Este sábado, la Guardia Nacional llevó a cabo el traslado legal de Jesús Murillo Karam, extitular de la Procuraduría General de la República (PGR), desde la Torre Médica del penal de Tepepan hasta su domicilio en Lomas de Chapultepec, donde cumplirá prisión domiciliaria por su implicación en el caso Ayotzinapa.
Murillo Karam, quien enfrenta cargos por tortura, desaparición forzada y obstrucción de la justicia en relación con la desaparición de 43 estudiantes en 2014, salió del hospital para ser trasladado a su hogar y enfrentar sus procesos legales desde allí.
El Tribunal Federal otorgó una suspensión provisional al exprocurador el 4 de abril, modificando así su medida cautelar y permitiendo su traslado a prisión domiciliaria.
Bajo un riguroso dispositivo de seguridad, Murillo Karam fue llevado a su domicilio, donde estará sujeto a siete medidas impuestas por el juez de control del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Sur.
Murillo Karam deberá cumplir estas medidas
Entre estas medidas se incluye la vigilancia permanente por parte de agentes de la Guardia Nacional o la Fiscalía General de la República alrededor de su residencia, así como la prohibición de comunicarse con las víctimas o testigos del caso. Además, deberá entregar su pasaporte y visa, y se emitirá una alerta migratoria para evitar su salida del país.
A pesar de las preocupaciones por la salud de Murillo Karam, que incluyen enfermedad pulmonar obstructiva crónica, hipertensión arterial sistémica e insuficiencia vascular cerebral, el juez rechazó la imposición de un brazalete electrónico como medida de resguardo.
El arresto de Murillo Karam, quien ocupó altos cargos durante la presidencia de Enrique Peña Nieto, es considerado uno de los más significativos en el caso Ayotzinapa.
Este hecho ha generado controversia, con el presidente Andrés Manuel López Obrador criticando al Poder Judicial por liberar a Murillo Karam, alegando que esto podría obstaculizar la búsqueda de justicia en el caso Ayotzinapa.