“Norte”: Más allá del documental, una explotación familiar a corazón abierto

Natalia Bermúdez, la directora de Norte, comparte sus reflexiones sobre su ópera prima, que se transforma en un testimonio de amor y sanación. La película se sumerge en la compleja relación de Bermúdez con su hermano, quien está en busca de superar su adicción a las drogas
Karina Corona Karina Corona Publicado el
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“¡No, mames, me pasé de lanza!” Fueron las primeras palabras que pronunció la directora Natalia Bermúdez cuando, junto a su familia y amigos, presenció el estreno en salas de su ópera prima, Norte, filme que ganó como Mejor Largometraje Documental México en el más reciente Festival Internacional de Cine Guanajuato (GIFF).

Bermúdez exploró terrenos inexplorados al transitar entre los roles de directora, hermana e hija en esta cinta. Narra que la experiencia fue equiparable a someterse a una operación a corazón abierto, ya que aborda la intimidad de su hermano y familia desde un lugar completamente honesto y visceral.

“Estaba muy nerviosa y temblando, porque sí pensé que estaba muy fuerte, me cuestioné haberla hecho. Entendí a lo que refería la gente cuando me dijeron ‘Natalia, fuiste muy valiente’, yo agrego, mi familia y yo fuimos muy valientes, porque estuvieron sentados entre toda esa gente mostrando el corazón.

'Habíamos encontrado nuestro norte, por lo menos, en ese momento, porque luego la brújula deja de apuntar. Después de estos meses, siento que estamos juntos apuntando al norte”
Natalia BermúdezDirectora de Norte

“No podía dejar de llorar. Lo cierto es que no es tan natural que este tipo de cintas se reciban con ese nivel de amor, es a través del juicio en un país donde se hacen problemáticas sociales más palpables, se tiende a ver que la hice desde el morbo, exponer algo curioso, pero la gente que la ha visto la película con un nivel de amor me hacen decir que sí valió la pena habernos expuesto”, Natalia comparte con Reporte Índigo.

Llega a la Ciudad de México

Tras su paso por el GIFF, Norte tendrá su estreno en la Ciudad de México el 15 y 16 de octubre como parte de Docs Mx; además, formará parte de la Selección Oficial Competitiva en la sección México Ópera Prima.

El documental, dirigido por Natalia Bermúdez, empezó como un ejercicio escolar que se transformó en un testimonio de amor, empatía y sanación; es un viaje entre hermanos que se reconocen. Rodrigo quiere dejar las drogas por enésima vez, pero esta vez lo hará distinto: viajará al norte del país acompañado de su hermana, quien a su vez documentará su proceso.

Desde el principio, Natalia Bermúdez  confiesa que este proyecto se distinguió de todos los demás por ser una especie de “vomitada” desordenada que la llevó a explorar su esencia y sus dolores más profundos.

Lo que pudo haber sido un ejercicio cinematográfico convencional se convirtió en una odisea personal, un viaje de autodescubrimiento donde Natalia se sumergió en las complejidades de su familia y, en particular, en la relación con su hermano. La película no solo se convirtió en una exploración del norte geográfico, sino también en un viaje hacia el norte de su propio ser, desentrañando capas de emociones y resentimientos.

“Normalmente como directora tengo todo claro y planeado, con Norte fue distinto, fue una cosa más desordenada, me dio chance de ir descubriendo cosas. Sentía mucho enojo con mi hermano, las cosas malas que le pasaban pesaban mucho más que las cosas buenas que me pasaban a mí. Económicamente decía ‘güey, destruiste a mis papás’, pero ese enojo nacía del profundo amor que nos tenemos”, confiesa la directora.

“Uno sabe qué quieren los festivales y el checklist. No todo es malo, y de repente, sabiendo eso, es fácil perder la honestidad, pero mi bálsamo para la creación está en decirme que debo ser honesta”
Natalia BermúdezDirectora de Norte

La película se convierte así en un testimonio visual de la complejidad de las relaciones familiares, donde el enojo y el amor coexisten de manera inextricable.

Lo más intrigante es la dualidad que Natalia experimenta como directora y hermana.

Según Natalia,  Norte se convierte en un encuentro entre  su papel de directora que planea meticulosamente las reglas de la ficción y su papel de hermana inmersa en la realidad desordenada de su propia historia familiar.

El dilema de ser tanto directora como personaje agrega un matiz fascinante a la película. Natalia se debate entre su papel de observadora objetiva y la hermana que se ve afectada profundamente por la historia que está contando. La cámara se convierte en una extensión de su ser, capturando momentos íntimos que revelan no solo la vulnerabilidad de su hermano, sino también la suya.

“Traté de ser lo más objetiva con las cosas que me parecen más interesantes, pero hay momentos donde todo se cruza. Descubrí muchísimas cosas como directora y esa locura, de repente, sí se ve un poco en la pantalla y es lindo, como la dirección y la decisión de  ser personaje”, subraya.

Los conflictos éticos

El conflicto entre la directora y la hermana se manifiesta también en decisiones, como dejar la cámara encendida en momentos de intimidad, desafiando las convenciones académicas y arriesgándose a ser percibida como “abusiva”, cuando su hermano por momentos le pide apagar la cámara. Natalia defiende esta elección como una expresión genuina de su complejidad como persona y creadora.

“Fue muy loco y revelador saber si tenía que parar de grabar, pero quería que supieran que no sólo mi hermano estaba vulnerando.  En la escuela se hizo un debate, si era como transgredir de alguna forma, pero no lo creo; era un riesgo, me iba a ver un poco abusiva, pero tomé la decisión de dejarlo porque sentía que eso hablaba de mi personaje

“Es importante dar a entender que no es blanco y negro, que no es un proceso en el que, de reprente, se curó y ya, todos somos felices, o valió madre y todos estamos tristes. Es una cosa que continúa y que tan sólo les estoy contando este pequeño cachito de tiempo este donde mi hermano y yo nos reencontramos después de ser ajenos, entendí que esta película iba del amor”, explica.

Norte no es solo una película, sino un testimonio en curso de la complejidad de las relaciones familiares y la búsqueda constante de identidad. La decisión de mostrar el amor y el dolor, sin simplificaciones ni conclusiones definitivas, reflejala naturaleza misma de la vida y la continua exploración de Natalia Bermúdez en el arte de la cinematografía y la autenticidad emocional.

Encontrar el norte

Para la directora Natalia Bermúdez el norte significa varias cosas; la primera es el lugar donde nació: Tijuana, Baja California, un espacio familiar donde se puede sanar, pero, sobre todo, simboliza amor.

“Después de proyectarla, me di cuenta que Norte se puede volver un espacio donde podemos dejar de juzgar, porque ves la mirada de un adicto  que también está sufriendo y cómo la familia reacciona ante eso. Darnos cuenta que estamos perdidos por encontrar el norte”, habla Bermúdez.

Las funciones

En el marco de la edición número 18 del Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México (DocsMX), Norte tendrá su estreno en la Ciudad de México con dos funciones:

  • El domingo 15 de octubre en Cinemex Plaza Insurgentes a las 20:30 horas.
  • El lunes 16 de octubre, en el Goethe-Institut México, a las 18:00 horas.
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