El especialista en epidemiología, Eduardo García, comenta que el aumento de contagios de infecciones respiratorias se veía venir, ya que durante dos años estuvimos protegidos en casa por el confinamiento, pero ahora con el retorno a las actividades presenciales y el relajamiento de las medidas de sanidad, los riesgos se potencializan.
“Estar encerrados disminuye las capacidades inmunológicas de nuestro organismo, principalmente en los niños que están aprendiendo de todos los bichos que hay en el ambiente. Al incrementar el contacto con otras personas es normal que haya ese tipo de infecciones respiratorias.
“Insisto, es normal que haya este aumento de casos, es algo esperado y no es algo de alarma siempre y cuando no hay una polinfección, un ejemplo de esto sería SARS-CoV-2 e influenza H1N1”, explica.
Sobre la falta de acceso de la vacuna contra COVID-19 en menores de cinco años y el ritmo bajo de la aplicación de la protección contra la influenza, el médico opina que sí han cambiado las cosas.
“México siempre ha tenido un sistema de vacunación muy completo, hemos sido el mejor país, sin embargo, por diversos factores como los movimientos antivacunas y cambios en el gobierno, ha habido una disminución de ese esquema tan completo que teníamos.
“Respecto a la influenza, en México se vacuna a todo mundo, pero a inicio de octubre vacunan solo a los grupos considerados de riesgo. Mi criterio de epidemiólogo no está de acuerdo con eso, deben de vacunar a todo mundo por igual. Entre más personas vacunadas tengamos, independientemente de la edad, disminuye el riesgo de que haya brotes. Si bien es cierto la vacuna de la influenza no se considera preventiva para que no tengas la enfermedad como tal, sí disminuye bastante la gravedad si te llegas a contagiar”, concluye.
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