Nuevo León continúa situándose en los primeros lugares de feminicidios a nivel nacional. Cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) colocan a esta entidad en segundo lugar con un total de 48 feminicidios en el periodo de enero a mayo de 2022, sólo por debajo del Estado de México, que registró 61.
Las mujeres víctimas de feminicidio son casi 80 por ciento de 18 años en adelante. El porcentaje restante son menores de edad, refiere esta dependencia.
El delito de feminicidio se ha convertido en una constante en esta entidad, que no encuentra el antídoto para evitar que más mujeres sean víctimas de violencia de género. Los casos de María Fernanda Contreras, Debanhi Susana Escobar y Yolanda Martínez fueron motivo de protestas.
Cientos de neoleonesas han salido a las calles a manifestarse e incendiaron la puerta y ventanas del Palacio de Gobierno en dos ocasiones, el 8 de marzo y el 10 de abril, como una forma de señalar la violencia estructural. “El nuevo Nuevo León es feminicida, el nuevo Nuevo León es feminicida” fue el grito de miles de mujeres.
Las cifras del SESNSP muestran que cuatro municipios de la Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM) se sitúan en los primeros 10 lugares a nivel nacional con más feminicidios en el periodo enero-mayo de este año.
Se trata de Guadalupe, que registra un total de nueve feminicidios en lo que va del año. Le siguen Escobedo y Juárez con seis crímenes cada uno. Después está Monterrey, que acumula cinco casos de este delito.
Los municipios de la zona de la periferia Ciénega de Flores, Cadereyta y Salinas registran cuatro feminicidios cada uno.
Los otros delitos contra mujeres
Cifras del SESNSP revelan que en el delito de mujeres víctimas de extorsión, Nuevo León está en el quinto lugar con 113 casos. Esta entidad sólo se sitúa por debajo del Estado de México que registró 561 casos; Veracruz, 148, Jalisco, 123; y Guanajuato, 118.
Nuevo León se colocó en cuarto lugar en el delito de mujeres víctimas de corrupción de menores. Según información del SESNSP, esta entidad suma un total de 74 casos registrados. Mientras que Guanajuato está en primer lugar con 141; Ciudad de México con 106 y Baja California con 85.
Además, están casos como el de Elvia Liliana, a quien drogaron, golpearon, violaron y quemaron viva. Sus agresores la dejaron en un terreno baldío en el municipio de Guadalupe, lo que podría juzgarse como tentativa de feminicidio.
“La tentativa del delito de feminicidio se sancionará con pena de prisión que no será menor a las dos terceras partes de la sanción mínima prevista para el delito consumado. Al responsable del delito de feminicidio o la tentativa de este, además de las sanciones antes señaladas, el juez deberá condenarlo también al pago de la reparación del daño a favor de la víctima o de quienes le subsisten”, se lee en los fragmentos 4 y 5 de dicho artículo.
Con base en datos de la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León y del SESNSP, entre 2015 y 2021 se abrieron en la entidad neoleonesa un total de 142 mil 946 carpetas de investigación por 10 los principales delitos relacionados con la violencia de género pero más de 95 por ciento no se han procesado, según un informe de la organización Redes Quinto Poder.
En Nuevo León sólo se han resuelto 4.30 por ciento de las carpetas de investigación iniciadas por 10 los principales delitos relacionados con la violencia de género entre el 2015 y 2021. Este porcentaje equivale a 6 mil 166 casos.
De ese total, mil 149 casos fueron concluidos mediante una sentencia condenatoria en contra de los responsables. Mientras que 5 mil 17 por la vía de una salida alterna al proceso penal prevista dentro del nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio, como son los acuerdos reparatorios o la suspensión condicional del proceso.
Otra organización que ha dado seguimiento al tema de las violencias contra las mujeres es Cómo Vamos, que realizó la encuesta llamada Así Vamos 2021, la cual arroja que cinco de cada 10 ciudadanos consideran que las mujeres tienen la responsabilidad de ser agredidas por su forma de vestir. Especialistas consideran que se trata de un prejuicio que revictimiza a quienes sufren un delito.