Un contrato de arrendamiento revela que Francisco Morales Purón, entonces director general de Parque Fundidora, otorgó en arrendamiento las áreas curvas, recta, plaza BOF, nave y plaza maquinaria para la realización del evento Pa’l Norte los días 20 y 21 de abril de 2018 por un costo de 700 mil pesos sin IVA.
El 11 de marzo de 2016, las empresas conjuntas Rock out y 50 producciones S.A. de C.V. acordaron un primer pago de 350 mil pesos el 11 de marzo de 2016 como anticipo, más el Impuesto de Valor Agregado. Posteriormente, el 21 de abril de ese mismo año vino un segundo pago por la misma cantidad.
El documento señala que una vez cumplido el primer pago, el contrato era forzosamente obligatorio para ambas partes. Sin embargo, no se habla del cuidado que deberá recibir esta área verde en las obligaciones de quien la contrata.
La salida del director Francisco Morales Purón se vislumbraba desde 2016. De manera que la edición de Pa’l Norte 2018 se celebró con Artemio Garza Rodríguez, como presidente Ejecutivo del Consejo Administrativo del Parque Fundidora, y el director del órgano, Fernando Villarreal Palomo.
El paquete fiscal de 2018 mencionaba, en sus aspectos relevantes, que el espacio público ubicado en la capital de Nuevo León tenía que ser autosuficiente, de manera que no hubo presupuesto.
“No se contemplan recursos para Parque Fundidora. El organismo será 100 por ciento sustentable desde el punto de vista financiero, por lo que ya no requerirán el apoyo del gobierno estatal”, dice el punto 20 del documento presentado en 2018.
Esto viola la Ley que crea al organismo público descentralizado, pues establece que su patrimonio se integrará con fondos estatales y otras percepciones.
Fernando Villareal, director general del parque, ha declarado que los ingresos de Fundidora vienen de la realización de eventos masivos al aire libre. En efecto, desde 2012 el Parque Fundidora es sede del festival de música Tecate Pa’l Norte.
No cuadran las cuentas de Pa’l Norte y otros festivales
Las finanzas del organismo público descentralizado, llamado Parque Fundidora, funcionan bajo un esquema opaco por el arrendamiento para espectáculos masivos, donde existen ganancias por contraprestaciones, que no cuadran con la versión oficial.
Es decir, el negocio no sólo se da con a venta de cerveza en cada festival masivo de música, también por las bebidas no alcohólicas y alimentos que se ofrecen en cada evento.
“El arrendatario pagará al arrendador por concepto de contraprestación los siguientes conceptos e importes: 10% por ciento del total de la venta bruta de boletos, (incluido IVA) para efectos del cálculo de esta contraprestación, 10% de la venta bruta de bebidas alcohólicas (barra), 10% de la venta bruta de alimentos y bebidas” dice el documento.
Artemio Garza Rodríguez, presidente Ejecutivo del Consejo Administrativo del Parque Fundidora y el director del órgano, Fernando Villarreal Palomo, informaron el 17 de diciembre que en 2018 recibieron una ganancia de 35 millones de pesos, con base al porcentaje de la taquilla.
Garza aseguró que tan sólo en el evento Pa’l Norte se tuvo una ganancia de 15 millones de pesos, en un concierto de rock 5 millones y en el Machaca Fest 4 millones 500 mil pesos.
Pero pareciera que a Garza Rodríguez y a Villarreal Palomo no les salen las cuentas. La edición Pa’l Norte 2018 tuvo una asistencia estimada de 210 mil personas y el costo del abono por dos días fue de mil 460.
Es decir, en tan sólo un evento masivo, este órgano llegó casi a la cifra oficial que los directivos aseguran que recaudaron en todo un año, que fue de 35 millones.