Un grupo de 30 padres de familia acudió este miércoles al exterior del Congreso de Nuevo León para protestar en contra de las restricciones de la patria potestad, pues argumentan que las personas responsables, en muchas ocasiones, no les permiten ver a sus hijos.
Los quejosos piden a los diputados crear una ley que les brinde protección jurídica para obtener una convivencia compartida y así poder pasar más tiempo con sus hijos, como es el caso de Navidad, que por diversas circunstancias no podrán vivir esta temporada juntos.
El grupo de hombres forman parte de la asociación denominada “No más hijos rehenes” quienes llevaron pancartas con mensajes para sus hijos, además que dejaron regalos que no podrán ser entregados por la falta de autorización para visitarlos.
Alejandro Ríos, vocero de la organización, expuso que algunos de los fallos del Juez para deslindar responsabilidades están envueltos en presuntas denuncias falsas por violencia familiar y psicológica, por lo cual pide la aplicación de una prueba o test psicológico a las personas denunciantes.
También expuso casos donde los abogados arman carpetas de investigación para pedir una manutención excesiva o usan a los menores de edad como “moneda de cambio”.
El representante criticó el artículo 414 bis del Código Civil de Nuevo León que, dijo, otorga la custodia de los niños a la mujer por el hecho de serlo. Así mismo, expuso que en los Centros de Convivencia Familiar no les permiten ingresar con teléfonos celulares para tomarse fotografías con sus hijos.
El movimiento tiene como objetivo proteger los derechos de la niñez y la convivencia familiar para que puedan crecer con una buena salud mental, sin importar que los padres estén divorciados.
Reactivan servicios del Centro de Convivencia Familiar de manera total
El Tribunal Superior de Justicia y el Consejo de la Judicatura aprobaron la apertura total de los servicios en el Centro Estatal de Convivencia Familiar, luego de estar suspendidos por la pandemia de COVID-19.
Los servicios que se reactivan son: terapia de integración, convivencia supervisada, evaluaciones psicológicas y socioeconómicas, además de consultas con el psicólogo para menores de edad.
Sin embargo, tras la experiencia que se obtuvo con las sesiones a distancia, las autoridades decidieron mantenerlas para aplicarlas en los casos que sea necesario.
En tanto que las autoridades correspondientes de las convivencias informaron sobre la autorización para demostrar afecto a los menores de edad, pero siempre apegados a las indicaciones de la Secretaría de Salud de Nuevo León.
“Conscientes de las consecuencias del distanciamiento social, el personal del centro deberá ser flexible y/o tolerante en las muestras de afecto o cariño, a través de besos, abrazos o acercamiento, que pueda darse entre los convivientes”, dice un documento.