La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) autorizó la operación de una pedrera en la Sierra Madre Oriental, a la altura del municipio de Linares.
Se trata de la empresa de aprovechamiento de material pétreo Triturados Sol y Luna S.A de C.V., cuyo representante es José Pilar Elizondo Villarreal, y que estará operando sobre la zona conocida como el Cañón Río Cabezones cercana al lecho del mismo nombre.
La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA-P), la cual se encuentra en poder de Reporte Índigo, y que fue realizada por la Unidad de Gestión Ambiental de esta dependencia federal bajo el resolutivo de trámite SEMARNAT04-002-A, considera factible la autorización.
“Que de acuerdo con la evaluación de la MIA-P ingresada por el promovente (la empresa), se concluye que el proyecto compensa y previene de manera satisfactoria los mencionados impactos ambientales solo y únicamente si se cumplen a cabalidad las medidas señaladas en el resolutivo.
“Por todo lo antes expuesto se determina que el proyecto objeto de evaluación que se dictamina con este instrumento es ambientalmente viable y, por lo tanto, se ha resuelto autorizar de manera condicionada”, dice el documento.
Con esta resolución se autorizó parcialmente la actividad de cambio de uso de suelo en un área de 138.260 hectáreas cuadradas y de manera condicionada, en materia de impacto ambiental, en un predio de 149 hectáreas.
“Lo anterior con la finalidad de llevar a cabo la construcción y puesta en operación de un banco de aprovechamiento de material pétreo– roca caliza, obras no competencia de la federación”, explica el resolutivo. Esta autorización tendrá una vigencia de 50 años.
Fue hasta que se hizo una revisión de la Gaceta Ecológica de la Semarnat que se detectó la aprobación de este análisis realizado en 2020.
Entre las condicionantes para la plena operación de esta pedrera se encuentra solicitar un oficio a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en el que se determine cuáles cauces de agua incidentes o colindantes al área del proyecto cuentan con las características de bien nacional.
Otra de las condiciones es la no remoción de vegetación nativa en un margen de 100 metros a partir de aguas máximas de arroyos y ríos, además de que la pedrera deberá tener un área de amortiguamiento de 25 metros. Una inspección realizada vía satélite demostró que hasta el momento Triturados Sol y Luna S.A de C.V. no se encuentra operando.
Por su parte, el biólogo Antonio Hernández, quien se encuentra familiarizado con la zona donde se instalará la pedrera, mencionó que actualmente no se tiene acceso a esta área y que muy probablemente este sea uno de los motivos por los cuales no ha comenzado la operación de esta empresa.
Debido a que para su funcionamiento la pedrera requerirá de grandes cantidades de agua, el Río Cabezones se presenta como la opción lógica para extraer este recurso.
Los escurrimientos de agua de la Sierra Madre Oriental, originados por las lluvias, podrían convertirse en otra fuente de agua para Triturados Sol y Luna.
Sin embargo, las actividades de esta pedrera podrían guardar semejanza con la de la empresa del mismo rubro Matrimar, cuya operación en la Sierra de Picachos ha sido denunciada por activistas como Aristeo Benavides por alterar el equilibrio ecológico y dañar el escurrimiento de una cuenca.
Interserrana para pedrera
La reciente licitación del tramo de la carretera Interserrana que comprende los municipios de Montemorelos, Rayones, Linares y Galeana en la Sierra Madre Oriental servirá para dar acceso a la pedrera Triturados Sol y Luna S.A de C.V
Y es que, hoy en día no existe un acceso para llegar al Cañón Río Cabezones, zona donde se autorizó la operación de esta compañía para el aprovechamiento del material pétreo que se encuentra en esta zona boscosa.
La Interserrana pone en peligro a la Sierra Madre Oriental y su ecosistema, pues abre la puerta a la urbanización masiva para otros giros, así como el paso de camiones de carga pesada por una vía que conectará a otra conocida como la carretera 57 Matehuala-México, la cual es transitada principalmente por tráileres.
Y aunque la Secretaría de Medio Ambiente, a cargo de Alfonso Martínez, y el secretario de Movilidad, Hernán Villarreal, no han mostrado el análisis de Manifestación de Impacto Ambiental para la carretera Interserrana, con la autorización a las operaciones de esta pedrera se sienta un precedente para aprobar este documento.
La Sierra Madre Oriental ha sufrido de urbanizaciones no solo en la Zona Metropolitana de Monterrey, sino en una parte de la capital de Nuevo León donde hay desarrollos de vivienda que se han instalado en la zona y que ahora se ven amenazados por la pedrera y la carretera.
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