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El debate sobre los temas prioritarios en la agenda nacional como la creación de la Guardia Nacional, la Reforma Educativa o la modificación del artículo 19 Constitucional para agregar delitos al catálogo de prisión preventiva ha dejado en evidencia el extravío que viven los partidos opositores, desarticulados, sin proyecto político e inmersos en sus propias pugnas internas.
Esta crisis se hace más evidente en los tres institutos que han dominado la política nacional durante los últimos 30 años y que a diferencia del inicio del sexenio anterior -donde articularon el ambicioso Pacto por México- con el surgimiento de la nueva fuerza hegemónica guinda se han visto reducidos a su mínima expresión, con sus principales líderes históricos fuera de los partidos, divididos y desacreditados ante la opinión pública.
La más clara muestra de esta realidad que vive el tricolor es la mancuerna que realizaron con Morena y sus aliados en la Cámara de Diputados y con la cual el partido en el poder logró aprobar el dictamen que crea la Guardia Nacional en un periodo extraordinario.
Ahora que el Senado se encuentra analizando lo ya discutido por los legisladores, se implementó, al igual que se hizo en su momento en San Lázaro, un parlamento abierto para discutir las implicación que trae la creación de una Guardia Nacional en los términos planteados y en el cual participarán, además de la clase política, expertos en la materia, académicos, organizaciones civiles y hasta víctimas de la violencia del país.
Este ejercicio democrático que concluirá el próximo 15 de febrero representa una primera victoria para la Oposición pues fue propuesto por los partidos que la conforman; además de ser una muestra de cómo organizados sí pueden fungir como un contrapeso a la aplanadora guinda.
Por lo pronto ya existen cuatro puntos -uno de ellos ya cumplidoque los partidos de la Oposición en la Cámara baja enlistaron para apoyar la minuta y que esta sea aprobada en el menor tiempo posible: discusión en parlamento abierto (se está realizando); que la Guardia Nacional tenga exclusivamente un mando civil; que en paralelo se redacte la ley orgánica que la regiría y que la actuación del Ejército en las tareas de seguridad pública sea temporal, acotada y extraordinaria.
Aunado a esto, la histórica unidad priista se ve amenazada por la disputa de la renovación de la dirigencia nacional, proceso que se llevará a cabo este mismo año mediante una consulta abierta a las bases del partido. Un puesto para el que ya levantaron la mano Ivonne Ortega, exgobernadora de Yucatán; Ulises Ruiz, exgobernador de Oaxaca y Alejandro Moreno Cárdenas, actual gobernador de Campeche y quien ya dijo que nada más esperará que se emita la convocatoria para pedir licencia a su cargo y así poder competir en el proceso interno de selección.
Aunque aún mantiene a personajes afines en los liderazgos de las bancadas legislativas, está lejos de contar con el apoyo y la unidad de todos sus legisladores, conflicto que se ha venido cultivando desde que se tuvo que decidir al candidato presidencial para contender en los comicios del pasado 1 de julio por la presidencia de la república y que desde la renuncia de Margarita Zavala y de Felipe Calderón al blanquiazul ha ido en aumento.
No obstante, a pesar de las dificultades internas a las que se enfrentan, se han tomado muy en serio su papel de Oposición, criticando todas y cada una de las iniciativas y propuestas de Morena, a tal grado que, con el apoyo de Movimiento Ciudadano, el Partido de la Revolución Democrática y hasta el PRI, mismos que en 2013 avalaron la reforma de Enrique Peña Nieto, presentaron una contrarreforma educativa a la ya lanzada por Andrés Manuel López Obrador.
Por su parte, el PRD, con una dirigencia colegiada interina, está a un paso de la extinción, sin fecha aún para la celebración de su Congreso Nacional, sin una definición clara del futuro del instituto político y ante el riesgo de perder su registro como partido en las cinco entidades en las que se celebrarán elecciones ordinarias este año.
A este panorama se suma otro factor que pone en peligro a los partidos que hoy en día conforman el bloque opositor: la creación de nuevas instituciones políticas como la que se prevé crearán Margarita Zavala y Felipe Calderón o “La Maestra” Elba Esther Gordillo, siendo el primero de éstos una amenaza directa para el blanquiazul y Movimiento Ciudadano; mientras que el segundo podría ser el que marque finalmente el ocaso del Sol Azteca.
Partidos en peligro
En México la oportunidad de que un nuevo partido nazca llega cada seis años, después de celebrarse las elecciones federales en las que se renueva la presidencia del país
Así fue como Andrés Manuel López Obrador consiguió hacerse del puesto que tanto anhelaba tras su derrota en los comicios del 2006 en los que abanderó al Partido de la Revolución Democrática.
Y aunque nunca antes se había visto en el país que un partido tan joven como lo es Movimiento de Regeneración Nacional tuviera tanto éxito, incluso logrando obtener el máximo cargo político del país apenas cuatro años después de haber obtenido su registro, eso no significa que la llegada de nuevas instituciones políticas no representen una clara amenaza para los partidas que ya existen y que viven en una constante batalla con sus homólogos por la obtención de militantes y seguidores.
Después de que Morena arrasara en los comicios pasados, los tres principales partidos que se mantuvieron al frente del escenario político por más de 30 años: PRI, PAN y PRD, ahora se encuentran en busca de una reestructuración ante su inminente pérdida de fieles.
En un intento por revertir esta difícil situación por la que atraviesan y ante su obligación de cumplir con la actualización de sus padrones ordenada por el Instituto Nacional Electoral, varios partidos ya preparan campañas de afiliación a nivel nacional para tratar de conseguir nuevos seguidores.
Actualmente los partidos que en mayor riesgo se encuentran son el PRD, el PRI y el PAN en dicho orden.
Los primeros dos por la elevada cantidad de afiliaciones indebidas con las que cuentan y ante la desbancada de sus militantes que los abandonaron para irse a Morena.
Mientras que para el PAN el principal riesgo sería la creación del partido que encabezarían el expresidente de México Felipe Calderón junto con su esposa Margarita Zavala.
De acuerdo con los últimos datos dados a conocer por el INE este año, el PRI reportó tener 6.5 millones de militantes; el PRD cinco millones; el PT 508 mil; Movimiento Ciudadano 466 mil; el PAN 376 mil; Morena 317 mil y el Partido Verde Ecologista de México 304 mil.
Sin embargo, estos números todavía no son definitivos, pues estas instituciones deberán restar las afiliaciones consideradas como indebidas que ya suman 19 mil en total.
Por ahora los partidos que ya comenzaron a organizar su búsqueda de nuevos militantes son el PRI, que inició con los trabajos en enero pasado y los cuales concluirán el 31 de diciembre de este año y Movimiento Ciudadano, cuya campaña comenzará este mismo mes con el objetivo de que al finalizar tenga 30 mil integrantes nuevos.
Por su parte, el partido del Sol Azteca no ha dado a conocer de ninguna actividad de este tipo ni tampoco el PAN, sin embargo, estas son las dos instituciones que más avanzadas van en la depuración de sus padrones
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Los contrapesos de Morena Por Luz Rangel