En las próximas elecciones en Jalisco el Partido Acción Nacional (PAN) buscará posicionarse como un “instrumento” al servicio de la sociedad, reafirmando su historia y su agenda política, y combatiendo la “esquizofrenia naranja”, esto es, el doble juego de algunos panistas que, en realidad, apoyan a Movimiento Ciudadano (MC).
Así lo revela María del Pilar Pérez Chavira, presidenta del Comité Directivo Estatal del PAN Jalisco, en entrevista.
“Yo esperaría que no ocurra (un doble juego) y que sí tengamos lealtad hacia la institución (…) Es por voluntad personal que estamos en el PAN, y en ese tema yo leería que quien siga militando en el PAN es porque ha optado por seguir defendiendo la identidad, los principios, la propuesta y el programa político de Acción Nacional.
“En ese sentido, sin ser ingenuos, tendremos que estar impulsando la participación decidida de quienes han estado de alguna manera beneficiados de este esfuerzo (la alianza con MC de 2018), que en algún otro momento se hizo, pero que ahora es una realidad distinta y que tengamos que evitar lo que pudiéramos denominar la ‘esquizofrenia naranja’: nos definamos claramente, y confío en la valía de las personas, de su experiencia, del desempeño que se ha mostrado y que se recupere esa claridad de compromiso con las banderas y las causas de Acción Nacional”.
Respecto a quién será el rival a vencer en esta elección, si Morena por su potencial de crecimiento o al partido en el poder, la líder albiazul dijo que primero la apatía de la ciudadanía y después el autoritarismo.
“El hecho de ser una elección intermedia en la que se va a renovar la Cámara de Diputados federal, y que en el estado tengamos renovación tanto de gobiernos municipales como del Congreso, es la posibilidad de que todo aquello que pueda ser mejorado.
“La ciudadanía está inconforme porque los gobiernos actuales le quedaron a deber, por eso puedan tener la oportunidad de valorar otra opción, o de buscar la manera de contener todo aquello que no está respondiendo a las necesidades de los ciudadanos. Nosotros nos asumimos como un instrumento de la sociedad”, señala.
La presidenta del partido advierte, sin embargo, que no todos los panistas de Jalisco están mostrando el mismo nivel de compromiso ante los actuales retos del estado y el país, por lo que habría algunos de ellos que parecen estar en una “zona de confort”.
“Con una visión autocrítica, tendremos que reconocer que hay lugares en donde los panistas y las dirigencias se han hecho cargo del momento crucial que está atravesando el país, y particularmente cómo desde cada municipio o distrito del estado de Jalisco pueden también estar haciendo ese aporte para hacer diferentes las cosas (…) y con posibilidades de impulsar perfiles de interés para la ciudadanía. Debo ser también clara en que hay otros lugares en donde ha sido un poco mantener la inercia y, en ese sentido, pues estaríamos como en una zona de confort”.
Alianzas fallidas del PAN
A decir de Pérez Chavira, las dos alternativas de alianza local que tuvo el PAN en Jalisco, con el PRI-PRD, por un lado; y con el MC, por otro, no se concretaron por múltiples razones, entre las que destacan que el 64 por ciento de los militantes consideraron que era mejor contender solos.
“Desde agosto y septiembre estuvimos haciendo una amplia consulta con militantes por vía electrónica, y de dirigencias, en el que entre otras cosas justamente se les estaba preguntando acerca de cuál sería su apuesta en el caso de un esfuerzo conjunto, y en el tema la mayoría opinaba que era mejor que el PAN se dibujara claro en su propuesta, en su manera de hacer política, en su historia, pero sobre todo en su proyecto de nación”.
En esa oferta política, la panista incluye el fortalecimiento de la democracia, la búsqueda de la autonomía, el fortalecimiento de las instituciones, la defensa de la vida, las personas, la familia y sus bienes, el “derecho a la salud, al trabajo, a la seguridad, a un salario digno y el “humanismo político.
El PAN Jalisco, detalló su presidenta, había sentado varios requisitos para ir en alianza a la elección, pero finalmente no se satisficieron, por ejemplo, “que no causara división interna”, y “que hubiese un rumbo claro y un programa de trabajo comúnmente aceptado y la garantía de apegarse al mismo”, así como que “el electorado no se confundiera y que en un momento dado no pudiera ver como un impedimento de apoyar una candidatura el hecho de que no confiaran en que no sabían de qué color eran”.
Para ello se generaron “encuestas, hubo consultas, hubo mediciones”, sin embargo, lo que arrojaron es que las alianzas planteadas no eran rentables electoralmente: “no en todos los lugares dos más dos suman cuatro, sino que en ocasiones dos más dos restaba tres, y esa parte también tendríamos que ser muy objetivos”.