Naasón Joaquín García, el líder de la Iglesia de La Luz del Mundo que fue detenido en Estados Unidos por la presunta comisión de 26 delitos sexuales contaba con un manto de protección de las autoridades jaliscienses que le garantizaban, incluso, vigilancia policial personalizada.
Lejos de ser sometido a investigaciones como las que emprendió en su contra la Fiscalía de California, en Jalisco el autoproclamado “Apóstol de Jesucristo” gozaba de protección con cargo al erario, gracias al gobierno municipal de Guadalajara que encabezaba el priista Aristóteles Sandoval Díaz, en el trienio 2010-2012.
De acuerdo con registros en poder de Reporte Índigo, durante ese periodo, la Policía tapatía comenzó a brindar el servicio de escolta a Joaquín García, aún cuando este todavía no asumía las riendas de la iglesia que entonces lideraba su padre Samuel Joaquín Flores.
La determinación de dar protección policial a Naasón Joaquín García se tomó el 26 de julio de 2012.
Desde ese momento Joaquín García tuvo siempre a su disposición al menos a un elemento de la Policía de Guadalajara para hacerse cargo de su seguridad en todas sus actividades, un privilegio que conservó cuando asumió el liderazgo de la Luz del Mundo, el 14 de diciembre de 2014, tras la muerte de su padre una semana antes.
La protección policial al líder religioso continuó durante la alcaldía del también priista, Ramiro Hernández García, cuyo trienio inició en octubre de 2012 y concluyó en septiembre de 2015, según los registros existentes. Actualmente Hernández García es presidente del PRI Jalisco.
Un oscuro pasado
Las recientes acusaciones criminales contra Naasón Joaquín Flores, líder de la Luz del Mundo, reabrieron las polémicas y viejas heridas que han perseguido a la cúpula de esa iglesia con respecto a los abusos sexuales y violaciones de los cuales han sido señalados.
Las acusaciones sobre delitos sexuales presuntamente cometidos por líderes de esa iglesia ya son añejas, en tanto que testimonios públicos han evidenciado múltiples casos en los cuales se puso en entredicho a su máxima figura de las últimas décadas, Samuel Joaquín Flores.
Fue en el año de 1997 cuando surgieron las primeras acusaciones públicas, donde el pastor Jorge Erdely recopiló inicialmente tres testimonios de personas que presuntamente habían sido forzadas a mantener relaciones sexuales con el líder religioso.
Estas personas eran Amparo Aguilar, Karem León y Moisés Padilla Iñiguez, este último quien además fue agredido y acuchillado por supuestos seguidores de la Luz del Mundo posterior a su denuncia pública.
Los testimonios recogían relatos en los cuales las víctimas narraban como habían sido forzados por medio de sugestión religiosa para mantener relaciones sexuales con el entonces líder Samuel. Moisés Padilla relató que él había sido forzado a penetrar al líder en Puerto Vallarta, bajo el argumento de que el jerarca era un ángel, los cuales no tienen definición de género, y por lo tanto podía mantener relaciones tanto con hombres como con mujeres.
“Había (en la casa de Samuel Joaquín en Puerto Vallarta) más muchachos adolescentes, muchachas, mujeres, adolescentes también y lo de siempre que es común: las mujeres trabajadoras, como Carmen Rodríguez, Aidé, la hermana de Aidé también y esas siempre ahí de planta”, dijo Padilla Iñiguez en su testimonio.
Amparo Aguilar señaló que ella fue llevada ante el “siervo de Dios” toda vez que se le acercaban jovencitas bajo el argumento de que este debía “satisfacer sus necesidades de hombre”. En este testimonio incluso se narraba cómo había una red de mujeres adultas alrededor de Samuel Joaquín que le “preparaban” a las niñas y adolescentes que aún no estaban casadas.
“Sí, es el máximo dirigente. Actualmente también. Él abusó sexualmente de mí. Cuando sucedió esto…era una niña, sentí dolor, no quería y Magda Padilla, ella me detuvo a mí, me agarró las piernas, fue un forcejeo y fue fuerte”, relató Amparo Aguilar en 1997.
Moisés Padilla reveló en su testimonio que junto con su padre fue a interponer una denuncia ante la Secretaría de Gobernación, en 1982 y la persona que les atendió sacó un amplio expediente en el que presuntamente se documentaban otras denuncias por abusos sexuales tanto de Samuel Joaquín como de su padre, el líder y fundador de la Luz del Mundo, Aarón Joaquín.
Se sabe también que en los albores de esa iglesia se dieron igualmente otras denuncias. En el diario El Occidental de Guadalajara, el 26 de diciembre de 1942, se daba cuenta de la acusación de una joven, Guadalupe Avelar, que dijo haber sido “ultrajada” y luego amenazada por el entonces líder, Aarón Joaquín.
Bernardo Barranco, experto en análisis de religiones, llegó a escribir en La Jornada que fueron las acusaciones de 1997 las que quizás causaron el momento más crítico tanto al exterior como al interior de La Luz del Mundo, donde se señaló incluso que esta podía ser un “secta potencialmente destructiva”.
“Erdely intentó minar la notoria expansión de La Luz del Mundo, comparándola con la secta suicida Heaven’s Gate, maniobra que ahora se comprende en la lucha y guerra sucia por los mercados evangélicos. Las acusaciones no prosperaron y la Iglesia sale fortalecida, especialmente en el frente interno”, escribió Barranco en 2014.
En 1997 Amparo Aguilar, Karem León y Moisés Padilla, denunciaron los abusos sexuales cometidos por Samuel Joaquín
Acusaciones falsas
David Correa, de Comunicación Social de La Luz del Mundo, cuya sede central está en Guadalajara pero tiene presencia en 58 países en los cinco continentes, dijo a Reporte Índigo que la detención de su líder es un “atentado”.
“Todas esta acusaciones son falsas. El apóstol tiene una misión y es inundar el mundo entero de la predicación del evangelio de Jesucristo, hoy este evangelio está presente en casi 60 países pero (…) estamos convencidos que va a llegar a más de 200 naciones, y si para esto tiene que darse este tipo de situaciones, bueno, bienvenidas estas situaciones, lo que sí estamos seguros es que todo se va a aclarar”.
