Niñez bajo fuego, homicidios dolosos de menores

Las condiciones en las que se encuentran la mayoría de los menores de edad en el país han provocado que sean cada vez más vulnerables ante la violencia y el crimen organizado, situación que no deja de empeorar desde el 2015
Eduardo Buendia Eduardo Buendia Publicado el
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El asesinato de seis menores de edad en Bavispe es el reflejo de los altos niveles de violencia que se registran en el país.

Los homicidios dolosos en contra de menores van en ascenso. De acuerdo con cifras oficiales, de 2015 a 2018 hubo 4 mil 28 víctimas de entre cero y 17 años de edad. Es decir, se registraron tres asesinatos cada día.

En el 2015 se contabilizaron 767 víctimas asesinadas menores de 18 años; para el 2016 la cantidad se elevó a 877 casos; en 2017 fueron mil 132; y para el 2018 alcanzó la cifra de mil 252 homicidios, récord histórico.

Para este 2019, en el periodo de enero a septiembre el número de niños, niñas y adolescentes ejecutados fue de 796.

Los datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública revelan que seis de cada 10 asesinatos contra niños se cometieron con arma de fuego, lo que evidencia factores violentos en la mayoría de los casos.

Los menores de edad son uno de los sectores más vulnerables de la población ya sea como víctimas del fuego cruzado o como integrantes del crimen organizado

Para Gabriela Ruiz Serrano, catedrática de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, los niños son víctimas en todos los escenarios de violencia.

“Una de las formas de trata de personas en el país es la inclusión de niñas y niños en actividades delictivas al ser captados por el crimen organizado. Y aunque sean identificados como sicarios o traficantes, coloquialmente, estos niños deben ser identificados como víctimas de trata”, explica la académica.

La Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) consideró en un posicionamiento que los últimos ataques perpetrados en contra de niños en el país, como el ocurrido el lunes en contra de la familia LeBarón, muestran un patrón de violencia como el que ejerce el crimen organizado y recordó que solo tres de cada 100 carpetas de investigación abiertas por agresiones en contra de menores alcanzan justicia.

La Redim expresó además que el multihomicidio que afectó a seis infantes es una muestra de la fallida estrategia de seguridad emprendida tanto por el Gobierno federal actual como por los anteriores.

“Los ataques armados contra niñas, niños y adolescentes son la expresión más cruda del fracaso de la estrategia de seguridad basada en la militarización de todo el país, que emprendió Calderón, continuó Peña y ha reforzado López Obrador”, expuso la organización.

Datos oficiales revelan que seis de cada 10 asesinatos contra menores de edad se cometieron con arma de fuego entre el 2015 y septiembre de 2019

Con respecto a las condiciones en las que la infancia se desarrolla en México, Ruiz Serrano afirma que la mayoría de los niños se enfrenta a situaciones de pobreza y violencia que se ejerce de manera sistemática como la impunidad, corrupción o los agravios físicos.

Según datos del Fondo de las Naciones Unidad para la Infancia (Unicef), la mitad de los niños mexicanos viven en pobreza.

“Si nosotros partimos de esa premisa debemos entender que ellos ya están arrancando con desigualdad, con una imposibilidad de poder acceder a las necesidades fundamentales por que no existen condiciones educativas, no hay contextos seguros y muchas veces las familias se tienen que ver involucradas en estas actividades y ellos también son arrastrados”, agrega Gabriela Ruiz.

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2019, año de masacres

Los índices delictivos en el país se incrementan y este año se perfila para ser el más violento de la historia reciente.

Durante 2019, México se convirtió en un escenario de masacres en diferentes regiones.

En estados como Veracruz, Chihuahua, Sinaloa, Morelos, Michoacán o Guerrero las agresiones del crimen contra civiles, autoridades locales o Fuerzas Federales se volvieron el común denominador.

En los primeros nueve meses de 2019 las ejecuciones se incrementaron en un 11 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior en el estado de Chihuahua.

En otras entidades, como Veracruz, las matanzas también han cobrado la vida de decenas de personas este año.

La primera de ellas ocurrió el viernes 19 de abril durante una celebración en un salón de fiestas ubicado en el municipio de Minatitlán. En total, 14 personas fueron asesinadas, entre las víctimas se encontraba un niño de un año de edad

A finales de agosto, los veracruzanos volvieron a ser testigos de otro homicidio masivo. En esta ocasión un grupo armado irrumpió en el Bar Caballo Blanco disparando contra los comensales e incendiando el lugar con 30 personas en su interior.

En Michoacán, el 8 de agosto fueron asesinadas 19 personas al interior de un bar ubicado en Uruapan. Dos meses después, el 14 de octubre, civiles armados ejecutaron a 14 elementos de la Policía Estatal en el municipio de Aguililla.

El 17 de octubre Culiacán, Sinaloa, volvió a ser noticia por los bloqueos y enfrentamientos provocados por integrantes del Cártel de Sinaloa en contra de elementos de la Guardia Nacional.

Este hecho se suscitó después de un operativo fallido orquestado por el gabinete de seguridad que tenía como propósito detener a Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín Guzmán Loera, exlíder del Cártel.

Las imágenes difundidas en redes sociales de balaceras en toda la ciudad, sumieron a la población culiacanense en el pánico. El Gobierno federal todavía informa detalles sobre las fallas en las que incurrieron los funcionarios a cargo del operativo.

Al menos en seis entidades federativas del país se han suscitado asesinatos masivos de civiles en los 11 meses que han transcurrido de este año, realidad que los mexicanos piden con desesperación a las autoridades resolver

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