La bandera de Venezuela ondeará mañana por diferentes ciudades del mundo ante un llamado de la oposición a protestar por la verdad electoral.
Fue el pasado 10 de agosto que María Corina Machado, excandidata a la presidencia de Venezuela y aliada de Edmundo González, anunció la convocatoria de la protesta, la cual fue replicada en Europa, América Latina y Estados Unidos.
Mientras que en la Unión Americana se prevén protestas en Miami, en Francia cuatro ciudades, París, Marsella, Estrasburgo y Lyon, se unirán al llamado por la verdad y la democracia venezolana.
En España, los madrileños y venezolanos radicados allí se citarán a las 20:00 (hora local) para acompañar a la oposición del país petrolero en la lucha que comenzó desde el 28 de julio. Lo mismo pasará en Buenos Aires, Lima, Bogotá, Ciudad de México, Santiago, Quito y Santo Domingo, entre otros.
De acuerdo con Machado, será en más de 300 ciudades donde la gente se unirá a la protesta mundial, un apoyo que, dijo la opositora a través de su canal de difusión, espera tener en el futuro ante lo que pueda venir.
“El mundo entero sabe hoy lo que nosotros sabemos, no solo que ganamos sino que aquí hay una Venezuela unida (…) esto implica trabajar en muchos ejes dentro y fuera para informarnos y superar todas las restricciones que nos están poniendo en los medios de comunicación y ahora también en las redes sociales.
“Que le quede claro a todo el mudo lo que está ocurriendo, pero también que quede claro que esto no tiene vuelta atrás, que vamos a hacer lo que haya que hacer para hacer valer la soberanía popular que expresamos juntos el 18 de julio y que Edmundo González es el presidente electo”, difundió la inhabilitada política.
Las protestas orquestadas por la oposición llegan en un contexto social y político poco favorable para el chavismo que, ante las críticas y exigencias para un cese a la represión, afirma que existe un “imperialismo tecnológico que ataca a Venezuela”, con lo cual Nicolás Maduro busca eliminar aplicaciones norteamericanas como WhatsApp y X.
Manifestación en el Consulado de #Venezuela en #Miami en medio de las protestas mundiales contra Nicolás Maduro pic.twitter.com/B8sR94jt9Y
— Runaway Diaries (@runawaydiaries_) November 16, 2019
En opinión del líder chavista, estas redes están atacando a la juventud, a los líderes sociales, a la oficialidad y a la familia militar de Venezuela; una postura que lo aleja de la oposición que acude a las redes sociales para llamar a las manifestaciones y a la ayuda internacional.
Es a través de las redes sociales donde no solo dependencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) difunden comunicados en los que se le exige al chavismo un cese a la represión social, sino donde gobiernos latinoamericanos de corte izquierdista se unen para que se aclare la situación electoral y, dado el caso, se acepte la derrota.
La postura internacional, defendiendo la democracia venezolana
La falta de transparencia con la que el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela ha respondido a las acusaciones de presunto fraude en la elección presidencial ha llevado a gobiernos de todo el mundo a pausar el reconocimiento de Nicolás Maduro como ganador de los comicios, e incluso a llamar a nuevas votaciones.
Aunque algunas organizaciones internacionales apoyan al régimen, como la Alianza Bolivariana para América (ALBA) y el Foro de Países Exportadores de Gas, Naciones Unidas exhibió evidencias de violaciones a los derechos humanos y detenciones a menores ocurridas en el marco de las elecciones.
Más allá de la violencia registrada, un panel de expertos señaló que los resultados divulgados por el CNE carecen de las “medidas básicas de transparencia e integridad” necesarias para probar la legitimidad de lo concluido por las autoridades electorales, y que no dar a conocer los detalles de los resultados no tiene precedente en elecciones democráticas contemporáneas.
Respecto a las elecciones presidenciales en Venezuela, estamos a la espera de que los resultados sean completamente transparentes y verificables. Como Gobierno tenemos una postura clara y es que Chile, al igual que otros países, no reconoce resultados no verificados. pic.twitter.com/YT9VzmJGYC
— Camila Vallejo Dowling (@camila_vallejo) July 29, 2024
El gobierno venezolano rechazó el informe preliminar de Naciones Unidas y lo calificó de “propaganda de un intento golpista de la extrema derecha en confabulación con el gobierno de Estados Unidos”. Pese a esas acusaciones, países de la región, y de ideología izquierdista, siguen con su llamado a transparentar las elecciones.
México, Colombia y Brasil, por ejemplo, se unieron para exhortar al CNE a transparentar los resultados electorales cuanto antes; sin embargo, por separado los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Colombia, Gustavo Petro, sostuvieron una llamada el pasado 14 de agosto, en la cual concluyeron respaldar una nueva jornada electoral.
La propuesta de unos nuevos comicios con la participación de observadores internacionales para aliviar la crisis de legitimidad fue rechazada tanto por el régimen de Maduro como por la oposición. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, rechazó la idea y mantuvo su llamado a respetar la voluntad popular y transparentar los resultados.
👊 *AMLO, El Presidente de México sobre la propuesta de repetir elecciones en Venezuela:*
“NO CREO QUE SEA PRUDENTE PEDIR ÉSO DESDE FUERA. LOS PROBLEMAS DE VENEZUELA LOS RESUELVEN LOS VENEZOLANOS”. pic.twitter.com/kkOqBejaRD
— eliocaraquista (@eliocaraquista) August 15, 2024
María Corina Machado declaró que una nueva jornada electoral sería una falta de respeto no solo a la soberanía popular, sino a los venezolanos que arriesgaron su vida o que fueron asesinados el pasado 28 de julio.
