‘Ojalá se reconozcan’

Se los dijo Carmelo Vargas, el cínico gobernador de “La Dictadura Perfecta”, minutos antes de que se estrenara la película en el mismísimo Senado de la República.

“Ojalá se diviertan y ojalá se emocionen”, les deseó Damián Alcazar, quien protagoniza a este corrupto gobernador y aspirante a la presidencia de México.

“Pero ojalá reconozcan, amigos y no amigos, y ojalá se reconozcan también”.

“La Dictadura Perfecta” se estrenó ayer en más de mil 500 salas de cine en todo el país. Pero también en este foro atípico se proyectó la película del director Luis Estrada.

El auditorio Octavio Paz del recinto legislativo lució atiborrado de empleados del Senado, pero con pocos legisladores como asistentes.

“No seas huevón”, le aconsejó uno de los meseros a otro.

“Vete a montar el presidium. Ya comenzaron a llegar los senadores”.

El primero en arribar al auditorio fue el senador del Partido del Trabajo (PT), Manuel Bartlett.

–¿Viene Gamboa?, se le preguntó.

El expriista y exsecretario de Gobernación sólo sonrió.

“No, no creo”.

–¿Por qué?

“Porque es el rey y el rey no viene”.

El líder de los senadores priistas fue invitado por la senadora Layda Sansores, organizadora de la proyección de esta película.

Los priistas fueron los grandes ausentes anoche en el estreno de este filme que denuncia el poder de la televisión sobre la política mexicana.

El senador tricolor Raúl Pozos arribó a la sala, pero después de percatarse que iba a ser el único se retiró disculpándose que tenía el compromiso de asistir a un homenaje de María Lavalle.

“Era uno de los valientes, pero ya se rajó”, comentó uno de los asistentes.

Los senadores panistas también le hicieron el vacío al estreno de esta película del también director de “El infierno” y “La ley de Herodes”.

“(Roberto) Gil dijo que venía… A ver si es cierto”, comentaba Sansores a una de sus asistentes.

La senadora del PT se veía preocupada minutos antes de que iniciara la exhibición por la ausencia de los senadores.

“Diles que vengan”, le decía a uno de sus ayudantes minutos antes del inicio de la proyección de la película. 

“Que no se rajen”.

Sansores respiró aliviada cuando vio entrar al auditorio a los panistas Pilar Ortega y al primer gobernador del PAN en México, el senador Ernesto Ruffo.

“Ya tengo quórum”, bromeó.

Junto con ellos llegó la presidenta de la comisión de Radio, Televisión y Cinematografía del Senado, Alejandra Barrales.

-“¿Por qué no vinieron los priistas?”, se le preguntó a la perredista.

“En mi pueblo dicen que a quien le caiga el saco, que se lo ponga”.

Sansores estaba sorprendida de que la Mesa Directiva del Senado, que encabeza el perredista Miguel Barbosa, haya autorizado la proyección de la película en el recinto sin ningún problema.

“Yo pensaba que me iba a caer la guillotina, pero no. Lo único que no nos permitieron fueron posters”.

Cualquier parecido con la realidad… 

En la película hay referencias implícitas a la escena política de México: los videos de Bejarano recibiendo dinero en maletas, la desaparición de la niña Paulette y el show de televisión que se montó para arrestar a la francesa Florence Cassez.

Varias escenas de “La Dictadura Perfecta” provocaron que los senadores y empleados del Senado se rieran a carcajadas.

Por ejemplo cuando el gobernador Carmelo Vargas –protagonizado por Damián Alcazar- presumiera al periodista de televisión que, al igual que en el Congreso federal, su partido tenía mayoría y que los panistas estaban de su parte.

Todos los asistentes se rieron.

La diputada federal del PRD, Purificación Carpinteyro, quizás la legisladora que más ha criticado el poder de la televisión en el país, fue una de las invitadas de lujo.

“Es el poder que vamos a ver”, le advertía a la panista Marcela Torres antes de que iniciara la película.

Y así fue.