Padres luchando contra el desabasto de medicamentos

Mientras las autoridades federales intentan ‘limpiar’ la corrupción en la adquisición y distribución de medicamentos, miles de padres de familia optan por la vía judicial para conseguir una esperanza de vida para sus hijos
Monserrat Ortiz Monserrat Ortiz Publicado el
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Como el Estado no pudo garantizar su derecho humano a la salud, Israel Rivas combate el cáncer de su hija Dana a través de la justicia. En febrero del 2020, Israel y otros cinco padres de familia formaron parte del amparo colectivo presentado ante el Juzgado Décimo Segundo de Distrito de la Ciudad de México en el que responsabilizan al Gobierno federal por la escasez de medicamentos en el país.

Semanas después, el Poder Judicial les otorgó una suspensión provisional que obliga a las autoridades a conseguir los medicamentos por cualquier medio, al precio que sea y sin tener que esperar a las compras consolidadas.

A la fecha, se han otorgado más de 300 amparos en todo el país, narra el padre de familia y coordinador del Movimiento Nacional por la Salud, quien considera inaceptable tener que solicitar un derecho humano por la vía jurídica.

Uno no tendría que ampararse para que le den a sus hijos los medicamentos que necesitan para sobrevivir. Estamos cansados de estas vías legales, porque en lugar de eso deberíamos dedicar nuestro tiempo a cuidar las vidas de nuestros hijos y ayudarlos a recuperarse de sus enfermedades
Israel RivasCoordinador del Movimiento Nacional por la Salud

El Movimiento Nacional por la Salud está conformado por más de 10 mil padres de familia luchando por un número similar de niños que no tienen muchas posibilidades de sobrevivir sin los medicamentos requeridos para combatir el cáncer.

Según organizaciones civiles, en México han fallecido más de mil 600 niños por el desabasto de medicamentos, resultado de la centralización del sistema de salud emprendido por el Gobierno federal bajo la insignia de que todo lo puesto en marcha en administraciones anteriores estaba plagado de “corrupción” y basado en modelos “neoliberales”.

“Se trata de una de las crisis en el abastecimiento de medicamentos nunca antes vistas en la historia del país”, considera Enrique Martínez Moreno, director General del Instituto de Investigación y Estudios Farmacéuticos (Inefam).

De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, en 2020 una de cada cuatro recetas médicas no fue surtida en las unidades de primer nivel de atención en México. Entre 2019 y 2020, las consultas cayeron en 52 por ciento en todo el sistema de salud, es decir, se registraron 45 millones de consultas menos.

Según la organización civil Cero Desabasto, entre 2019 y 2020 los pacientes con cáncer fueron los más afectados por el desabasto de medicamentos; seguidos por los enfermos de diabetes, hipertensión, VIH, epilepsia, insuficiencia renal, artritis, parkinson, lupus y esclerosis múltiple.

Compras de medicamentos centralizadas

En marzo de 2019, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) centralizó las contrataciones públicas para que el Gobierno federal se hiciera cargo de las compras de medicamentos y no la iniciativa privada. El modelo utilizado sería a través de convocatorias, con observación ciudadana y de la oficina de transparencia de la ONU.

En 2020, un acuerdo entre el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) determinó que ese mecanismo se encargaría de las compras consolidadas de medicamentos desde 2021 hasta 2024.

Ese rompimiento sacó del juego a los distribuidores, quienes se encargaban de la logística para que los fármacos llegaran a sus destinos en tiempo y forma.

“Definen mal las cantidades. Hay un mal diseño en las compras en general por la falta de un manejo adecuado de los tiempos. Para una compra consolidada en promedio se requieren 7 u 8 meses de anticipación para que los laboratorios obtengan las materias primas de manera anticipada, pero no se puede hacer en menos de dos meses”, explica Martínez Moreno.

Durante el año pasado, se distribuyeron entre 30 y 40 por ciento menos medicamentos con respecto a cualquiera de los años anteriores.

En compras consolidadas, entre 2013 y 2018 el IMSS cumplió 85 por ciento de los ejercicios, sin embargo, el avance de contratos en compras de 2020 apenas promedió 57 por ciento.

Las nuevas reglas en la compra y distribución de medicamentos se fundamentaron en la idea de que la industria era “monopolizadora” y manejaba sus procesos con “corrupción”, entre otros argumentos similares, de los cuales, el Gobierno federal no tiene prueba alguna, acusan los expertos.

Hay un desconocimiento terrible de la autoridad de cómo es el proceso de distribución para hacer llegar el medicamento a todos los rincones. Se concentraron en obtener un supuesto ahorro comprando directamente a los laboratorios para que estos hicieran las entregas directas, pero no contaron con que ningún laboratorio en México cuenta con la infraestructura para hacer llegar los medicamentos a cualquier lugar del país
Carlos Ramos AlcocerDirector ejecutivo de la Asociación Nacional de Distribuidores de Insumos para la Salud

Y es que la administración federal no tiene los mismos elementos logísticos para hacer llegar los medicamentos a sus destinos como hacían los distribuidores.

En la última compra consolidada, por ejemplo, se adquirieron cerca de mil 450 millones de piezas de medicamentos genéricos, en su mayoría. El precio promedio fue de 18 pesos y dentro de ese costo se incluyó el precio de distribución.

“El precio del medicamento ya incluía el costo para hacerlo llegar a todo el país, lo cual no representó un gasto adicional para el gobierno. El gobierno compraba un medicamento a los laboratorios y ese precio ya incluía su distribución a todos los rincones de México”, señala Ramos Alcocer.

Para 2021 sólo se ha consolidado una compra por parte del mecanismo UNOPS, la cual equivale al 30 por ciento de las necesidades de medicamentos para el primer trimestre. Aunque estaba programada para octubre de 2020, inició el 4 de diciembre debido a un “retraso en el proceso” y concluirá hasta mayo o junio de 2021.

Ante esos retrasos, la UNOPS anunció que se realizarán “compras de emergencia” para el primer semestre del año.

“Esa compra se está entregando en una parcialidad con distribuidores logísticos y en otra parcialidad los mismos laboratorios están solicitando entregar directamente ante la falta de compromiso del gobierno con sus seis operadores logísticos. Están manejando discrecionalmente la información y hay desconocimiento completo de la compra real y qué parte ya se hizo llegar a las unidades de salud”, explica Ramos Alcocer.

@ItsMonseOrtiz

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