Pacientes con VIH en el limbo por medicamentos

Hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) presentan un desabasto de medicamentos para atender a los pacientes que portan el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) desde hace tres semanas.

Defensores de derechos humanos y organizaciones de la sociedad civil denuncian que en todo el país se registra la falta de estas medicinas. Tras la noticia, el IMSS anunció la incorporación de un nuevo medicamento de última generación para derechohabientes con VIH.

En entrevista para Reporte Índigo, Miguel Corral, integrante de Fronteras Unidas Prosalud y vocal del Consejo Nacional para la Prevención y el Control del SIDA (Conasida), explicó que los medicamentos que escasean para la población que vive con VIH son efavirenz y truvada los cuales forman parte del tratamiento antirretroviral que necesitan para controlar el virus.

“Las autoridades ya reconocieron que han tenido problemas e incluso ya informaron que se va a incorporar un nuevo esquema de medicamento de nueva generación con mayor efectividad y seguridad para personas con VIH, eso es muy bueno; sin embargo, se debe seguir trabajando en las mesas de atención integral para resolver el problema de desabasto” comentó.

A través de un comunicado, el IMSS detalló que el nuevo esquema Biktarvy –compuesto por Bictegravir, Emtricitabina y Tenofovir–, ha demostrado mayor efectividad y seguridad, así los derechohabientes, tratados actualmente con Truvada+Efavirenz y algunos otros, y cuya valoración médica así lo determine, podrán migrar al nuevo tratamiento.

Población en riesgo por falta de medicamentos

Cifras del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/SIDA (Censida) revelan que en promedio 41 personas se infectan con este virus cada día, mientras que uno de cada tres mexicanos que viven con VIH no saben que lo portan.

De acuerdo con Corral, no contar a tiempo con los medicamentos puede derivar en que las personas con el virus generen resistencia y así el virus podría replicarse. Esto deterioraría el estado de salud de las personas e incluso implica el riesgo de desarrollar SIDA.

“Cuando una persona es resistente a un esquema de medicamentos la propuesta es darle un esquema distinto pero lo mejor es que no se tenga que recurrir a esa opción, debe de lograrse que el esquema de inicio funcione y no se vea afectado por el desabasto”, puntualizó.

El 1 de diciembre, en el marco del Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, el Censida informó que durante 2018 se estimaron 1.7 millones de nuevas infecciones por VIH.

Además, detalló que desde 1983, cuando se reportó el primer caso de sida en México y hasta el 11 de noviembre de este año, se encuentran en el registro de vigilancia epidemiológica 301 mil 182 personas con VIH, de las cuales 178 mil 310 personas se encuentran vivas. En contraste, 108 mil 538 fallecieron y de 16 mil 77 se desconocía su estatus actual.

El Centro especificó también que en 2018 la tasa de mortalidad general fue de cuatro defunciones por cada 100 mil habitantes, 1.3 en mujeres y 6.8 en hombres. En ese mismo año se estima que ocurrieron 11 mil nuevas infecciones por VIH, es decir que 30 personas adquirieron el virus diariamente.

Luis Adrián Quiroz, coordinador de la organización Derechohabientes Viviendo con VIH del IMSS (DVIMSS), explicó que el tratamiento está diseñado para tomar más de tres fármacos por día y que estos puedan mantener bajo control al virus.

De acuerdo con Quiroz, alrededor de 60 mil personas con VIH cuentan con seguridad social en el país y precisó que si un paciente abandona el tratamiento por más de un mes, puede empezar a elevar su carga viral, es decir que el virus se vuelve más resistente aumentando la posibilidad de generar infecciones asociadas al VIH.

Aunado a la problemática de desabasto, en esta época de invierno los pacientes con este virus se vuelven más propensos a contraer bronquitis o neumonía que, en el peor de los escenarios, la persona tiene que ser hospitalizada.

“Ya nos hemos reunido con autoridades del Instituto y lo importante es que reconocieron que hay un problema, por eso ya empezamos a trabajar para ver los puntos donde había problemas y pudimos ver que de repente en algunos hospitales ya llegaba el medicamento pero alguien de la farmacia no lo colocaba en el anaquel”, relató.

Al preguntarle sobre cuáles eran las razones que produjeron el desabasto, Quiroz comentó que la explicación de las autoridades de salud fue que algunos proveedores habían dejado de tener determinados antirretrovirales.

“Lo que nos informaron fue que ya se dio la oportunidad de que el Seguro Social migrara a una opción mejor y así poder garantizar la medicina a cada uno de sus derechohabientes”, mencionó.

Quiroz, quien ha trabajado durante 18 años con los derechohabientes con VIH, explicó que es de vital importancia que el IMSS sea el proveedor de los medicamentos ya que algunos de ellos tienen precios al público que oscilan entre los 15 y 16 mil pesos.

“No tenemos otra vía para conseguir las medicinas, no hay cómo poder obtener esos fármacos de una manera alterna por eso nuestra exigencia para el Seguro es que regule los procesos de compra y, en el caso de que algo falle, hacer cambios pertinentes para garantizar que el tratamiento antirretroviral tuviera una continuidad para cada uno de los derechohabientes”, expuso.

Ante dicho escenario, Miguel Corral llamó a las personas con VIH a no caer en desesperación y no recurrir a la compra de medicamento en el mercado negro o en línea.

“Sabemos de casos en los que las redes sociales se vuelven espacios para comercializar de manera ilegítima y peligrosa medicamentos. No deben de comprarlo porque no se sabe con certeza que lo que compran es lo que realmente necesitan, ya que no cuentan con vigilancia farmacéutica, médica ni institucional”, subrayó el integrante de Fronteras Unidas Prosalud.

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