Diversas organizaciones defensoras del medio ambiente rechazaron las decisiones de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados y del Senado de designar la presidencia de las Comisiones de Medio Ambiente al Partido Verde.
Señalan que, aprovechando que presidían las citadas comisiones en pasadas legislaturas, el PVEM ha impulsado sistemáticamente contenidos regresivos en las leyes ambientales.
“Estas designaciones manifiestan un profundo desinterés por la protección de los recursos naturales del país, dejándolos en manos de un partido político que en los pasados comicios obtuvo menos del 5% de los votos y cuyo desempeño legislativo se ha distinguido por impulsar intereses económicos particulares por encima de la protección del patrimonio natural de las y los mexicanos”, señala el comunicado firmado por organizaciones como Greenpeace México, la Red Ciudadana por el Derecho a la Biodiversidad, Fundar y Alianza Mexicana Contra el Fracking.
Durante la pasada legislatura, señalan las organizaciones, el Verde impulsó una iniciativa de Ley Forestal regresiva, negándose sistemáticamente a abrir un proceso de participación y consulta. Y el resultado fue una versión de Ley con múltiples contradicciones que entre otras cosas, van a dificultar el manejo forestal sustentable.
Además, recordaron la iniciativa de la Ley General de Biodiversidad que la bancada del Verde presentó durante la pasada legislatura, un texto plagado de omisiones, que atentaba contra la biodiversidad y que pasaba por alto el derecho a la consulta previa, libre e informada a los pueblos indígenas y las comunidades.
“La Ley General de Biodiversidad se aprobó en Comisiones aprovechando que la atención pública estaba centrada en la discusión de la cuestionada Ley de Seguridad Interior, lo que muestra el actuar sucio y mañoso que ha distinguido a este partido político”, señala el documento.
Por último, cuestionan el rol del PVEM en la reforma energética, el cual, consideran que ha demostrado su profundo desdén por temas ambientales, promoviendo la dependencia del país en los combustibles fósiles sin importar los impactos al agua, aire, suelo, clima y comunidades.
