El debate en torno al Nuevo Aeropuerto de México (NAIM) está en boga y esta tarde el sector empresarial se decantó en favor de continuar con las obras en Texcoco.
Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), afirmó que una de las ventajas que tiene Texcoco es que podrá recibir hasta a 135 millones de pasajeros por año, en comparación con los 65 millones que recibirían la terminal actual y la de Santa Lucía si operaran conjuntamente.
En el marco de la entrega de conclusiones del estudio sobre el nuevo aeropuerto que realizaron el CCE, la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) y la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Castañón aseguró que suspender la obra significaría un costo extremadamente alto.
Especificó que el costo por cancelar sería, actualmente, de 120 mil millones de pesos, 40 mil millones de pesos por multas y recargos, adicionalmente “se retrasaría la solución a la saturación del actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), que limita la generación de beneficios para la población mexicana”.
También pidió considerar las implicaciones legales y financieras: “tenemos que considerar el riesgo reputacional en perjuicio de México y de futuros proyectos de gran envergadura”, señaló.
El empresario se dijo a favor de revisar los costos y el financiamiento de la obra pues, dijo, no se necesita un aeropuerto suntuoso pero si funcional, con capacidad suficiente para asegurar el desarrollo de la aviación para los próximos 50 años.
También pugnó por aumentar el alcance social del proyecto con la creación de una Zona Económica Especial de Alto Impacto Social para beneficiar al 23 por ciento de los habitantes de la zona donde se construye.
Durante el evento, en el cual estuvo presente el futuro secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, Castañón aclaró que si se decide por la opción de los dos aeropuertos (Santa Lucía y el actual) el sector empresarial seguirá invirtiendo siempre y cuando se genere confianza.
JIMÉNEZ ESPRIÚ PIDE ESPERAR LA CONSULTA CIUDADANA
Por su parte, Javier Jiménez Espriú aseguró que la consulta ciudadana que decidirá el destino de la nueva terminal aérea sigue su curso aunque aún no saben qué preguntarán.
Especificó que será una consulta bien informada, que se formulará con los análisis que han realizado organismos como el CCE y los resultados de las mesas realizadas por medios y organizaciones.
Durante mismo evento aclaró que no preguntarán nada técnico, como mecánica de suelos, estructuras o si está bien definida la arquitectura del espacio aéreo, sino se inclinarán más por preguntas de índole social, económica, ambiental y política.
Señaló que la próxima administración federal asumirá la respuesta ciudadana como una decisión del gobierno, mientras que el gobierno asumirá la total responsabilidad de llevar al mejor efecto posible la decisión que se tome.
Sobre el estudio que entregó el CCE, comentó que analizarán la información para llegar a la consulta ciudadana con opciones donde se definan las ventajas y desventajas de forma objetiva, de lo que dependerá la posibilidad de los ciudadanos para pronunciarse adecuadamente.
