‘Napo’ pide borrón y cuenta nueva
El dirigente minero Napoleón Gómez Urrutia, cuestionado por el presunto desvío de 55 millones de dólares y hoy senador de Morena, pidió darle vuelta a la página sobre las polémicas acusaciones en su contra y ver hacia adelante
Carlos SalazarEn su regreso a México y después de haber tomado protesta como senador, el dirigente del Sindicato Minero Napoleón Gómez Urrutia quiere dar por superados los señalamientos que pesan en su contra, principalmente las acusaciones por un presunto desvío de 55 millones de dólares de un fideicomiso de los trabajadores mineros.
También insiste en dejar atrás los conflictos que hayan tenido diversos personajes o grupos políticos y económicos en contra de su persona o de su organización sindical.
“Debemos seguir adelante, y ver hacia el frente por nuestro país que tanto necesita el esfuerzo y la entrega de todos”, dijo en su primera conferencia de prensa en México después de 12 años de exilio.
El líder minero se limitó en primer momento a dar un mensaje expresando su alegría por estar de vuelta en México y durante esta primera intervención apenas y dedicó una breve mención a las acusaciones, señalando que siempre fueron infundadas y que obedecían a un intento para acabar con su organización sindical.
“Un conflicto que nunca se debió de haber dado, un conflicto que era innecesario, que era injusto, que era arbitrario, que fue totalmente condicionado por los grupos de poder político y económico que se amafiaron para atacar y pretender destruir una organización sindical”, expresó Gómez Urrutia.
Sin embargo, no pudo evadir los cuestionamientos de la prensa sobre las acusaciones del presunto desvío de casi 55 millones de dólares, más aún cuando existe un laudo emitido por la Junta de Conciliación y Arbitraje sobre recursos del extinto fideicomiso 10964526 que le fueron entregados en 2005 para que fueran distribuidos equitativamente entre los trabajadores.
Aunque sabía que era un tema ineludible, el senador de Morena tampoco ocultó su incomodidad, e incluso su irritación al ser cuestionado al respecto.
Para intentar zanjar el tema, Gómez Urrutia minimizó la resolución de la Junta de Coordinación y Arbitraje y se remitió a la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre el caso.
Y sobre todo, en más de una ocasión hizo énfasis en dejar el tema en el pasado y enfocarse en las tareas que vienen para todos los actores políticos en esta nueva realidad.
“Todo este tema de los recursos está totalmente resuelto desde hace mucho. Como siempre todas las áreas de corrupción que prevalecen en el país manipulan estos actos, pero nadie puede manipular la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que desde agosto de 2014 nos exoneró completamente. No nos perdonó, nos exoneró de todas las acusaciones falsas, calumnias y mentiras que se dijeron sobre ese tema”, señaló.
La forma es fondo
Si el pasado miércoles, durante su toma de protesta como senador, Gómez Urrutia exhibió músculo con la nutrida manifestación de agremiados al Sindicato Minero que acudieron para respaldarlo, ayer, durante su primer comparecencia ante los medios mexicanos en más de una década hubo una nueva demostración menos estruendosa pero igual de simbólica.
Trabajadores mineros -según lo dicho por el propio dirigente- fueron los encargados del despliegue de seguridad y logística en el hotel Hilton de la Ciudad de México, desde donde ‘Napo’ se dirigió a los medios.
Controlaron cada detalle, incluso el acceso a los elevadores del hotel, llevando a los representantes de los medios por pequeños grupos a la terraza en el sexto piso, donde montaron el escenario.
En los alrededores de la terraza donde se desarrolló la conferencia resaltó la presencia de un amplio cuerpo de seguridad de al menos 8 elementos quienes portaban playeras color rojo, chaleco naranja, lentes oscuros y rostro serio. Algunos de ellos tuvieron conatos de altercado con integrantes de la prensa que ya no pudieron acceder al lugar desde donde el líder minero dio su mensaje.
A minutos de su arribo, otro grupo de sindicalistas mineros formaron una valla para facilitar el acceso de su líder, aunque Gómez Urrutia terminaría ingresando por la parte trasera del escenario que fue preparado para la ocasión. Algunos de los líderes sindicales ya estaban ahí esperando a su presidente y secretario general; su abogado Marco del Toro -el mismo de Elba Esther Gordillo- también estaba ahí.
Ya en la mesa, el legislador morenista estuvo arropado por líderes sindicales de Estados Unidos, Canadá y Reino Unido, quienes también hablaron para respaldar la ‘lucha’ de Napoleón Gómez y el Sindicato Minero en los últimos años.
El líder sindical agradeció el respaldo en tiempos difíciles, durante lo que el llamó ‘persecución injusta’, y dejó en claro que quiere dejar atrás toda esta serie de ‘conflictos y actitudes perversas’ que trataron de deformar la realidad.
“Que siempre nos acompañaron desde el inicio de este ataque cobarde en contra de la organización y estuvieron siempre de una manera sólida unida y fuerte con los mineros de México y con nosotros en nuestra lucha”, mencionó Gómez.
Antes de entrar en temas polémicos se dijo contento, honrado y satisfecho de regresar a México, con su familia, con sus compañeros mineros, con sus compañeros dirigentes sindicales.