No ha habido la menor señal en el Vaticano de que un cambio en el diaconato afectaría la estricta prohibición de incorporar mujeres al sacerdocio.
La comisión será presidida por el arzobispo Luis Francisco Ladaria Ferrer, jesuita y número dos de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la oficina encargada de velar por la ortodoxia doctrinaria. Esto indica que las conclusiones de la comisión deberán ser conformes con la doctrina eclesial.
Sacerdocio femenino
Una organización con sede en Estados Unidos se dedicada a promover el sacerdocio femenino elogió con reservas el anuncio de ayer.
La Conferencia por la Ordenación de las Mujeres “acoge y se siente alentada por las designaciones equilibradas en cuanto a género e incluyentes de laicos para estudiar las diaconisas en la Iglesia primitiva”, dijo en un comunicado.
Añadió que la comisión es “un paso importante del Vaticano al reconocer que su propia historia honra el liderazgo de las mujeres”. También expresó la esperanza de que las conclusiones conduzcan a “una nueva realidad para las mujeres en nuestra Iglesia: que adopte como modelos la igualdad y la inclusión”.