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La denuncia de profesores de asignatura de la Universidad de Guadalajara (UdeG) contra las nuevas medidas administrativas de las autoridades de la institución encuentra fundamento en documentos internos de la institución.
Reporte Indigo revisó el Presupuesto de Ingresos y Egresos del 2015 de la UdeG, el cual revela la existencia de normas que prevén aumentar las horas a los profesores de carrera en contraposición a una disminución en el tiempo de clases para los profesores de asignatura.
Los académicos sostienen que van en contra de sus condiciones de trabajo, aún cuando la casa de estudio ha minimizado los argumentos de los docentes.
Los cambios en los programas educativos pueden ir más allá de las reformas curriculares en la UdeG, como lo es el preregistro de materias, según se aprecia en las mismas normas universitarias para el presupuesto de este 2015, consultadas por Reporte Indigo.
Tales reglas apuntan a una reducción en el número de materias para los profesores de asignatura, que representan más del 50 por ciento de la plantilla académica en la universidad.
Desde el 16 de enero pasado, Reporte Indigo documentó los testimonios de varios maestros de distintos centros universitarios de la UdeG, que señalaban el atropello a sus derechos laborales, específicamente a los de profesores de asignatura, con base en planes universitarios que buscan reducirles el número de materias que pueden trabajar.
El 20 de enero de este año, en un desayuno con la prensa local, el rector general de la UdeG, Tonatiuh Bravo Padilla, desestimó los argumentos de los profesores e incluso los tildó de “falsedades”.
“No hay absolutamente ningún problema. La verdad es que yo respeto la crítica, pero también es una crítica de muy pocos profesores”, dijo ese día Bravo Padilla.
En una reunión que sostuvieron el 15 de enero pasado miembros del Colectivo de Reflexión Universitaria (CRU), un grupo de académicos críticos de la situación de la UdeG y principales opositores de las medidas universitarias en contra de los profesores de asignatura, con el Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Guadalajara (STAUdeG), la representación sindical secundó a las autoridades de la UdeG y aseguró que las medidas son solamente de carácter administrativo y “en beneficio” de la comunidad universitaria.
“Es una medida administrativa que la autoridad tiene todo el derecho de ejercer, porque no se afecta en ningún momento los intereses de los académicos”, así lo dijo aquella vez Pedro Verónica González, secretario de organización del STAUdeG.
Ambiente de temor
Las autoridades universitarias han tratado de minimizar el asunto, al decir que se trata sólo de un puñado de académicos con intereses personales.
Y el CRU ha dicho que otras voces críticas han preferido callar por el temor a represalias que puedan hacerse acreedores, en caso de que exijan sus derechos.
De la misma forma lo han detallado en su ponencia de octubre de 2014 en Puerto Vallarta, los investigadores Rita Chávez Gutiérrez y Daniel Manríquez González, del departamento de Desarrollo Social del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH).
“Lo cierto es que existe un ambiente de temor fundado entre académicos y trabajadores administrativos, inclusive entre los mandos medios, de ejercer el derecho de la libre expresión a la que se refiere el artículo sexto constitucional para expresar su sentir por la diversidad de temas que les preocupan
“Como la falta de democracia interna para elegir los órganos de gobierno, la simulación en la transparencia y el destino de los recursos económicos, la inoperancia de los programas curriculares, el disimulo en la calidad de las actividades sustantivas, inclusive el descontento por la precariedad salarial”, según la ponencia de los docentes titulada “La precariedad laboral y los ‘programas zanahorias’ en la Universidad de Guadalajara”.
La carga horaria
De acuerdo con la norma 1.4 del Presupuesto de Ingresos y Egresos del 2015 de la UdeG, el propósito es “abatir el impacto presupuestal en el crecimiento de la bolsa de horas y así contribuir a la máxima utilización de los recursos humanos” de la universidad.
“Los titulares de las entidades de la Red Universitaria deberán aplicar al personal académico de carrera, la política de asignación máxima de horas frente al grupo, establecida en la presente norma, así como supervisar el cumplimiento de las obligaciones establecidas en los artículos 37, 38 y 41 del Estatuto del Personal Académico (EPA)”, establece la norma universitaria.
