Al menos 30 personas se manifestaron al exterior de los Juzgados Familiares del Poder Judicial de Nuevo León exigiendo la facultad legal de tener contacto con sus hijos, ya que se encuentran “obstruidos”.
La obstrucción parental es la acción de no permitir al padre o la madre tener convivencia con sus hijos utilizando instrumentos legales o denuncias que podrían resultar falsas.
Dentro del colectivo “No más hijos rehenes” hay personas que tienen entre dos y seis años sin poder ver a sus hijos; ellos mencionan que, en muchos de los casos, la obstrucción se debe a falsas denuncias que, aunque no proceden, alargan el proceso legal.
Flavio, uno de los integrantes del colectivo mencionó que uno de los detonantes es la falta de igualdad e imparcialidad en los procesos legales, cuestión que provoca daños a los menores.
“Se ocupan multas más fuertes, que se castigue a quien esté violentando los derechos de los niños, ya sean hombres o mujeres, porque hay mujeres y hombres violentos, pero también hay buenos”, aseguró Flavio, integrante de la agrupación.
Entre los manifestantes también se encontraban madres y abuelas que, durante un largo tiempo, han sido obstruidas para poder convivir con sus hijos o nietos.
“Hay muchos niños que crecen con la huella del abandono y después tienen problemas en la adolescencia porque durante la niñez pensaron que el papá o la mamá los abandonó cuando no fue así”, afirmó Miriam, integrante del colectivo.
La manifestación se desarrolló por más de dos horas, logrando que tres integrantes del colectivo pudieran entrar a dialogar y presentar sus peticiones.
