Cojeando por una lesión permanente en uno de sus pies, María Luisa caminó, como miles de personas, los más de cuatro kilómetros que separan al Ángel de la Independencia del Zócalo capitalino en solidaridad con los padres de familia de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos en Iguala hace cuatro meses.
Trabajadora de la UNAM y a sus 63 años, para María Luisa la de ayer fue su primera marcha pues aunque siempre ha simpatizado con las causas sociales, nunca se había decidido a salir a las calles.
“Es que nunca había visto algo como esto… si a mí me hubieran desaparecido a uno de mis hijos, lo buscaría como pudiera y a donde pudiera”, expresó.
Al llegar al Zócalo, María Luisa se encontró con el mitin en el que participaban los padres de familia de los estudiantes desaparecidos.
Ahí, en el corazón del país, dando la espalda al Palacio Nacional, los padres de los estudiantes normalistas amenazaron con no permitir que se lleven a cabo las elecciones en Guerrero.
“¡No a las elecciones! Porque ningún partido es la solución. El votar es votar por el crimen organizado y por los mismos políticos desvergonzados y asesinos.
“En Guerrero no va a haber elecciones, aunque el gobernadorcillo diga que va a haber, aunque el secretario de Gobernación diga que va a haber”, sentenció Felipe de la Cruz, vocero de los padres de familia.
Versión oficial en duda
Portando los retratos de sus hijos, los padres de familia insistieron en que no creen en la versión que les ha dado la Procuraduría General de la República (PGR); aseguraron que sus hijos siguen vivos y que el Gobierno federal sabe dónde están.
“Somos humildes, más no pendejos. Tanta tontería que nos ha dicho la PGR que ahora ya no le creemos nada.
“Ahora estamos completamente seguros de que están vivos”, afirmó Mario César González, padre de Manuel, uno de los estudiantes secuestrados.
Epifanio Álvarez, padre del desaparecido Jorge Álvarez, dijo que algunos familiares han tenido que abandonar sus casas y sus tierras con tal de seguir en la búsqueda, que ellos deben realizar porque el Estado “no los está buscando como debe”.
“El gobierno no los ha buscado, hacen teatro en los cerros, en las carreteras, pero no los ha buscado bien”, dijo Álvarez.
A estas palabras, la multitud respondía con dos consignas que se repetía una y otra vez: “¡Fuera Peña!” y “¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!”.
Un evento pacífico
La movilización y el mitin transcurrieron de forma pacífica; el único incidente fue la quema de una piñata simulando la figura del presidente Enrique Peña Nieto que se realizó en la Plaza de la Constitución y que fue rechazada desde el templete por los padres, quienes llamaron a no realizar ningún acto de provocación.
El contingente del Zócalo abandonó la Plaza de la Constitución a eso de las 20:00 horas, llamando a participar en diversos eventos que se llevarán a cabo en Guerrero en los próximos días.
Las marchas no bastan
Omar García, estudiante de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, llamó a hacer más actividades para buscar la transformación del país.
“Ya no basta con hacer marchas. Tenemos que hacer algo más que marchas, tenemos que replantearnos la situación del país.
“Queremos que se mantenga la consigna principal, pero también tenemos que empezar a impulsar la transformación de nuestro México”, llamó García.
A diferencia de lo ocurrido en otras marchas, en la de ayer fue más notoria la presencia de diferentes organizaciones sindicales y campesinas que se unieron a la causa de los padres de los normalistas.