La cláusula ya existía también en el Presupuesto de Ingresos y Egresos de 2014 de la casa de estudio; es relativamente nueva, pues no estaba incorporada en los ejercicios anteriores, en los que sólo existía un inciso dedicado a la promoción y al señalamiento de horas para los profesores de asignatura.
Sin embargo ahora se detalla que serán las autoridades de cada uno de los centros universitarios quienes registren la máxima carga horaria de estos profesores –docentes e investigadores con el privilegio de una plaza– de acuerdo con los artículos 39 y 40 del EPA.
Dicha carga horaria establece tres tipos de modalidades de los profesores de carrera que cumplirán con un mínimo o un máximo de horas semanales frente a un grupo.
Las modalidades son los profesores de carrera asistentes, asociados o titulares.
Los asistentes tendrán un máximo de 24 horas semanales frente a un grupo, los asociados 18 horas y los titulares, 12 horas.
Aunque la ponencia de los investigadores del CUCSH determina que tanto los profesores de carrera como los de asignatura presentan una similitud en su carga horaria, para éstos últimos la exigencia de horas frente a clase se contrapone con los privilegios de tener una plaza dentro de la casa de estudios.
“Aquí no se trata que los de asignatura se les exija otras actividades sustantivas, sino que se les pague un salario digno”, según los exponentes.
Y los documentos oficiales señalan el aumento en la carga horaria de los profesores de base de la universidad, lo que desencadenará en la disminución de las horas salariales de los profesores de asignatura que es la base de su trabajo.
Con antigüedad y sin mejorías
Apesar de que la Universidad de Guadalajara reconoce una deuda histórica respecto de las condiciones laborales de sus académicos, la denuncia persistente de estos últimos demuestra que no se están llevando a cabo procesos para mejorarla.
El Programa General de Trabajo 2013-2019, presentado por el rector general de la universidad, Tonatiuh Bravo Padilla, en enero del 2013, no sólo reconoce la mala remuneración del personal universitario, también describe acciones que se deberían estar realizando.
“El país tiene una deuda histórica con los profesores universitarios en materia de salarios y estímulos a su labor. Ha sido política gubernamental la contención salarial, a partir de tabuladores nacionales que funcionan como topes, otorgando recursos adicionales sólo en forma de estímulos. El personal administrativo está mal remunerado y poco reconocido”, reconoce el citado documento.
Aunque hay más de 7 mil profesores de asignatura con antigüedad entre los cuatro y los 19 años, y alrededor de mil 900 tienen entre 24 y 30 años de docencia, los movimientos por la obtención de plazas académicas dentro de la UdeG no han sido considerables con ellos.
Movimientos en el escalafón registran que incluso ha habido una disminución en los docentes de tiempo completo.
A la llegada del actual rector general (en mayo 2013) había más de 3 mil 500, sin embargo, para diciembre del año pasado se registraban tan sólo 3 mil 374, según cifras oficiales.
En cambio, los profesores de asignatura tuvieron un aumento considerable desde la llegada de Bravo, ya que para mayo de 2013 eran alrededor de 8 mil 400, y registrando un aumento de 659 hasta diciembre pasado.
Es decir, los puestos de base no registraron cambios que demostraran movimientos en el escalafón o estímulos para estos profesores.
Las horas en UdeG
El motivo de conflicto entre rectoría y académicos:
> El Presupuesto de Ingresos y Egresos 2015 de la UdeG establece lineamientos para aumentar las horas de clase a profesores de carrera y disminuir las de los docentes de asignatura.
> El documento indica que tal medida de reducción en horas para profesores de asignatura es con el propósito de “abatir el impacto presupuestal en el crecimiento de la bolsa de horas y así contribuir a la máxima utilización de los recursos humanos” de la universidad.
> La representación sindical apoya a las autoridades de la UdeG y aseguró que las medidas son solamente de carácter administrativo y “en beneficio” de la comunidad universitaria.