Las mujeres policías deben de afrontar más retos que los hombres. Uno de ellos, es trabajar en un ambiente de acoso y agresiones sexuales por parte de sus compañeros.
De acuerdo con el estudio Ser mujer policía de la organización Causa en Común, un tercio de las mujeres dedicadas a esta labor en el Estado de México sufrieron abuso sexual durante su estancia en la academia de policía.
Pilar Déziga investigadora de la organización, destacó que 68 por ciento de las policías mujeres escucharon piropos o comentarios lascivos por parte de sus compañeros, 18 por ciento se enfrentó a solicitudes o insinuaciones sexuales, 9 por ciento recibió fotos o mensajes con insinuaciones o insultos, 5 por ciento sufrió manoseos y tocamientos y el 1 por ciento vivió un intento de violación.
“En el estudio nos dimos cuenta que la mayoría de las mujeres hacen labores administrativas pese a que hoy integran a nivel nacional el 20 por ciento del estado de fuerza”, expresó.
Déziga explicó que el estudio consistió en la aplicación encuestas a 300 elementos, la creación de 6 grupos de enfoque y la impartición de 5 talleres a 150 policías.
Estos procedimientos fueron realizados a policías de nivel estatal, pertenecientes al Edomex, y municipal, que trabajan en Nezahualcóyotl.
“También vimos que a la mayoría se les niegan ascensos dentro de su trabajo porque las tienen en el estereotipo que por ser madres no pueden abarcar más de su trabajo”, comentó.
Datos de la investigadora revelan que 17 por ciento de las policías víctimas de violencia realizaron una denuncia, 5 por ciento dijo que presentó una acusación formal pero no se inició una investigación.
“Entre las razones que más nos dieron al preguntarles por qué no denunciaban era porque no creían que sancionarían al presunto agresor, sintieron miedo a represalias, no sabían dónde denunciar o que incluso podían hacerlo”, mencionó.
Si bien el estudio abarca al Estado de México, la organización también hizo un diagnóstico a nivel nacional en el cual los resultados no son tan diferentes.
“En todo México hay conductas indebidas, por ejemplo, 35 por ciento de las policías recibieron comentarios ofensivos, 17 por ciento mensajes o fotos con insinuaciones de índole sexual y otro 10 por ciento tuvo amenazas si no aceptaban tener contacto físico con alguno de sus compañeros. Si la sociedad piensa que dentro de las organizaciones policiacas las mujeres están a salvo, aquí les demostramos que no es así”, subrayó Déziga.
En cuanto a las oportunidades laborales, las mujeres policías siguen en desventaja con sus compañeros ya que solamente 2 de cada 10 recibieron un ascenso y 3 de cada 10 ni siquiera participan en cursos para escalar en la estructura laboral porque piensan que no son equitativos.
“Nos dimos cuenta que las mujeres también normalizan la violencia, es común la revictimización , hay desconfianza para denunciar por eso es que urgimos a todos los involucrados a que trabajen en verdaderas sanciones hacia los responsables y que haya talleres sobre equidad, violencia y perspectiva de género para combatir esta desigualdad, también deben de apoyar las denuncias y ante todo asegurar la integridad de la víctima, hacerle saber que no están solas y que su denuncia va a ser atendida”, afirmó la investigadora.
Lucha por un trabajo digno de las mujeres policías
A pesar que las mujeres policías se enfrentan a un contexto laboral marcado por el acoso y la desigualdad en oportunidades, están convencidas de que si hacen un esfuerzo conjunto podrán tener mejores condiciones laborales para ellas y las futuras generaciones.
María Elena Pizaña Ibarra, coordinadora de la Unidad de Vigilancia Intrafamiliar del municipio de Nezahualcóyotl, dijo sentirse orgullosa de poder abrirle camino a más mujeres que quieran dedicarse a ser elemento policiaco.
“Sé que no fácil ser mujer policía, fue por mucho tiempo un mundo considerado solo para hombres pero aquí estamos mostrando que sí se puede. Tiene sus riesgos, nosotras ya ejerciendo entendemos que en teoría tenemos un pie en la calle y otro en el panteón pero no hay que darse por vencidas”, explicó en entrevista.
Pizaña Ibarra asegura sentirse orgullosa de su profesión, pero admite que todavía hay muchas luchas que dar para hacer del sector policiaco un espacio más equitativo para las mujeres.
Destacó la falta de acceso a guarderías e incluso cuidados tan elementales como baños dignos y exclusivos para las policías en instalaciones dedicadas a la seguridad pública.
Por su parte, Chantal Chastenay, ministra consejera de la embajada de Canadá, país que apoyó la realización del estudio, lamentó la situación de violencia que viven en general las mujeres en el país.
“No es normal que haya tantos casos de agresiones y feminicidios, prevenir la violencia debe ser una prioridad para los gobiernos de todos los niveles y en este contexto sin duda las policías son actores clave. Por eso debemos apoyarlas con mejores herramientas para que realicen lo mejor posible su labor”, argumentó.
Maribel Cervantes Guerrero, Secretaria de Seguridad del Edomex, destacó la urgencia de tener mejores salarios para las mujeres ya que a veces se ofrecen desde seis mil pesos por jornadas de 12 por 24 o 24 por 48 horas por tan poca remuneración.
“En Toluca hay policías que ganan 15 mil 500 y luego ves que en otros municipios ofrecen seis mil como si con eso pudiéramos sobrevivir. ¿Cómo pretendemos que una mujer policía esté dispuesta a dejar su familia y su vida por un mal salario? hay que empezar a mejorar las condiciones laborales urgentemente”, aseveró.