Narrativa peligrosa en el contexto de violencia en Mexico
Las acusaciones por traición a la patria que han encendido los ánimos en el debate público cobra particular riesgo al tomar en cuenta las condiciones de violencia en México, especialmente los saldos rojos de los últimos procesos electorales
Carlos MontesinosEl intercambio de acusaciones y señalamientos por traición a la patria entre el oficialismo y la oposición empuja la polarización política a un grado más alto. Uno más peligroso dadas las condiciones de violencia tan cotidianas en el país y de las que, como se confirma en cada proceso electoral, los políticos no están exentos.
Hace apenas un año, en el marco del proceso electoral para renovar la Cámara de Diputados, 15 gubernaturas y cargos locales en todo el país, la agencia Etellekt Consultores contabilizó 102 asesinatos de políticos y mil 066 agresiones en total, confirmando la tendencia de violencia política que ha venido en aumento desde hace años.
La narrativa entre patriotas y vendepatrias solo enciende aún más este contexto rumbo a las elecciones estatales del próximo junio, cuando se renovarán las gubernaturas de Hidalgo, Quintana Roo, Durango, Tamaulipas, Aguascalientes y Oaxaca, siendo que esta última entidad fue de las que registró más casos de violencia política en 2018 y 2021.
Citlalli Hernández, secretaria general de Morena, aseguró en el Senado de la República que “decirles traidores a la patria no es lo mismo que llamar al odio ni que llamar a la agresión. Ustedes (los opositores) sí han difundido el odio y no vamos a permitir que nos acusen a nosotros de lo mismo. Ustedes son traidores a la patria y la ciudadanía lo sabe”.
Al respecto, Juan Manuel Aguilar, investigador de CASEDE, comenta a Reporte Índigo que si bien la violencia política ha estado vinculada al crimen organizado en los últimos años, también hay antecedentes históricos de carácter ideológico. Desde la guerra sucia hasta movimientos como la Liga Comunista 23 de Septiembre y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
“Si empezamos a ver actos intimidatorios vinculados a esta campaña mediática por parte del presidente, en los que alguno de los legisladores fuera perseguido, lesionado, recibiera en carne propia una agresión, llegaríamos a un nuevo nivel de polarización y fanatismo que no hemos alcanzado y sería altamente peligroso en el contexto de la democracia actual”.
Dado que la oposición también ha recurrido a estos señalamientos, recuerda casos como “el calificativo de ‘chairos’, que en el lenguaje popular mexicanos es bastante despectivo y ejerce violencia verbal. Lo grave es la escalada en la violencia verbal que puede rebasar el límite y llegar a la violencia física”.