Las constantes dudas y críticas se confirmaron, así como no se puede mezclar el agua con el aceite, la alianza político-electoral entre el PAN, PRI y el PRD poco perduró. No solo son ideológicamente distintos, persiguen intereses diferentes y en el pasado inmediato han sido arduos opositores.
Es por eso que aunque los líderes partidistas anunciaron puntos suspensivos en su coalición, es probable que la fractura pronto sea definitiva.
En apenas unos años y con su crecimiento exponencial por el país, Morena provocó la unión de estos tres partidos como un bloque opositor. Ahora, el partido guinda es quien los separa con un movimiento de ajedrez que puso en jaque a una de sus piezas más débiles, el líder nacional tricolor: Alejandro Moreno.
Mientras el PRD permanece como un partido menor y con rumbo a desaparecer, el PAN parece que superó sus pugnas internas y se posiciona como el instituto líder opositor y como el captor de los votos anti Morena, el PRI atraviesa por una crisis interna y externa sin precedentes.
En el Congreso, los líderes parlamentarios caminan por su lado; la militancia tricolor ha exigido la salida de “Alito” y pedido una reestructura del partido; en lo electoral ha perdido en los últimos cuatro años la mayoría de sus territorios gobernados, incluidos sus bastiones, y se vislumbra que en 2023 ocurrirá lo mismo con el Estado de México y Coahuila.
Ante esta situación, hay quienes incluso le han dado el mote al PRI del “nuevo partido satélite”, aquel que necesita aliarse con uno más grande para sobrevivir.
Por su parte, “Alito”, sin importarle la fractura de la coalición y el ultimátum de sus aliados, siguió coqueteando con Morena e insistió en continuar con la iniciativa para que el Ejército permanezca en las calles hasta 2028.
En el discurso Alejandro Moreno, minimizó la posición de ruptura de Cortés y Zambrano y aseguró que todo era cosa de sentarse a platicar y regresarían, pero la fractura podría ser mucho más grave, ya que en la política la traición se paga con traición.
“Respetamos siempre las posiciones, los escuchamos. Ellos no hablan de ruptura, ellos hablan de una suspensión. Nosotros lo entendemos como una pausa para convocarnos al diálogo, para platicar, para acercar posiciones y para trabajar por México”, argumentó.
Moreno también reveló que tuvo comunicación con el diputado Santiago Creel, quien expresamente le dijo que tuviera claro que actualmente la alianza estaba en suspensión y no era una ruptura.
Elecciones en juego con separación de PAN, PRI y PRD
La postura de Moreno no fue compartida por Cortés y otras figuras políticas que respaldaban la coalición.
El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y creador de la coalición Va por México, Gustavo Adolfo de Hoyos, le recordó a “Alito” Moreno su compromiso en el momento de crear la alianza y lo invitó a cumplir lo pactado.
“La coalición Va por México surgió para preservar los valores de la democracia y defender la Constitución, incluyendo la lucha contra la militarización. Su fortaleza reside en el cumplimiento de lo pactado. Los líderes partidarios deben apegarse a sus principios y honrar los acuerdos”, lanzó el empresario.
Su postura fue respaldada también por Claudio X. González, quien recordó que solo en coalición se podrían ganar las gubernaturas de Coahuila y el Estado de México para el próximo año y conquistar la alternancia en la Presidencia de la República en 2024.
Las voces críticas también llegaron dentro del mismo tricolor, el exsecretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, acusó a “Alito” de originar una ruptura en el partido y en la alianza.
Lo peor, dijo el coordinador de los senadores del PRI, es que las decisiones de Moreno Cárdenas están ocasionando que el PRI pierda a su militancia, lo que le podría ocasionar más fracasos electorales.
“Cuando no se escucha, se toman decisiones unilaterales, cuando se quitan todas las funciones y decisiones a los comités estatales y municipales, cuando se centralizan todas estas decisiones en el Comité Ejecutivo, cuando no se mete más que a sus cercanos, pues sí hay fractura con mucha militancia que reclama espacios, que reclama oportunidades”, agregó.
Si se promedia la cantidad de votos para el PRI en los comicios del 2021 y 2022, el tricolor habría perdido el 18.1 por ciento de fuerza y, se perfila que sin alianza, la caída todavía sea mayor.
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