Tras un periodo de construcción que se prolongó por seis años, finalmente el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, acordaron que la entrada en operaciones de la Línea 3 del Tren Ligero en Guadalajara se dará entre el 15 de agosto y el 1 de septiembre próximos.
De acuerdo con el dato más actualizado que ofrece la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la Línea 3 del Tren cuya construcción comenzó en agosto de 2014 tendrá un costo total de 35 mil 054.9 millones de pesos.
En su visita a Jalisco, el presidente López Obrador confirmó que: “Ya se terminó la obra y está en el proceso de transferencia o de tránsito hacia la operación, que le corresponde al Gobierno del Estado”.
Durante la conferencia matutina realizada en el estado, el gobernador Alfaro Ramírez le hizo saber al presidente que había tratado el tema de la Línea 3 con el secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT), Javier Jiménez Espriú; y que el Tren “estará terminado el 15 de agosto, pero nos dimos 15 días para que usted ponga fecha (de inauguración)”.
Posteriormente, detalló el gobernador: “El día de ayer (15 de julio) hablé con el secretario de Comunicaciones, con Jiménez Espriú, para poder proponerle al presidente justamente hoy, el que ya en función de su agenda defina una fecha de inauguración que podría estar entre el 15 de agosto y el 1 de septiembre, ya que estamos prácticamente terminando las pruebas pre-operativas; ya la obra civil está prácticamente terminada, estamos haciendo los últimos ajustes. Estamos listos, presidente, ya para empezar operaciones, entonces ya será cuestión de poner una fecha”.
Aunque la planeación, ejecución y financiamiento de la Línea 3 del Tren han sido responsabilidad del Gobierno federal, su operación diaria recaerá en manos del Gobierno de Jalisco, mediante su organismo Sistema de Tren Eléctrico urbano (Siteur); sin embargo, por lo dicho por Alfaro Ramírez este ente ya está listo para comenzar con estos trabajos:
“Estamos ya en la orilla para iniciar operaciones de la Línea 3 después de un proceso muy largo que ni fue responsabilidad del presidente ni mía; es un tema que nos dejaron ahí, que tuvimos que resolver y que el presidente en su primer visita para Jalisco tomó la decisión de terminar una obra que ya se iba a anunciar desde hace dos años como terminada, ya inclusive iban a poner la placa de inauguración, y llevamos un año y medio trabajando sin parar, pero estamos ya en la orilla y el 1 de septiembre a más tardar parece ya estamos listos y en condiciones de arrancar operaciones“.
Con respecto a la próxima Línea 4, que comunicaría a Guadalajara con Tlajomulco, el gobernador agregó que “ya están todos los trabajos de planeación terminados y listos para poder arrancar también cuando el presidente lo indique”.
López Obrador aseguró que se optó por autorizar un presupuesto adicional para la Línea 3, pues de no haberlo hecho su conclusión se habría dado hasta en dos años más: “Hicimos un esfuerzo porque si se continuaba con el programa de obras y de presupuesto original íbamos a terminar el tren hasta el 2022 y tomamos la decisión de reunir recursos para entregarlo”.
Reparan relación con Línea 3
Luego de que la relación política entre el presidente de México y el gobernador de Jalisco tocara fondo en los primeros días de junio, en este encuentro que tuvieron ambos destacaron la buena coordinación que existe –dijeron- para la atención de las problemáticas más esenciales.
Dijo López Obrador: “Hemos estado trabajando, repito, de manera organizada. (…) Podemos tener diferencias; eso es consustancial a la democracia, nadie debe alarmarse (…); sin embargo, en asuntos como este que tiene que ver con la seguridad del pueblo (…) estamos las autoridades obligados a actuar de manera coordinada, a hacer a un lado las banderías partidistas, y eso es lo que estamos llevando a cabo en el caso de Jalisco”.
En un evento siguiente agregaría: “Ante amenazas e intimidaciones le decimos al gobernador que no está solo, cuenta con el apoyo del Gobierno federal. Estamos juntos para enfrentar el desafío de la delincuencia“.
El trato entre el presidente y el gobernador se fracturó luego de que este acusara al primero de estar detrás de las manifestaciones violentas que se dieron en Guadalajara el 4 de junio, por la muerte de Giovanni López a manos de la Policía de Ixtlahuacán de los Membrillos, y quien fue detenido por no portar cubrebocas (medida impuesta por Alfaro Ramírez, quien autorizó el uso de la fuerza pública para hacerla cumplir).
Durante el encuentro una reportera le preguntó al gobernador si ya tenía pruebas de la acusación que lanzó contra el presidente, a lo que respondió:
“Tendré la oportunidad (…) de platicar en un rato más con el presidente. Lo dije desde un principio, están las grabaciones y están los testimonios, inclusive los tengo preparados por si se ofrecía, pero no es el caso. Lo que dije siempre es que yo creo que el presidente es un hombre de bien, que no haría algo para lastimar a Jalisco, lo dije desde un principio; y señalé por supuesto la percepción que tenemos de la intervención de algunos actores. Por supuesto es mi compromiso (…) entregarle al presidente de manera personal la información que tenemos al respecto y confío en que él la va a revisar y tomar las decisiones que sean convenientes”.
En su discurso inicial, el gobernador había dicho: “sé que podemos distinguir la diferencia entre la congruencia y la bravuconería, entre la firmeza y las ganas de pelear. Defender a Jalisco no significa confrontarse con el gobierno de la República, tener diferencias en la manera de ver algunos temas no significa que seamos enemigos.”
El gobernador conminó al presidente a convocar a un nuevo pacto fiscal “justo y equitativo”, a lo que dijo el segundo: “Entiendo que lo que se busca es un nuevo pacto fiscal para que lo que se recauda a nivel nacional se distribuya con una nueva fórmula. Eso lo vamos a analizar y es, repito, una demanda legítima de los gobiernos estatales y de los gobiernos municipales”.