‘No me voy a rendir’ lucha por tres hijas

La madre de Bárbara, Britany y Chanel Victoria lleva un año sin ver a sus hijas. Y a pesar del miedo que siente hacia su expareja por su temperamento violento, asegura que no descansará hasta reencontrarse con ellas
Julio Ramírez Julio Ramírez Publicado el
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Chanel Torres tiene miedo de que su expareja la vaya a asesinar porque es una persona violenta y no le ha permitido ver a sus tres hijas desde hace casi un año.

Bárbara tiene 10 años, Britany ocho y la pequeña Chanel Victoria apenas cinco. Su madre, le tiene miedo a su expareja, pero dice que el amor por sus hijas es lo que la mueve para buscar la manera de volver a verlas.

Son mis hijas y así me cueste mi vida yo no me voy a rendir, pero sí quiero que quede claro que si a mí me llega a pasar algo obviamente hay un responsable y hay un interesado aquí, pues al señor no le conviene
Chanel TorresMadre de tres niñas

“Pero tampoco me voy a quedar sentada esperando a ver hasta a qué hora me va a dejar ver a mis hijas o que les mienta, porque a ellas les ha mentido y les ha dicho que yo las abandoné y que yo me fui con otra persona”, confiesa Chanel Torres en entrevista.

Lamenta que el padre de sus hijas, con los recursos económicos que juntó en el tiempo en que fueron pareja, ahora pueda hacer lo que quiera e incluso le recrimina que ella no tiene cómo mantener a los menores y por eso no le deja acercarse a ellas.

“La verdad es que yo aguanté demasiado porque mis hijas tuvieran una estabilidad, tuvieran una familia unida. Y mucha gente me lo ha dicho: ‘ ¿por qué te aguantaste, por qué nunca dijiste nada?’

“Porque vivimos en una sociedad así, desgraciadamente vivimos en un país machista en que la mujer se tiene que callar y no tiene que decir nada, tienes que aguantar infidelidades, tienes que aguantar golpes, tienes que aguantar a veces hasta por estabilidad económica”, afirma.

Asegura que ha vivido un martirio burocrático en la búsqueda por retomar la vida cerca de sus hijas, pero la autoridad no hace nada.

“Yo me fui al Instituto de la Mujer y se aventaban la bolita, vete para allá y luego a la Fiscalía y espérate y mira… La verdad nos dan largas y largas y en el trayecto he sabido que mucha gente ya no quiere continuar, es desgastante anímicamente y económicamente y muchos ahorita no tienen esa estabilidad”, dice.

Cuenta que se acercó a un grupo denominado Colectivo de Papás y Mamás en custodia y lo más triste es saber que hay padres que tienen hasta cinco años sin ver a sus hijos.

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