El Mundial del derroche

El fallido Mundial de Natación que se realizaría en Guadalajara en 2017 y cancelado en el 2015, no solo significó el desperdicio de más de 124 millones de pesos de recursos federales invertidos en preparativos, también otros 12 MDP que había aportado el Estado de Jalisco a través del Code local
Luis Herrera Luis Herrera Publicado el
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La gran inversión pública que terminó dilapidada en el fallido Mundial de Natación de Guadalajara 2017, cancelado intempestivamente en el 2015, no se conformó únicamente de fondos federales, sino también estatales, aportados por el Consejo Estatal para el Fomento Deportivo de Jalisco (Code).  

El Code Jalisco contribuyó con erogaciones para viajes a Europa para su directiva, sin que redituara en provecho para el estado.

Todavía el 2 de marzo de 2014, el entonces titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), Jesús Mena Campos, se refería al Mundial de Guadalajara como un encuentro de proporciones que marcarían a la actual gestión federal:

Pero el 18 de febrero de 2015 todo se venía abajo. Ese día Mena Campos formalizaba la cancelación luego del recorte por 124.3 mil millones de pesos (MDP)  aplicado al presupuesto federal. 

El mayor desperdicio de fondos públicos provino de Conade, que ya en aquel anuncio de declinación reportaba un gasto hecho de 9.5 millones de dólares (MDD) en el Mundial, y el cual ha precisado en 124 millones 074 mil 364 pesos en informes obtenidos por Reporte Indigo (folio de transparencia 1113100027017, de agosto).

Se suma lo aportado por el Code Jalisco que dirige André Marx Miranda Campos, cuyas erogaciones con cargo al presupuesto estatal ascendieron a 12 millones 051 mil 250 pesos para el malogrado Mundial, según informes del recurso de revisión 1695-2016.

Se hacen agua

Fondos perdidos en preparativos del Mundial de Natación Guadalajara 2017:

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Gastos inútiles

Entre los gastos del Code Jalisco para el fallido Mundial de Natación de Guadalajara, se encuentra un viaje de su director, Miranda Campos, a Barcelona, España: “del 21 al 28 de julio 2013, para promocionar el Mundial de Natación 2017 a desarrollarse en Jalisco”, que costó 82 mil 437 pesos.

Otras erogaciones por 41 mil 396 pesos, entre 2013 y 2015, se diluyeron en más viajes y reuniones, e incluso en la revisión de lo que, se suponía, serían sus sedes, como Puerto Vallarta.

El pasado gobierno a cargo de Emilio González Márquez, con Carlos Andrade Garín al frente del Code, también participó en el derroche, con dos pagos a la Federación Mexicana de Natación (FMN) bajo el concepto de: “pago de derechos como fianza para obtener la sede del campeonato Mundial de Natación 2017”.

El primero efectuado el 25 de noviembre de 2011, por 2 millones 429 mil 300 pesos, y el segundo, del 04 de junio de 2012, por otros 9 millones 498 mil 115.42 pesos.

Tras la cancelación, a Jalisco se le exigió pagar mil 500 francos suizos por cargos de servicios y gastos devengados ante el Tribunal -unos 28 mil pesos-; y a Guadalajara otros 9 mil francos suizos –cerca de 172 mil pesos-

Pudo ser peor

Los fondos dilapidados en el Mundial de Guadalajara pudieron ser aún mayores si la Federación Internacional de Natación (FINA) hubiera ganado su demanda contra las autoridades mexicanas por la cancelación del evento, lo que habría costado 5 MDD, o 94 MDP.

Inicialmente, la Conade de Mena Campos estaba dispuesta a pagar esa sanción, como se lee en su mensaje de cancelación: “A la fecha, México ha aportado la cantidad de 9.5 MDD, de los 100 MDD que se requerían para la organización de ambos certámenes (Natación y Masters FINA 2017); de acuerdo con el contrato firmado con la FINA en el 2011, nuestro país deberá pagar 5 MDD por penalización y para no ser sancionado por parte de dicho organismo”.

Sin embargo, tras el arribo de Alfredo Castillo Cervantes a Conade en abril de 2015, se cambió de postura por una negativa al pago. Ante ello, el 10 de septiembre de 2015 FINA demandó a Conade, FMN y los gobiernos de Jalisco y Guadalajara, ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), en Suiza, en el caso CAS 2015/O/4205.

Pero se resolvió de buena forma, según Conade, pues el “6 de septiembre de 2016 se celebró un convenio entre las partes involucradas FINA, FMN, Conade, Guadalajara y Jalisco, por el que se dio por terminado el procedimiento arbitral. En dicho convenio FINA reconoció que no era procedente solicitar el pago de 5 MDD por concepto de cancelación del evento” (folio 1113100034917).

A Jalisco, empero, se le exigió pagar mil 500 francos suizos por cargos de servicios y gastos devengados ante el Tribunal -unos 28 mil pesos-; y a Guadalajara otros 9 mil francos suizos –cerca de 172 mil pesos-.  Para su defensa, Guadalajara también pagó el viaje de sus representantes, Bárbara Casillas García –síndica- y José Muñoz López, a Laussane, Suiza, en septiembre de 2016, que costó 118 mil 569 pesos.

“Se dio por terminado el procedimiento arbitral. En dicho convenio FINA reconoció que no era procedente solicitar el pago de 5 MDD por concepto de cancelación del evento”
ConadeAl informar sobre el convenio alcanzado con la FINA

La deuda que venía

Ni Jalisco ni Guadalajara se habían librado aún de la pesada losa que estaban significando los Juegos Panamericanos 2011, cuando sus gobernantes, González Márquez, y el entonces alcalde, Aristóteles Sandoval Díaz –hoy mandatario- ya habían aceptado el Mundial de FINA.

Los registros documentales demuestran que ese Mundial que terminó implicando un desperdicio de más de 136 MDP, fue promovido no solo por el extitular de Conade, Bernardo de la Garza, y Kiril Minchev Todorov, presidente de FMN, sino también por González Márquez y Sandoval Díaz.

Esos cuatro actores enviaron cartas a FINA en abril de 2011 para expresar su interés por la sede del Mundial. La de Sandoval Díaz, entonces alcalde, del 5 de abril, dice:

“Le manifiesto nuestra certeza de que el Estado de Jalisco y, en particular Guadalajara, es un candidato digno para ser sede del evento antes mencionado y que ofrecerá un nivel de organización de los más altos estándares mundiales para llevar a cabo una edición inolvidable de los Campeonatos Mundiales de FINA”.

Mientras los gobernantes locales buscaban ese nuevo evento, los Juegos Panamericanos generaban una deuda oculta para las finanzas locales, que no se reveló sino hasta un año después de su realización,  el 11 de enero de 2013, por 3 mil 200 MDP.

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