Nacen ‘Los Hijos del Diablo’

Los reacomodos entre las distintas facciones de Los Zetas se han incrementado, tras la supuesta muerte de Heriberto Lazcano Lazcano, alias “El Lazca”, o “El Verdugo”.

Raúl Tortolero Raúl Tortolero Publicado el
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El nuevo grupo surge como parte del reacomodo entre las distintas facciones de los Zetas tras la supuesta muerte de Heriberto Lazcano Lazcano, alias “El Lazca”, o “El Verdugo”

Los reacomodos entre las distintas facciones de Los Zetas se han incrementado, tras la supuesta muerte de Heriberto Lazcano Lazcano, alias “El Lazca”, o “El Verdugo”.

De acuerdo con un reciente informe de inteligencia militar al que ha tenido acceso Reporte Indigo, no solo existía división y enfrentamiento entre los grupos zetas encabezados por “El Lazca” y por Miguel Ángel Treviño Morales, alias Z-40, sino que uno de los principales operadores a nivel regional, Iván Velázquez Caballero, alias Z-50 o “Talibán”, jefe de plaza en San Luis Potosí, Guanajuato, Zacatecas, Aguascalientes, Monterrey y Coahuila, se habría distanciado de ambos y vuelto a ser parte del Cartel del Golfo.

Por su lado, este último también experimenta divisiones entre los fieles de Jorge Eduardo Costilla Sánchez, alias “El Coss”, y los de los Cárdenas Guillén. Datos de inteligencia apuntan a que “El Coss” –detenido el 12 de septiembre por la Marina-, habría entregado a Mario Cárdenas Guillén alias “M-1” o “El Gordo”, y a Juan Gabriel Montes Zermeño, alias “El Sierra”.

La facción comandada antes por los hermanos de Osiel –los “Rojos”-, ahora estaría formando un nuevo bloque con los comandos operados por el “Talibán“, bajo la denominación de “Los Hijos del Diablo”, por ahora sólo con presencia en San Luis Potosí, algunas zonas de la Huasteca, y Zacatecas.

El propio Z-50, de 42 años de edad,  confesó, tras ser detenido por la Marina-Armada a finales de septiembre pasado, que él había empezado su carrera delictiva en las filas del Cártel del Golfo y que “nunca había dejado de pertenecer” a esa agrupación, según la misma fuente.

Atribuye la autoría de las muertes de los meses anteriores en San Luis Potosí, a Los Zetas, de los que niega formar ya parte. Del mismo modo, rechaza haberse unido a Los Caballeros Templarios y acepta que siempre ha sido del Cártel del Golfo. “Desde que empecé a trabajar, empecé con ellos”, asegura.

Muerte de un hijo

Sobre su batalla contra el Z-40, explica que actuaba ya  de una forma desequilibrada,“haciendo puros desmadres  y asesinando a mucha gente”. Pero sobre todo, acusa a Treviño de haber matado a su hijo mayor, Carlos Velázquez.

Según la descripción del Talibán, Treviño habría dado muerte a su vástago en Anáhuac. Reconoce que algunas personas le han comentado que su hijo podría aún estar vivo, pero dice no creerlas.

“Yo conozco bien a los Zetas, dicen que lo tienen vivo, igual que a un cuñado, pero no es así”. Incluso –recalca- cuenta con información de que ambos fueron quemados vivos en Monterrey.

El levantón del hijo del Talibán fue uno de los motivos que acentuó el choque entre las facciones antes unidas de este buscado criminal y el Z-40.

Pero el Talibán, por quien la PGR ofrecía hasta 30 millones de pesos a quien colaborara en su captura, también sostenía un choque contra los Zetas de Lazcano, buscando ganar independencia y quedarse con el control de las entidades que le habían sido encomendadas por Lazcano.

Versiones extraoficiales refieren que el propio Treviño habría entregado a las autoridades tanto al Talibán, como al Lazca y al menos una decena de líderes locales, con la intención de apoderarse de lo que queda de los Zetas en el país.

Toda esta situación provocó el regreso de Iván Velázquez con el cartel del Golfo, específicamente con la facción de los Cárdenas Guillén. 

En el reporte, el Talibán describe ser oriundo de Nuevo Laredo, Tamaulipas; haberse iniciado robando coches en su ciudad natal, así como contar con una “mica” expedida por el gobierno de Estados Unidos, en la que aparece con un bigote que hace años no usa.

Iván Velázquez rechaza también haberse aliado con Los Caballeros Templarios, a las órdenes de Servando Gómez Martínez, alias “La Tuta”.

100 por ciento seguros

Luego de que la PGR anunciara que exhumaría los restos de uno de los progenitores de Heriberto Lazcano Lazcano, William Brownfield, subsecretario de Estado Adjunto para Asuntos Internacionales de Narcóticos, dijo que para Estados Unidos no hay duda de que el cadáver que se robaron pertenecía a “El Lazca”.

En entrevista para The Guardian, Brownfield dijo que antes de que el cuerpo desapereciera se tomaron sufientes muestras de ADN para comprobar su identidad, por lo que existe certeza de “casi el 100 por ciento” de que el ex líder de Los Zetas fue abatido.

Por su parte, la PGR informó que en un plazo de dos a tres semanas estarán listos los análisis de las muestras genéticas tomadas al familiar de Lazcano Lazcano.

Sin embargo, reiteraron que la identidad de “El Lazca” está totalmente confirmada, pero se busca cumplir al 100  por ciento con los requerimientos legales.

Para el subsecretario, la muerte del capo el pasado 7 de octubre en Progreso, Coahuila, representa un fuerte golpe para “la organización más poderosa de México”.

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