Mientras Morena se moviliza para buscar la revocación de mandato, irónicamente el bloque opositor conformado por los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática se opone, incluso presentando una acción de inconstitucionalidad en contra a mediados de octubre.
También han pedido a la población no votar, como lo hicieron en la consulta popular de agosto pasado.
Alejandro Rosas Marín, director de Disruptio, explica que “la oposición no quiere jugar el juego del presidente participando en estos ejercicios y, desde su lógica, se entiende. No tienen la fortaleza para organizar las estructuras y poderlos sacar por esa vía, no lo van a lograr, y dos, sería hacerle el caldo gordo”.
Pese al rechazo del bloque opositor a la revocación de mandato, el Frente Nacional Anti-AMLO comenzó a reunir firmas para solicitar la consulta apenas pasaron las elecciones federales de junio, incluso antes de que se aprobara la ley reglamentaria en la materia. Ante la postura de la coalición Va por México, FRENA tachó a sus integrantes de “vendepatrias” y reafirmó que buscará retirar al primer mandatario en marzo próximo.
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Arturo Sánchez Gutiérrez, académico del Tec de Monterrey, señala que “hay algunos grupos, pero, por ejemplo, no veo a FRENA tan activo como el año pasado, haciendo rodadas y mítines cada semana. Saben que, de cualquier forma, sin esfuerzo y sin gastar dinero, va a haber revocación de mandato. Ya cuando se convoque, seguramente formará parte de la campaña para que la gente participe y vote para que (López Obrador) se vaya”.
Aún con la intención de FRENA de movilizar a sus integrantes para lograr la revocación de mandato de López Obrador, tanto Sánchez Gutiérrez como Rosas Marín, coinciden en que lograr el 40 por ciento de participación que mandata la ley para que la consulta sea vinculante resulta una expectativa poco probable de cumplir. Mucho menos perciben escenarios en los que el presidente resulte perdedor en el proceso.
