Luego de que 12 personas resultaran lesionadas durante un enfrentamiento entre policías y supuestos integrantes de una comunidad otomí que fue desalojada por invadir de manera ilegal un inmueble de la colonia Juárez, los expulsados mantienen desde ayer un campamento en protesta y con la intención de no abandonar el predio.
De acuerdo con los reportes, la propiedad marcada con el número 18 de la calle Roma se encontraba invadida desde hace aproximadamente 20 años por un grupo de personas que se hizo pasar por damnificados del sismo del año pasado y también del de 1985.
En cumplimento a una orden de desalojo emitida por la Tercera Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia, cerca de 100 granaderos se presentaron en el sitio para efectuar la acción legal, no obstante, un grupo de inconformes se opuso al dispositivo, agrediendo a los efectivos con palos, botellas y hasta objetos en llamas.
Durante la agresión, reportó la Secretaría de Seguridad Pública (SPP) de la Ciudad de México, 10 policías resultaron lesionados además de dos los invasores, mismos que fueron traslados al Hospital Ángeles Mocel para recibir la atención médica correspondiente.
Pese a todo, el inmueble quedó asegurado por elementos de la policía local, mientras que los desocupados advirtieron que no se moverán de las inmediaciones ya que durante el desalojo se ejerció un exceso de violencia y sus derechos humanos fueron quebrantados.
