Las víctimas que suelen sufrir mayor violencia en situaciones de explotación y trata de personas, son mujeres y niñas, especialmente en la modalidad de prostitución ajena y otras formas de explotación sexual, de acuerdo con el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación (Segob), Arturo Medina Padilla.
Al respecto, afirmó que se debe crear mayor conciencia en torno a los delitos relacionados con la trata de personas, así como atender de manera integral a las víctimas, en especial a grupos prioritarios.
Al encabezar la Novena Reunión Nacional con Comisiones, Consejos, Comités Interinstitucionales Estatales en materia de Trata de Personas (CIES), el funcionario federal destacó que los contextos de violencia de género y conflicto generalizado propician la trata de personas, sobre todo de quienes se encuentran en situaciones de vulnerabilidad.
“Combatir cada una de las modalidades es responsabilidad del Estado mexicano y, en consecuencia, hemos y seguiremos trabajando por alcanzar este objetivo”, reafirmó.
En el marco del “Día Mundial contra la Trata de Personas”, participaron en la reunión, los titulares de la Unidad para la Defensa de los Derechos Humanos, Froylán Enciso Higuera, y de la Dirección General de Estrategias para la Atención de Derechos Humanos, Claudia Galindo de la Rosa.
Además, asistieron representantes de organismos internacionales, como la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Fundación Panamericana para el Desarrollo (PADF, por sus siglas en inglés), quienes compartieron avances de proyectos que se llevan a cabo en conjunto con el gobierno de México y las entidades federativas.
Sin embargo, en el país no existe un registro oficial que dé cuenta sobre la cantidad de personas que se encuentran como víctimas de este delito que ya está tipificado desde 2007, cuando se publicó una reforma al Código Penal Federal pese a que es un delito que sucede desde el siglo XIX e inicios del XX.
