Omisión letal en las vacunas BCG del Sector Salud
La mala administración de los recursos en el sector salud , aunado a la pandemia de COVID-19, ha provocado la escasez de medicamentos esenciales como las vacunas BCG, las cuales son utilizadas para tratar la tuberculosis, realidad que pone en riesgo a miles de menores de edad en el país
Elizabeth González-Manrique y Rubén ZermeñoMás de dos millones de recién nacidos en México se quedarán desprotegidos de por vida ante una enfermedad que a nivel mundial mata cada año a más personas que las que han fallecido por COVID-19. En su brazo derecho no solamente faltará la marca provocada por la vacuna BCG (bacilo Calmette-Guérin) si no que su organismo se quedará sin armas para pelear contra la tuberculosis.
La escasez de esta vacuna, desde marzo de este año, se debe a la falta de previsiones del Gobierno federal para conseguir a un distribuidor que la trajera a México después de que la Secretaría de la Función Pública (SFP) inhabilitó por más de dos años a Grupo Laboratorios Imperiales Pharma por mentir en sus declaraciones para ganar licitaciones públicas e incumplir entregas, la única empresa que la traía desde Tokio, Japón.
En días recientes la administración federal aceptó que la vacuna escasea y dijo que probablemente se volverá a surtir hasta marzo de 2021, aunque no especificó la estrategia que llevará a cabo para lograrlo ni el nombre del nuevo distribuidor.
Diego, de casi dos meses de edad, es uno de los bebés que no han recibido la vacuna BCG a los pocos días de su nacimiento, ni la recibirá pronto.
Laura Alarcón, su madre, comenta que tras un duro embarazo, padeció COVID-19 en la semana 30 de gestación, después de dar a luz comenzó un nuevo calvario para ella, hallar la vacuna para su pequeño hijo.
“El neonatólogo que lo recibió nos recomendó a un pediatra que la tenía en Metepec, fuimos y nos dimos cuenta que estaba caduca. Después fuimos a consulta, su pediatra nos dijo que efectivamente, estaba agotada”, comenta Laura.
El peregrinar de esta familia, residente de la Ciudad de México, se extendió a las fronteras de la capital del país, fueron al Estado de México a ver si la encontraban, sin embargo, no han tenido éxito.
“Fuimos con dos pediatras particulares, a dos centros de salud y a dos clínicas del IMSS y agotadas. Diego ya tiene un mes y medio y aún no la conseguimos”, agrega.
Una enfermera del sector salud, que prefirió el anonimato, reveló que desde marzo de este año es prácticamente imposible conseguirla en el sector salud y no saben hasta cuándo seguirán así.
Al igual que el combate contra el “huachicol”, el Gobierno federal utilizó la misma estrategia. Cerrar el grifo de la distribución de las vacunas hasta limpiar los ductos de corrupción. La diferencia es que en el caso de las vacunas, se le niega a los recién nacidos el derecho a la salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que uno de los derechos fundamentales de todo ser humano es el acceso oportuno, aceptable y asequible a servicios de atención de salud de calidad suficiente.
Respecto a la tuberculosis, la OMS la clasifica como una de las principales causas de mortalidad en el mundo. De acuerdo con el Global Tuberculosis Report 2017, el año anterior murieron alrededor de 1 millón 700 mil personas por dicha enfermedad, 250 mil de ellas niños.
Para combatir la enfermedad, la OMS exige a los gobiernos de todo el mundo cuidar a las poblaciones en riesgo y detectar oportunamente la enfermedad.
“La vacunación con BCG al nacimiento o tan pronto como sea posible, es una de las claves para prevenir la enfermedad y cuidar a la población”, señala la OMS.
De acuerdo con el mapa de cobertura de vacunación de BCG, México es de los países que presentan entre el 90 y 100 por ciento de población vacunada. Un escenario que está cambiando.
Según cifras del INEGI, en México nacen en promedio 2 millones 92 mil niños al año, por lo que en marzo del 2021 habrá más de 2 millones de menores que no tengan la vacuna que los proteja de la tuberculosis.
El Instituto de Investigación e Innovación Farmacéutica A.C. (INEFAM) reveló que el Gobierno federal compró este año solamente 83 mil 730 dosis de vacunas para la tuberculosis, un 93 por ciento menos de las que se compraron en 2019.
Joaquín Gómez, padre primerizo, llevó su lucha para conseguir la vacuna a Internet. A través de la páginas change.org, busca conseguir 20 mil firmas (de las cuales lleva más de 16 mil 300) para que el Gobierno federal distribuya la vacuna BCG.
“En todo el sector público la respuesta es la misma ‘no tenemos la vacuna y tampoco hay fecha para que llegue la misma’.
Ante esta situación nos enfrentamos a varios problemas. El primero de ellos es que las licitaciones se llevan a cabo hasta 2021, pero si al igual que este año, solo se presenta un proveedor a la licitación (dado de alta en el padrón de la Cofepris), se corre el riesgo de que se declaren inconsistencias en la misma y se continúe con el desabasto”, expone.
Además alerta que frente a la crisis sanitaria mundial provocada por el COVID-19, se corre el riesgo de que se deje a los recién nacidos sin la vacuna BCG por darle prioridad a la del SARS-CoV-2.
Finalmente, dice que el desabasto continuará si el Gobierno federal se limita a la adquisición de las mismas vacunas que compró en 2019, por lo que deberá de adquirir como mínimo un 50 por ciento más de dosis.
El 29 de noviembre pasado senadores del PAN y del PRI presentaron un exhorto a las secretarías de Salud y de Hacienda para que informen sobre la situación de escasez y emprendan acciones para garantizar la vacuna.
Al respecto, la secretaria de la Comisión de Salud de la Cámara alta, Martha Márquez, comenta que el desabasto se debe a la “ineptitud” del Gobierno federal para combatir la corrupción y al realizar compras.
“Es una situación sumamente triste, muy injusta que ocasiona mucho enojo. Es parte de las consecuencias de todo lo que ha hecho mal este Gobierno federal. Es culpa de la ineptitud y de un falso combate a la corrupción, además de falta de capacidad. No han sabido hacer las compras, desmantelaron el sistema de salud y lamentablemente quienes pagan son los más vulnerables”, acusa.