“Nosotros fuimos a una elección con las reglas de la tiranía. Mucha gente creyó que nosotros estábamos locos, que nos estábamos arriesgando y que iba a haber un fraude monumental. Nosotros confiamos en la organización ciudadana y hubo gente que arriesgó su vida”, detalló.
Aprendiendo del pasado con Juan Guaidó
En Venezuela no es la primera vez que la oposición ocasiona revuelo internacional. En 2019, Juan Guaidó hizo lo propio y se autoproclamó presidente interino.
Aunque inicialmente Guaidó obtuvo el respaldo de la mayoría de los países de América Latina, de Estados Unidos, Canadá y de Europa, bastó con cuatro años para que el opositor saliera de Venezuela a Miami como exiliado.
Actualmente, el político de 41 años respalda la victoria de Edmundo González en las pasadas elecciones del 28 de julio y apoya a María Corina Machado para estar al frente de la oposición que un día él mantuvo en alto.
Ante la posibilidad de que a González y a Machado les ocurra lo mismo que a Guaidó, el doctor Fernando Neira Orjuela, investigador del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM, asegura que hay grandes diferencias para que no se vuelva a repetir ese patrón.
El que Guaidó en su momento se autoproclamara presidente sin ningún tipo de fundamento legal y sin que midiera elementos de carácter electoral, hacen que Machado y González estén un paso adelante. Ambos opositores expusieron las actas emitidas el día de las elecciones, lo que dejó ver una victoria contundente frente a Nicolás Maduro.
“En este caso, mientras no haya actas que evidencien la reelección de Maduro, el representante de la oposición es el ganador (…) Además, hemos visto que el respaldo de la comunidad internacional ha sido más fuerte hacia la oposición respecto a lo que fue en el caso de Guaidó”, afirma Neira Orjuela.
Para que la oposición de González y Machado no se debilite como le sucedió a la oposición de 2019, el especialista en la región remarca que debe equilibrar sus fuerzas para resistir los ataques de Maduro.
“Tenemos un gobierno que busca imponerse a como dé lugar, es un régimen que para consolidar un triunfo lo va a hacer de la manera más radical, un fenómeno parecido al que vemos en Nicaragua”, sostiene el académico.
Para el doctor, el que Nicolás Maduro continúe sin aceptar su derrota electoral agravará la situación del régimen al incrementarse la falta de respaldo internacional, lo que lo puede obligar a actuar con mayor represión. De acuerdo con el académico, el líder chavista puede radicalizar sus discursos y acciones en contra de la oposición.
“Vamos a ver más confrontación y polarización con el paso de los días”, agrega el doctor.
Nicolás Maduro, en búsqueda de la legitimidad
Las críticas que han surgido a la credibilidad de las elecciones al interior y al exterior de Venezuela ponen al gobierno de Nicolás Maduro en una posición difícil tanto para la gobernabilidad del país como para el reconocimiento de su mandato en el plano internacional.
Si bien 51 países han aceptado los resultados del CNE, sus vecinos geográficos más importantes y sus similares ideológicos con mayor prestigio aún exigen transparencia por parte de las autoridades electorales. Esta petición incluso ha llevado que relaciones tradicionalmente amigables, como con el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, se hayan deteriorado rápidamente.
En opinión de la doctora Claudia Edith Serrano, latinoamericanista y profesora de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, el reconocimiento de cierta parte de la comunidad internacional es señal de que la legitimidad del gobierno venezolano no es impugnada en todo el mundo; sin embargo, el último informe de Naciones Unidas abre las puertas a cuestionamientos.
“Aquí el reto que va a tener Maduro va a ser equilibrar entre los dimes y diretes que se gestan en la arena internacional frente a los acontecimientos que se relacionan con las instituciones de manera interna. Ahí va a ser el Tribunal Supremo de Justicia el que va a generar la pauta para transparentar el proceso electoral”, señala la académica.
Por ley, el CNE tiene 30 días después de la votación para dar a conocer los resultados que transparenten el proceso, y que se le exigen tanto dentro como fuera de Venezuela, pese a ello, los recursos interpuestos por los candidatos y las autoridades pueden retrasar el proceso.
La académica señala que pese a las presiones externas que enfrenta el gobierno de Maduro, quienes finalmente legitiman la elección son las instituciones y los ciudadanos venezolanos, no los actores externos.
“Quienes deben de estar satisfechos con los resultados electorales o si se vuelve a convocar a elecciones deben ser los venezolanos (…) A nivel interno debe ser más visible la autonomía de las instituciones, que se vea el rol del CNE, del Tribunal y del resto de los actores que participaron más allá del gobierno de Maduro o del candidato; en la medida en que veamos autonomía y respeto del gobierno y de la oposición al trabajo de las instituciones, se acercaran a la legitimidad”, explica la doctora Serrano.
La especialista insiste en que el camino a la credibilidad electoral pasa por las instituciones venezolanas más que por las instancias internacionales a las que la oposición apela, y advierte que de no convencer al pueblo y aceptar las decisiones del Tribunal, la oposición se arriesga a echar por la borda todo el trabajo que ha construido.
“Estamos en un Estado de Derecho y hay que dar el espacio a las instituciones, no solo por parte de la oposición sino también el gobierno, y respetar las funciones de estos órganos (…) La oposición pierde de vista que aún con los resultados del CNE, alcanzó un porcentaje de participación histórico que nunca había alcanzado y finalmente podría quedarse con esa base social y trabajar para remontar”, finaliza la académica.