Ovidio Guzmán, “El Ratón”, quien se encontraba detenido en Estados Unidos, ya no está bajo custodia del Buró Federal de Prisiones (BOP), de acuerdo con registros de la propia agencia.
En el portal de Buró se indica que el prisionero con número 72884-748, Ovidio Guzmán López, dejó de estar en custodia de las prisiones estadounidenses hace dos días, desde el 23 de julio.
Aún no hay un pronunciamiento oficial sobre el hecho, por lo que Guzmán López podría estar bajo custodia de otras autoridades estadounidenses.
Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, fue trasladado el año pasado a una prisión en Chicago desde el Penal del Altiplano, acusado de narcotráfico.
“El Ratón” fue detenido, por segunda vez, en Jesús María, Sinaloa, el 5 de enero de 2023. Una primera detención, en octubre de 2019, provocó el llamado “Culiacanazo”.
Ese día, elementos militares detuvieron a Ovidio Guzmán, lo que provocó bloqueos y enfrentamientos entre militares y los sicarios de “Los Chapitos”, pues los hermanos del “Ratón”, Iván Archivaldo, Alfredo y Joaquín, se movilizaron para evitar que fuera enviado fuera del estado.
Debido a esto, el presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó su liberación.
De acuerdo con las autoridades de Estados Unidos, López Guzmán era el encargado de fabricar fentanilo para “Los Chapitos”. Durante su estancia en Almoloya, su abogado indicó que el hijo del “Chapo“, padecía ansiedad y depresión, por lo que requería medicamentos especiales.
Joaquín Guzmán entregó a “El Mayo”: WSJ
A dos días de a liberación de “El Ratón”, su hermano Joaquín fue detenido por las autoridades estadounidenses en un aeropuerto en Texas, junto al “Chapito” viajaba uno de los capos que por más de 40 años evadió ser capturado.
El medio The Wall Street Journal reportó este jueves que Joaquín Guzmán López, hijo del capo Joaquín “El Chapo” Guzmán, engañó a Ismael “El Mayo” Zambada y lo entregó a los agentes estadounidenses.
Citando a funcionarios mexicanos y estadounidenses, el medio asegura que el “Chapito” engañó al fundador del Cártel de Sinaloa para volar a Texas.
Zambada creyó que iban hacia unas pistas clandestinas en México y la operación se llevó a cabo de manera conjunta entre la Oficina de Investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional y el FBI.