El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) ordenó a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) buscar y dar a conocer cualquier expresión documental relacionada con la instalación de la planta cervecera de la empresa estadounidense Constellation Brands y la construcción del Acueducto Ejido Villahermosamexicali en Mexicali, Baja California.
El Comisionado Joel Salas, quien presentó el asunto en el Pleno del INAI, señaló que de acuerdo al Reporte de Monitor de Sequía de la propia Conagua, todos los municipios de Baja California presentan una clasificación de sequía que va de normalmente seco a sequía extrema, por lo que la construcción de la planta podría afectar aún más el suministro de agua para la población.
“La planta cervecera consumiría alrededor de 20 millones de metros cúbicos anuales, lo que equivale al consumo de agua de una ciudad de 750 mil habitantes. Aunado a ello, en 2017, el gobierno estatal dio a conocer la construcción de un acueducto de 47 kilómetros, para llevar agua del Rio Colorado hasta el sur de Mexicali para abastecer la nueva planta”, expuso.
Salas explicó que transparentar la información sobre este tema permitirá que tanto Conagua como otras autoridades involucradas puedan demostrar que las obras están tomando en cuenta los impactos hídricos y medioambientales en la zona y a vigilar el correcto uso del recurso público.
“Les ayudará a demostrar si el planteamiento y construcción del proyecto, equilibra la derrama de beneficios sociales y económicos para la población, y el mantenimiento en beneficio del medio ambiente. Hacer pública esta información, permitirá a la CONAGUA refrendar su compromiso con la transparencia y comprobar que vela por una cobertura de servicios de agua potable, bajo un esquema sostenible para todos los mexicanos”, concluyó.
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La controversia por la construcción de la cervecera llegó al pleno del INAI después de la negativa de Conagua a una solicitud de un particular que pidió conocer “documentos o cualquier expresión documental, incluyendo permisos convenios, manifestaciones de impacto ambiental, autorizaciones o valoraciones de impacto ambiental y seguridad o fichas técnicas” sobre el proyecto, argumentando la inexistencia de la información.
El INAI determinó que las unidades administrativas que desahogaron la solicitud de acceso, sí cuentan con las atribuciones para conocer de lo requerido, toda vez que son las encargadas de otorgar permisos, autorizaciones y concesiones en materia de aguas nacionales, así como de la construcción de obras de infraestructura hidráulica relacionadas con el agua potable.
Por lo que en caso de mantener el argumento de la inexistencia, “resulta necesario que el sujeto obligado precise las razones por las cuales no cuenta con la información, es decir, debe pronunciarse sobre los motivos o circunstancias por las cuales no obra documento alguno relacionado con los dos puntos requeridos en la solicitud”.
Desde 2015, cuando se aprobó la construcción de la planta, surgió un movimiento de rechazo por parte de diversos sectores de la sociedad civil, que hasta el día de hoy mantiene una fuerte resistencia y presión hacia las autoridades.
El principal argumento del rechazo ha sido el elevado consumo de agua por parte de la empresa en una región donde el líquido es escaso.
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