Si bien los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática acusan que López Obrador utiliza sus iniciativas de reforma como un distractor ante los problemas del país, lo cierto que es que este bloque de oposición le sigue el juego al condicionar sus votos con propuestas que saben serán rechazadas.
Para enfrentar la reforma eléctrica, los partidos de Va Por México presentaron 12 contrapropuestas que exigieron fueron incluidas en el dictamen para apoyar la iniciativa. De cara al debate de la reforma electoral, este bloque repite la receta al haber presentado seis puntos que promoverán en conjunto.
Estas exigencias quedan lejos de seguir el procedimiento parlamentario correspondiente, ya que ni siquiera se presentan iniciativas propias como tal, sólo se plantean como adendums a la iniciativa oficial a cambio del voto. Esto mientras simultáneamente el bloque opositor insiste en que la reforma de López Obrador “no va a pasar”.
En entrevista con Reporte Índigo, la doctora Luz María Cruz Parcero, académica de la FCPyS de la UNAM, analiza los “asegunes” de las contrapropuestas del bloque opositor, destacando el carácter reactivo de sus demandas, puesto que surgen a partir de la agenda que marca el primer mandatario, no de una iniciativa propia.
“El Presidente sigue poniendo en la agenda los temas que a él le interesan y la oposición permanece con ese carácter reactivo. Realmente, estas propuestas surgen a partir de las iniciativas presidenciales. En un escenario político, eso resulta preocupante porque nos damos cuenta que no hay un proyecto claro, algo que puedan ofrecer a la ciudadanía”.
Incluso señala que, dentro de los puntos planteados por Va Por México, hay cuestiones ya contempladas en la ley por medio de la legislación, como las sanciones por el uso electoral de programas sociales, o por fallos judiciales, como la regulación de las mañaneras. Por lo que, en todo caso, lo que hace falta son instituciones fuertes que inhiban estos comportamientos.
Por su parte, el doctor David Morales González, académico de la FES Acatlán, explica que “la oposición, como lo vimos en la reforma eléctrica, va ganando también un núcleo o una base firme del electorado que la apoya al verla más decidida, más unida, cohesionada y con una estrategia de detenerle todas las propuestas que sean posibles al Presidente”.
Aunque este tipo de respaldos resultan útiles de cara a procesos electorales como el de 2024, Morales advierte que esta estrategia podría acrecentar la polarización del país al grado de llegar a la parálisis legislativa, en donde se dificultaría la aprobación de leyes por más urgentes o benéficas que sean.
“Estamos ante dos posturas que se pueden radicalizar y pueden polarizar a la sociedad más de lo que ya está. Estas posturas a futuro no son convenientes para una democracia, puesto que la polarización puede generar inestabilidad e ingobernabilidad”
