El asesinato de alcaldes, funcionarios electos y dirigentes políticos ha encendido las alertas en Oaxaca, y la falta de respuesta de las autoridades locales, sobre todo por parte del gobernador Alejandro Murat Hinojosa, aumenta la crisis.
Durante la mañana de ayer, otro morenista fue atacado en la entidad. Se trata del activista Pedro Navarrete Lucero quien quedó herido luego de ser baleado cerca de su domicilio en el municipio de Putla Villa de Guerrero.
A partir de la llegada del priista al gobierno de la entidad hace poco más de dos años, las principales problemáticas en la región no sólo no han sido atendidas adecuadamente, sino que se han agravado. Los alarmantes repuntes de la violencia en la zona, la falta de infraestructura en servicios básicos y una desconfianza generalizada por parte del sector privado son algunos de los resultados del segundo año de la actual administración en el estado de Oaxaca.
Y es que para finales del 2018, la región terminó bajo el peso de innumerables críticas hacia el gobierno de Murat Hinojosa, quien como titular del Ejecutivo en la entidad ha demostrado una incapacidad para garantizar la seguridad tanto de los ciudadanos como de los funcionarios públicos que gobiernan los 152 municipios regidos bajo el sistema de partidos políticos
Ya en el inicio del 2019 se han presentado dos eventos trágicos que incluyen a autoridades locales. El reciente asesinato del alcalde de Tlaxiaco, Alejandro Aparicio, y de su síndico, Perfecto Hernández; y también el homicidio de Cutberto Porcayo, líder de Morena en el municipio de San José del Progreso.
A pesar de que Murat reconoció en fechas recientes que es necesario reforzar la estrategia de seguridad ante el incremento de asesinatos en su administración, tiende a evadir la problemática, llegando incluso a asegurar que los oaxaqueños gozan de paz social y tranquilidad en la demarcación
No obstante, la realidad resulta muy opuesta: tan solo de enero a noviembre del 2018, el número de homicidios cometidos en la región fue de mil 855, cifra que rebasó lo registrado en 2016 y 2017, años donde arrancó el gobierno del exdirector del Infonavit.
De acuerdo con las cifras reveladas por el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) y el Inegi, Oaxaca enfrentó su año más violento en décadas, con un incremento del 43 por ciento en la incidencia delictiva generalizada y un aumento de homicidios dolosos de 28 por ciento
Con respecto al delito de feminicidio, el Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad reportó que en la entidad oaxaqueña ocurrieron 109. No obstante, la Fiscalía General del Estado tan solo reconoció 25 casos.
Malas inversiones
El gobierno de Alejandro Murat Hinojosa fue calificado por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) dentro del top 5 de los peores gobernadores del país.
De acuerdo con el reporte “Marcaje a mi Gobierno” de noviembre del 2018, cuenta un 6.8 por ciento de aceptación entre los círculos empresariales afines al organismo. Esta evaluación ha puesto en riesgo el flujo de inversión hacia la región sureste, la cual depende en gran medida de la atracción turística y la creación de empleos que trae consigo el capital del sector empresarial.
Respecto al fomento cultural y manejo de recursos, Oaxaca presentó en 2018 importantes claroscuros, siendo el gasto realizado para la celebración Guelaguetza 2018 el más criticado de ellos.
A través de datos proporcionados por el Instituto de Acceso a la Información Pública de Oaxaca (IAIP), se indicó que el gobierno local, a través de la Secretaría de las Culturas y Artes, reportaron gastos hasta por un millón 160 mil pesos por concepto de honorarios para el grupo Los Ángeles Azules, participantes en el evento, además de apartados para la producción y requerimientos que incrementaron la cifra a 2 millones 905 mil pesos provenientes del erario
Cabe destacar que las actividades de la Guelaguetza no fueron gratuitas, pues los costos para acceder al auditorio principal tuvieron un costo máximo de 200 pesos
Las sospechas de falta de transparencia en los recursos públicos también impactaron al Congreso, ya que los trabajadores de base de la LXIV Legislatura local solicitaron la realización de una auditoría fiscal para localizar fugas presupuestales heredadas por las administraciones priistas.
Para mediados de diciembre, el titular de la Secretaría de Contraloría de Oaxaca, Ángel Díaz Navarro, manifestó en el Pleno que hace falta comprobar el uso de mil 561 millones de pesos que fueron gastados de forma irregular en el estado. Destacó que de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación (ASF), aún no se ha justificado el 27 por ciento de los recursos dentro del gobierno de Murat, por lo que se advirtió sobre la imposición de sanciones hasta por 239 millones de pesos a los funcionarios públicos que incurran en irregularidades.
Autoridad en riesgo
Oaxaca se consagró como uno de los estados del país más riesgosos para ejercer cargos como funcionario público a nivel municipal, tras los ataques cometidos contra el alcalde de Tlaxiaco, Alejandro Aparicio, así como a militantes de Morena, los días 1 , 3 y 6 de enero de este año.
Para la Asociación Nacional de Alcaldes (ANAC) esta región representa un alto riesgo para ediles y regidores, pues tan solo en el periodo que corrió desde las elecciones del pasado 1 de julio hasta el momento, van 8 funcionarios asesinados y otro herido. Todos ellos del partido Morena
Para el secretario de Morena en la región, Sesul Bolaños, la estimación no es exagerada, ya que coincide en que la entidad se ha convertido en un auténtico foco rojo para la participación política.
“Durante los ocho años de tránsito de Morena en la entidad oaxaqueña han sido asesinados 18 compañeros en diferentes regiones del estado: Istmo, la Costa, Sierra Sur, Mixteca. Tanto dirigentes, militantes, candidatos y autoridades”, dijo
Bolaños exhortó al gobernador de la entidad a brindar garantías para la democracia y el ejercicio político de los alcaldes.
El nivel de abandono que presenta el gobierno de Oaxaca hacia los temas de seguridad quedó de manifiesto en las protestas suscitadas durante la pasada gira de trabajo del presidente Andrés Manuel López Obrador por la región, misma en donde Alejandro Murat enfrentó una ola de abucheos y silbidos mientras intentaba dar la bienvenida al titular del Ejecutivo.
El gobernador recibió una rechifla seguida de consignas como “no más PRI” y “fuera Murat”, mismas que no pudieron ser aplacadas ni por el propio presidente.
