‘No tengo con quién quejarme’ injusticia en la pandemia

Linda Tinajero relata que su exesposo ha utilizado la pandemia para evitar que ella pueda convivir con su hija y no hay autoridad que le ayude a resolver esta injusticia
Julio Ramírez Julio Ramírez Publicado el
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Linda Tinajero es madre de Leah. En redes sociales ha organizado un movimiento para exigir que el padre de su hija le permita verla porque con la llegada de la pandemia de coronavirus desapareció la autoridad.

Prácticamente en estas dos semanas yo no tengo a una autoridad con quién quejarme de que esta persona no me está dejando ver a mi hija ni por videollamadas ni porque tengo la orden judicial. Él alega que no fue notificado. Yo tengo una copia de la notificación que le hace la actuaria
Linda TinajeroMadre de Leah

Durante un mes y medio no ha visto a su hija por las videollamadas que se acordaron con el juez. Está muy decepcionada de la justicia porque por la pandemia se suspendió la convivencia, pero su hija aparece en fiestas con los familiares y amigos de su exesposo.

“Yo he visto a mi hija en las videollamadas, y lo tengo todo grabado, en la casa de los abuelos, en fiestas con los amigos del papá, me han mandado fotos de que se lo han encontrado en restaurantes, con la novia, prácticamente la única restricción es conmigo”, reclama.

Acusa que su exesposo es abogado y ha encontrado la manera de conseguir amparos a las determinaciones de los jueces y ha utilizado la argucia de evitar la notificación en su domicilio.

“Yo no tengo noción de qué pasa durante un mes y medio con mi hija. Después, el juez ordena -porque ya baja el semáforo de la pandemia que mi hija regrese a mi casa. La primera vez no se deja notificar porque vive en un fraccionamiento privado, no da acceso al actuario y la segunda vez pone un amparo”, explica Linda Tinajero.

Además, asegura que ha tenido que llevar terapia psicológica para sobreponerse a la situación y evita pensar en su hija para no derrumbarse, pero siempre tiene presente que quiere estar con ella.

“Yo tengo recursos, tengo fe, voy a terapia obviamente, tengo familia, tengo amigos, y aún así han habido momentos en los que el dolor es insoportable. Ya no quiero sentir esto, porque se va posponiendo y se va posponiendo y ves que no pasa nada, que la autoridad parece que es cualquier cosa”.

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