En 2015, la Secretaría de Salud de Nuevo León y Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey detectaron presencia de cadmio, aluminio, hierro y arsénico en un pozo
“Ya no se puede dar permiso en donde no hay agua, donde están abatidos por completo los mantos freáticos y ya lo que se está sacando es agua con arsénico”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador en la conferencia matutina del 8 de agosto.
En su declaración, mencionó que pondrá en orden las concesiones de agua y que no se va a producir cerveza en el norte, porque habrá veda.
“No vamos a tener plantas para quitar arsénico al agua, como sucede en la Laguna, eso no se puede”, continuó López Obrador en alusión a la fusión de Torreón, Matamoros y Francisco I. Madero en Coahuila, en conjunto con Gómez Palacio y Ciudad Lerdo, en Durango
La declaración del mandatario federal no sólo confirma que los mantos acuíferos de la Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM) están abatidos, también están contaminados con arsénico.
“Entonces, sí vamos a intervenir, y para eso es el Estado. A los neoliberales no les gusta esto, porque ellos quisieran que lo económico se situara por encima de todo”, insistió López Obrador.
Como parte de las acciones para combatir la crisis hídrica, Nuevo León pretende extraer este recurso del subsuelo para introducirlo en la red de agua potable de Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey. Sin embargo, el activista por el medio ambiente, Guillermo Martínez Berlanga, señala lo perjudicial que es la presencia de arsénico para el consumo humano.
“Esto por procesos productivos altamente contaminantes. No podemos estar expuestos a tomar agua con arsénico, porque se desata una epidemia y todos morimos contaminados”, expresó Martínez Berlanga en entrevista con Reporte Índigo.
Hace 19 años, la empresa inmobiliaria Internacional de Inversiones S.A.P.I. de C.V. comenzó el proyecto Céntrika, hoy terminado, en la colonia La Victoria, una zona habitacional muy cercana a la planta de Cervecería Cuauhtémoc. La sospecha de la ciudadanía de que el agua del acuífero de esa zona estaba contaminada llevó a realizar un análisis de líquido.
Por petición de vecinos del sector y el Comité Ecológicos Pro-Bienestar, la Secretaría de Salud de Nuevo León y Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey estudiaron la calidad del agua subterránea y un pozo de la colonia La Victoria.
Entre los resultados, encontraron metales pesados y sustancias químicas. Fue en 2005 que el Laboratorio Estatal de Salud encontró que un pozo de agua estaba fuera de norma en los parámetros microbiológicos y fisicoquímicos y había presencia de cadmio, aluminio, hierro y arsénico.
En esta unidad habitacional operaba la Minera México-Asarco, la cual obtuvo en 2001 el permiso para aislar definitivamente sus residuos peligrosos en su planta de Monterrey. Pero alrededor de 500 toneladas de desechos tóxicos se quedaron en el sector.
Nuevo León contaminado
Nuevo León está contaminado por aire, tierra y agua. Las declaraciones del presidente de que se está sacando agua con arsénico se suman a la contaminación del medio ambiente en la Zona Metropolitana de Monterrey.
En este año, aumentaron en 75 por ciento los días que han registrado contaminación del aire por encima de la norma para la metrópoli. Los primeros siete meses de este 2022 han sido los más contaminados desde hace siete años, a pesar de que se estableció un impuesto verde para las empresas.
El Sistema Integral de Monitoreo Ambiental (SIMA) no utiliza como indicador principal la concentración de partículas PM 2.5, un parámetro recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En septiembre de 2021 este organismo internacional recomendó utilizar como indicadores las partículas de diámetro inferior a 2.5 micras, PM2.5, frente a los valores utilizados hasta ahora, es decir, las partículas de diámetro inferior a 10 micras, PM10.
Esta recomendación no se ha actualizado por parte del SIMA, pues la calidad del aire se mide por las partículas PM10. Es decir, el monitoreo está rezagado frente a los estándares internacionales.
Además, la ZMM cuenta con pocas estaciones de monitoreo ambiental. Son en total 14, por lo que no cubre la urbe en su totalidad.
En contraste, el sistema de Madrid, España tiene índices internacionales. El sistema español cuenta con 24 estaciones de monitoreo, hay urbanas y suburbanas y de tráfico, algo que no se tiene en Nuevo León, recalca el activista Guillermo Martínez Berlanga.
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