Desde hace 15 años comenzaron los avistamientos de osos en la Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM). Estos ejemplares bajan desde el área boscosa del Parque Nacional Cumbres con un propósito: encontrar alimento.
Este comportamiento es cada vez más común entre los osos jóvenes, que buscan alimentarse de los desechos orgánicos de la basura.
Estos animales poseen uno de los olfatos más desarrollados del mundo animal, pues este sentido es hasta 10 veces más agudo en ellos que en los perros.
En entrevista con Reporte Índigo, Rogelio Carrera, especialista en el comportamiento de esta especie, explicó que el alimento natural de los osos negros no se encuentra disponible durante todo el año en su hábitat, lo que los obliga a desplazarse para hallar alimento.
De acuerdo con Guerra, este comportamiento está relacionado con la eficiencia energética del oso, pues le resulta más redituable buscar comida entre la basura, que perseguir un venado para tratar de cazarlo.
“Lo que vemos con el paso de todos estos años, es que tenemos generaciones enteras de osos que empezaron a tener contacto con la comida de origen antropogénico, ya sea porque la gente les da de comer o porque encuentran comida en la basura.
“El caso es que hay osos que desde que nacieron sus madres los llevaban a comer basura, los cuales ya crecieron y estos a su vez, ya tuvieron crías, entonces tenemos una situación generacional de animales acostumbrados a la ciudad. Tenemos el cambio en el comportamiento y el periodo de interfagia de osos”, dijo el especialista.
El nuevo comportamiento que exhiben los osos ha provocado que aumente el avistamiento de ejemplares en la zona urbana de Monterrey. Una de las “visitas” más recientes ocurrió en la colonia Real San Pedro, en el municipio Zuazua, un emplazamiento alejado del Parque Nacional Cumbres.
“Ellos tienen una época del año donde encuentran alimento, se le llama interfagia y luego tienen otra en la que no tienen nada de comida, de manera que están adaptados para que, en la parte del año en la que tienen alimentos, acumular grasa.
“Se alimentan constantemente para subir de peso, para que en la época del año que no tienen comida puedan sobrevivir, justamente estamos en esa época de interfagia donde ellos buscan alimentarse constantemente y quieren comer durante 24 horas, pues deben consumir 20 mil calorías al día. Esta época dura desde la mitad de agosto, hasta la mitad de noviembre”, menciona Carrera.
Por todo ello, las previsiones de los especialistas mencionan que los neoleoneses tendrán que aprender a convivir con los ejemplares de esta especie.
Sin embargo, se ha observado que el acercamiento con las personas de la Zona Metropolitana de Monterrey, ha “humanizado” el comportamiento de los osos.
La tranquilidad de estos animales, pertenecientes a la fauna salvaje, ante situaciones como la toma de una selfie por parte de una mujer en el Parque Ecológico de Chipinque (PEC), episodio ocurrido el 18 de julio de 2020, o el hallazgo de un oso dormido afuera de una privada del municipio de San Pedro, son muestras de ello.
Osos desesperados por comida
A esta problemática se suma que Nuevo León está pasando por periodos de sequía, algo que aunque siempre ha ocurrido, pues es parte de los procesos climáticos naturales de la región, durante este 2022 fue aún más acusado.
“El problema para ellos, con la falta de agua, es que en temporada de sequía baja la producción de frutos, hay menos, entonces por la falta de disponibilidad de este alimento, los osos tienen que moverse más para buscar qué comer, y es lo que provoca una situación crítica.
“Estamos en el periodo de interfagia anual y además estamos en un año de sequía, y por eso estamos viendo a los animales moviéndose por todas partes, desesperados en buscar alimento”, mencionó Carrera.
Para evitar la llegada de osos a la ciudad, así como el avistamiento, el especialista considera que los ciudadanos que viven cerca de la zona del Parque Nacional Cumbres, y en la periferia, deben tener un manejo adecuado de los desechos sólidos.
“Por ningún motivo la gente debe alimentar a los osos de buena gana, como un acto de compasión, es lo peor que podemos hacer para ellos, como segundo punto, no se debe permitir que los osos tengan acceso a los alimentos que se dejan en la basura. Se debe sacar en el día y no en la noche.
“No debemos permitir que los desechos permanezcan toda la noche, porque es cuando están más activos los osos, hay que sacar la basura, de preferencia, cuando llegue el camión”, concluyó el especialista.
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