Otra decisión precipitada
A tres meses y 21 días de que concluya su administración, el presidente Felipe Calderón toma decisiones a tambor batiente.
Ahora tocó a las telecomunicaciones. La justificación: el interés público y la subutilización de las frecuencias.
Esos fueron los móviles para que el gobierno decidiera reclamar toda la banda 2.5GHz del espectro radioeléctrico para destinarlo a servicios de 4G.
Una medida que afecta a 11 operadores con 68 concesiones, 42 de las cuales están en manos de la empresa MVS.
Georgina HowardA tres meses y 21 días de que concluya su administración, el presidente Felipe Calderón toma decisiones a tambor batiente.
Ahora tocó a las telecomunicaciones. La justificación: el interés público y la subutilización de las frecuencias.
Esos fueron los móviles para que el gobierno decidiera reclamar toda la banda 2.5GHz del espectro radioeléctrico para destinarlo a servicios de 4G.
Una medida que afecta a 11 operadores con 68 concesiones, 42 de las cuales están en manos de la empresa MVS.
Aleida Calleja, presidenta de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (AMEDI), juzga que la medida anunciada por la SCT “es discrecional, a todas luces”.
Sobre todo, cuando se toma una decisión de este tipo para beneficiar a ciertas empresas, a pocos meses de que concluya el actual gobierno, comenta la experta a Reporte Indigo.
El gobierno “tendrá que ser muy cuidadoso con todo el proceso de licitación”, opina Gerardo Soria, presidente del Instituto de Derecho a las Telecomunicaciones (IDET).
Las empresas afectadas darán sus argumentos y tienen dos vías de defensa, explica, la nulidad y el amparo, una vez que conozcan los argumentos del gobierno.
La mayor parte de las concesiones de esta banda que licitará, nuevamente, se encuentran en manos de MVS que preside Joaquín Vargas.
El empresario ofreció a las autoridades 500 millones de dólares para refrendar el 12 por ciento de las concesiones que tiene en ese espectro.
Sin embargo, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes le pidió mil 200 millones de dólares por los 140 de los 190 MHz con que cuenta la empresa de medios.
Fueron sólo promesas, pues hace apenas unos días,-el pasado 27 de julio, el propio Vargas dijo tener confianza en que el gobierno le otorgaría la revalidación de las concesiones antes de que terminara el sexenio.
Pero no fue así. El pasado miércoles el titular de la SCT, Dionisio Pérez Jácome , anunciaba el reordenamiento de esa banda que cuenta con 68 concesiones vigentes, de las cuales MVS tiene 42 y las 26 restantes son de 11 operadores diferentes.
En un comunicado, la dependencia destacaba que desde 2007 se reunía con representantes de MVS para autorizar la prórroga, pero la empresa nunca aceptó.
Para los expertos, si el gobierno quiere evitar líos legales con las licitaciones, deberá ofrecerle “algo” a MVS.
Lo claro es que la decisión deja abierta la puerta para que los concesionarios afectados pudan aceptar algún ofrecimiento intermedio como una sustitución, prevista por la ley.
Por lo pronto, las autoridades abrirán una etapa de argumentos y pruebas para que MVS defienda sus frecuencias, pacte el monto de la indemnización o se sume a la política del gobierno para usar de manera eficiente el espectro.
La pregunta ahora es si existe realmente un interés público de retomar el espectro para un mejor uso económico. Ahora que si el gobierno litiga este asunto en los tribunales, podrían pasar varios años para que se resuelvan, lo que dañaría a los consumidores.
Lo más recomendable es que la SCT logre una buena negociación en esta primera etapa probatoria, para que la licitación se realice en el segundo semestre del próximo año.
El procedimiento va blindado para no perderlo en un tribunal. Tiene un fundamento jurídico establecido en el artículo 23 de la Ley Federal de Telecomunicaciones, explica Gerardo Flores, presidente de la Comisión de Radio, Televisión y Radio de la Cámara de Diputados.
Los puntos clave
Los avances tecnológicos han cambiado gradualmente las posibilidades de uso de la banda de 2.5 GHz. El objetivo es que se aproveche todo su potencial para brindar servicios de telecomunicaciones móviles avanzadas.
En la actualidad, existen dos tecnologías con economías de escala suficientes para utilizarse en el despliegue de redes móviles: WiMax (Worldwide Interoperability for Microwave Access) y LTE (Long Term Evolution).
Independientemente de la tecnología que se elija, se requieren tramos de cuando menos 40 MHz, de modo que se obtenga el máximo rendimiento de ambas opciones.
Otros países que han emprendido este reordenamiento de frecuencias podrán atender en pocos años a varios millones de usuarios.
En México, en cambio, la banda de 2.5 GHz sirve apenas a poco más de 200 mil suscriptores.
Por los periodos de vigencia originales de las concesiones, resulta inviable esperar al término natural de ellas, pues se condena al país a no utilizar plenamente la totalidad de las frecuencias referidas hasta el año 2020.
Significa un rezago inadmisible, si queremos ser competitivos en telecomunicaciones a escala global.
Diversos países han empezado el reordenamiento recomendado: 10 en Europa, tres en Asia, y en América, Canadá, Brasil, Chile, Colombia y Perú.
En 2000, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) identificó esta frecuencia como susceptible para la prestación de servicios internacionales móviles.
La Cámara de Senadores aprobó en 2004 las actas finales de la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones de la UIT, lo que dio a elementos para emprender el reordenamiento de la Banda de 2.5 GHz.