Los daños ocasionados por la tormenta tropical Alberto revelaron la afectación. Foto: Especial

Obras irregulares en río Santa Catarina: causantes de inundaciones en Monterrey

La cimentación de casas habitación y centros recreativos sin permisos de las autoridades ambientales ha afectado el flujo natural del afluente, lo que ha provocado desbordamientos en la zona metropolitana

Construcciones sin permisos de impacto ambiental alrededor del río Santa Catarina, en La Huasteca, han provocado una serie de afectaciones ambientales en toda la ciudad.

Esto debido a que, al estar instaladas tanto en la ribera del río como en el cauce, alteran el flujo natural del agua, lo que ocasiona inundaciones en la Zona Metropolitana de Monterrey, explicó el ambientalista Antonio Hernández.

Algunas de estas construcciones como casas, centros recreativos y quintas resultaron con daños severos durante las lluvias de la tormenta tropical Alberto, en junio pasado.

“Las construcciones que invaden el cauce del río Santa Catarina, al interior de La Huasteca, y que fueron destruidas por el afluente causado por las lluvias de la tormenta Alberto, no cuentan con permiso de impacto ambiental, por lo que no tendrían que estar ahí”, detalló Hernández.

Y aunque algo similar ocurrió hace 15 años, cuando el huracán Alex impactó a Nuevo León, la situación se repitió. Los propietarios de estos terrenos recurren al relleno de las zonas afectadas y, posteriormente, restauran la construcción.

“El efecto negativo que tiene esto es una obstrucción del libre flujo de las aguas en el río Santa Catarina y eso en la zona urbana conocemos como riesgo meteorológico, por eso hay inundaciones, destrucción de infraestructura, afectaciones a las vidas de las personas”, detalló.

La presa Rompepicos, la única con autorización ambiental

En la zona, la única construcción que cuenta con Manifestación de Impacto Ambiental es la presa Rompepicos; un requisito con el que debe contar todo tipo de edificación para “determinar los impactos potenciales que la construcción y operación podrían causar al ambiente”.

“Entonces, cualquier infraestructura, cualquier construcción que vean aquí, no tiene autorización de impacto ambiental, con excepción de la presa Rompepicos. Es la única que tiene permiso de impacto ambiental. Si se aplicara la ley, bajo proceso de inspección ambiental, ninguno de estos asentamientos tendría razón de existir aquí”, agregó Hernández.

La Huasteca: sin claridad en las competencias del ecosistema

Hernández explicó que en estos casos tendrían que intervenir la Comisión Nacional del Agua y el Ayuntamiento de Santa Catarina, Nuevo León.

El artículo 115 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos señala que los municipios, en los términos de las leyes federales y estatales relativas, estarán facultados para autorizar, controlar y vigilar la utilización del suelo, en el ámbito de su competencia.

Sin embargo, agregó que, históricamente, el Ayuntamiento de Santa Catarina ha omitido la regulación de las construcciones al interior de La Huasteca, debido a que al encontrarse dentro del Parque Nacional Cumbres Monterrey, ha argumentado que le concierne a la Federación regular la zona.

Detalló que sería la Comisión Nacional de Áreas Protegidas la encargada de vigilar por la parte federal.

“Sin embargo, estamos hablando de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas, que no tienen ni el personal ni las atribuciones ni la capacidad para hacer esos procesos”, explicó.

Los daños ecológicos avanzan en La Huasteca

En tanto, el camino que recorre La Huasteca desde el inicio del Parque hasta la presa Rompepicos, cuya distancia aproximada es de 17 kilómetros, está totalmente destruido, tanto como la carretera, así como la ciclovía.

Apenas en abril pasado, el gobernador del Estado, Samuel García, anunció lo que llamó la primera etapa del Nuevo Parque La Huasteca, con una ciclopista de 44 millones de pesos de inversión.

Sin embargo, en algunos puntos, el cauce del río se ensanchó hasta 500 metros y erosionó el suelo hasta cuatro metros de profundidad, por lo que los ductos que transportaban agua hacia la Zona Metropolitana quedaron al descubierto, además, inoperantes.

También dejaron sin agua potable ni electricidad a las comunidades de la zona, donde hasta hace apenas un par de meses se restablecieron los servicios, de acuerdo con testimonios de habitantes.

Incluso, según los reportes de las autoridades, más de 100 personas que radican en la zona tuvieron que ser evacuadas en helicóptero debido a que el nivel del agua ponía en riesgo sus vidas.

“Hace apenas dos meses que nos pusieron de nuevo agua potable y luz. El camino está destruido, antes hacíamos 20 minutos para salir de aquí; ahora es el doble o más tiempo”, dijo uno de los habitantes que a diario sale de La Huasteca para llevar a sus hijos a clases.

Explicó que algunos habitantes de las comunidades al interior de La Huasteca aún permanecen sin suministro de agua potable y electricidad.

“Yo ya tengo viviendo aquí como 10 años, y la última vez (que lluvias torrenciales afectaron a la zona), fue menos; no como esta vez. Hasta Rompepicos está así (destrozado el camino)”, comentó.

A cinco meses del desastre, la reconstrucción de La Huasteca se ve lejana, incluso, algunos medios de comunicación publicaron que no se rehabilitaría la carretera, sino que quedaría un camino rural.

Al mismo tiempo, las construcciones que se encuentran al interior y que fueron afectadas, en algunos casos, trabajan en la reparación de los daños, por cuenta de los propietarios; mismas que podrían resultar afectadas (o destruidas por completo) en caso de que otra tormenta similar azote a la zona.

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